Capítulo 11 - Luke

29 6 15
                                    

¿Camisa? ¿Camiseta? ¿Qué narices me pongo?

Esta noche nos vamos de fiesta todos, y por todos me refiero a Ashton y su amigo Jan, a Emily y sus amigas (con Joel como apéndice), un par de amigos del acoplado ese y yo. Efectivamente, yo soy el único que no tiene un grupito aquí.

Emily, por supuesto, me reñiría si escuchara mis pensamientos. Sé que la tengo a ella, sé que tengo a Ash, sé que sus amigas me aceptan, pero no hay nadie que vaya invitado por mí, no sé si me explico. Esto ha sido organizado por Ash y Emily, para estar los tres juntos en pandilla.

―Estás hecho todo un fuckboy así vestido, Hemmo.

―¿Voy así, entonces? ―pregunto para asegurarme.

―Sí, claro. Sólo espero que el señor Jenner te deje entrar en su casa ―se burla mi amigo.

―Vete a la mierda, Ash.

Hoy, antes de salir de fiesta, cenaremos con los Jenner. Su familia, Ash, mis padres y yo. Mis progenitores llegaban hoy, pero eran sus amigos, los padres de Emily, quienes les iban a buscar al aeropuerto.

―¿Sabes que ya la han encontrado, verdad? ―pregunta mi compañero de banda cuando salimos de casa.

―¿A quién? No te sigo, hermano.

―A Emily. Las fans. Aquellas fotos que hicieron de vosotros dos saliendo del supermercado dieron mucho de qué hablar. Eso junto a vuestra cenita en el restaurante, donde un par de personas te escucharon llamarla por su apellido, fácilmente relacionable con sus respetados padres, han hecho que hayan dado con su identidad. Twitter arde, amigo.

―Se les pasará ―afirmo, más para convencerme a mí que a él.

Llegamos a casa de los Jenner en coche, con Ash al volante. Emily iba a ir primero para ver a su hermano, así que la veríamos allí.

―Oye, Luke ―habla Ashton antes de salir del coche―, siento mucho si te he hecho sentir incómodo estos días. He estado demasiado protector con Emily, cuando, en realidad, debería apoyarte en todo. Te conozco y sé que jamás harías nada que la perjudicara. Que perjudicara a nadie, en realidad. Sólo quiero que sepas que estoy contigo, siempre ―apoya una mano en mi hombro apretándolo levemente, pero yo lo acerco para abrazarlo.

―Gracias, Ash. Necesitaba estar bien contigo.

―Vamos, que echo de menos la comida de Saskia.

―¿Siguen teniendo a Saskia trabajando para ellos?

Saskia es la mejor de las cocineras. Asistente personal de la gran Nicole Jenner, así como amiga. No difieren mucho en edad, pero sí en personalidad. La madre de Emily siempre va perfectamente arreglada, temo que hasta para dormir. Saskia es la persona más natural del universo.

―Ya no trabaja para Nikkie ―responde obviando que la señora Jenner odia que la llamen así―, en la casa sí, porque sabes que no tiene familia, pero cambió de asistente hace un par de años.

―¿En serio? ―pregunto.

―Sí, ahora tiene a Aaron ―explica llamando a la puerta.

Voy a preguntarle por él cuando la puerta se abre, dejándome ver a Harry.

―¡Luke! ―saluda y se acerca a darme un breve abrazo―. Cuánto tiempo, tío.

Guau. ¡Está cambiadísimo! El pequeño de los Jenner ha perdido parte de su rubio, pero sigue destacando por su cara perfecta. La diferencia ahora es que ha crecido y su cuerpo está ejercitado, convirtiéndolo en un hombre bastante atractivo.

―Iba a llamarte chiquitín, ¡pero me sacas casi una cabeza! ―protesto.

―Han pasado varios años, estrellita. Venga, pasa, que Saskia ha preparado pollo asado por si sigue siendo tu plato favorito.

Lo cierto es que nada supera mi amor por la pizza, pero Saskia... Sí, todo lo que ella cocine es mi comida preferida.

Los señores Jenner están sentados en un sofá y mi madre en otro. ¿Dónde está mi padre?

―Dios mío, Luke, lo bien que te quedaría mi nueva colección masculina ―es lo primero que Nicole Jenner me dice.

―Mamá, no empieces ―dice Harry mirando la pantalla de su móvil.

Mi madre es la primera en abrazarme, susurrándome que papá tenía trabajo, pero que pronto lo vería.

Me suena mal, me suena a excusa.

Me suena a mentira.

―Sabes que es mi manera de decir que estás muy guapo, ¿verdad, cielo? ―comenta Nicole al abrazarme.

―Lo sé, señora Jenner ―sonrío.

―Vuelve a llamarme así y te quedas sin cenar ―bromea señalándome son su dedo.

―Venga, que yo también quiero saludar al chaval ―apunta su marido.

Me saluda con un abrazo y luego saluda a Ash, que está hablando con mi madre.

No hay ni rastro de Emily mientras conversamos en la sala tomando vino, hasta que llega la hora de sentarse a cenar y aparece.

Aparece bajando por las escaleras con un hombre que no he visto en mi vida.


--------------------

Sorry porque sé que es un capítulo muy corto, pero quería que la cena la narrara Emily.

¡Espero que os haya gustado! Aunque sea un poco paja de relleno, lo siento.

¡Nos leemos pronto!

Mírame A Los OjosWhere stories live. Discover now