𝐉𝐀𝐃𝐄 𝐘 𝐋𝐀 𝐂Á𝐌𝐀𝐑𝐀 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐎𝐒

8.-𝑳𝑶𝑪𝑲𝑯𝑨𝑹𝑻

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Bajaron a comer, pero el humor de Ron no mejoró cuando Hermione le enseñó el puñado de botones que había conseguido en la clase de Transformaciones.

—Tranquilo Ron—le decía JJ

—¿Qué? Tú también me vas a presumir los botones, no creas que no vi como sonreías con arrogancia cada que transformabas uno—gruño Ron

—Ron voltéame a ver—el le hizo caso y se disculpó lo más rápido, Jade había cambiado sus ojos color avellana a rojo— Y no, solo te quería decir que si tus padres no te compran una varita nueva, yo lo haré.

—Pero ya le compraste su varita a Ginny

—Y te la comprare también a ti— le sonrío

—....Gracias

—¿Qué hay esta tarde? —dijo Potter cambiando de tema rápidamente para ignorar la sonrisa y el sonrojo de su amigo

—Defensa Contra las Artes Oscuras —dijo Hermione en el acto.

—¿Por qué —preguntó Ron, cogiéndole el horario— has rodeado todas las clases de Lockhart con corazoncitos?

Hermione le quitó el horario. Se había puesto roja.

—Alguien está enamorada—canturreo JJ

—Y esa eres tú con Charlie—contraatacó Mione

—No lo niego—mordió una manzana para no hablar más. Terminaron de comer y salieron al patio. Estaba nublado. Hermione se sentó en un peldaño de piedra y volvió a hundir las narices en Viajes con los vampiros. Potter, Ron y JJ se pusieron a hablar de quidditch mientras la niña amarraba su coletero en la muñeca de su amigo.

—No JJ, me estás marcando como si fuera tu mascota—se quejaba Ron

—Si tú lo quieres ver así es tu problema, yo te veo como mi mejor amigo—Ron iba a replicar pero...

—¿Me dejas, Harry? Soy... soy Colin Creevey —dijo entrecortadamente, dando un indeciso paso hacia delante—. Estoy en Gryffindor también. ¿Podría... me dejas... que te haga una foto? —dijo, levantando la cámara esperanzado.

—¿Ahora te tomas fotos con las personas?—se burlo JJ

—¿Una foto? —repitió Potter sin comprender.

—Con ella podré demostrar que te he visto —dijo Colin Creevey con impaciencia, acercándose un poco más, como si no se atreviera—. Lo sé todo sobre ti. Todos me lo han contado: cómo sobreviviste cuando Quien- tú-sabes intentó matarte y cómo desapareció él, y toda esa historia, y que conservas en la frente la cicatriz en forma de rayo. —Con los ojos recorrió la línea del pelo de Potter—. Y me ha dicho un compañero del dormitorio que si revelo el negativo en la poción adecuada, la foto saldrá con movimiento. —Colin exhaló un soplido de emoción y continuó—: Esto es estupendo, ¿verdad? Yo no tenía ni idea de que las cosas raras que hacía eran magia, hasta que recibí la carta de Hogwarts. Mi padre es lechero y tampoco podía creérselo. Así que me dedico a tomar montones de fotos para enviárselas a casa. Y sería estupendo hacerte una. —Miró a Potter casi rogándole—. Tal vez tu amigo querría sacárnosla para que pudiera salir yo a tu lado. ¿Y me la podrías firmar luego?