Capítulo: 24 'Descansen, chicos'

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-Bueno, entonces todo esta dicho. Mañana mismo volveremos a esa casa.-se notaba que estaba feliz. Estaba feliz. Por alguna tonta razón estaba feliz de volver. Dejó de ver a Harry por unos momentos para después poner sus ojos sobre el reloj que estaba colgando de la pared color crema, soltando una maldición después de ver la hora.

-Maldita sea, es tarde, ya casi son las cinco de tarde, ¿cuanto tiempo hemos estado aquí?

Comprobé qué lo que decía era cierto. El reloj marcaba quince minutos para las cinco. Hemos estado hablando en la sala durante casi todo el día. ¿Desde cuándo las horas pasan tan rápido, sin que algunos sepan que no les quedaba mucho tiempo en esta vida?

-¿Bastantes horas, idiota?-Harry contestó en forma de pregunta hacia Louis, burlándose de él.

-Eres un maldito, Harold.

Harry frunció el ceño.

-¡¿Cuántas veces te tengo que decir que no me llames Harold?!-chilló molesto, pasándose la palma de su mano en la cara de manera totalmente frustrada, haciendo reír a Louis.

-Oye, tranquilo, rapunzel.

-¡Louis!-chilló de nuevo. Reí, reí hasta que el estómago dolió y a Harry no le hizo nada de gracia. Se levantó e intentó levantarse del sillón para irse de la sala, siendo jalado de inmediato por la mano de Louis.

-Ya, ya. Lo siento. ¿Qué te parece si mejor hacemos la cena?

Harry puso pose de pensativo, jugando con Louis. Dándole realismo a su pésimo papel, se puso una mano en el mentón, acariciandolo de arriba a abajo mientras que de su boca salían pequeños "Humm". De inmediato Louis le golpeó el hombro para que dejará de bromear.

-Auch. Me dolió, salvaje.

-No me interesa-dijo, encojiendose de hombros para seguir el juego infantil-. ¿Entonces? ¿Vienes o no?

-Ya qué.

Louis señaló a la cocina, rápidamente Liam y yo comprendimos, dirigiéndonos hasta el lugar. Sinceramente pensé que Louis iba a gritarle a Liam para que subiera al segundo piso para que no conviviera con él, pero me equivoque. Por el contrario, le sonrió de lado, dándole un poco de confianza al pobre chico y eso me hizo sentir felicidad. Louis estaba intentando ser amable con él. Aunque eso no duró mucho porque al pasar Liam, le rodó los ojos a sus espaldas y al voltear, se encontró con la sorpresa de que yo lo estaba viendo, segundos después se encogió de hombros, murmurando un "No lo siento". Corrección: Louis estaba tratando de ser amable con Liam... a su manera. Negué divertida, pasando de lejos a Louis para dirigirme a la cocina dónde estaban Harry y Liam. Momentos después ingresó Louis.

-¿Y bien, qué hacemos?-preguntó Harry.

-Uh, oh..., yo no lo sé.-rascó su nuca nervioso-. ¿Qué quieren ustedes?

Una sonrisa orgullosa se hizo presente en el rostro aniñado de Harry.

.

Dos horas después y el reloj marcaba quince para las ocho. Definitivamente nadie, pero nadie, debería dejar a Harry Styles a cargo de la cena. Es más, debería ser un pecado. Un poco más y la casa hubiera sido calcinada por completo... Bueno, talvez exagero, pero Harry era un pésimo cocinero. Los únicos diez huevos que habían en-la-casi-inexistente-alacena-de-Louis, habían dejado de existir gracias al torpe intento de Harry de hacer huevos revueltos. Todo gracias a su muy nulo sentido del olfato, echándole azúcar en vez de sal. Claro, nadie se dió cuenta del pequeño-grande error hasta que lo probaron. Todo estaba listo y servido, con todo el mundo muerto de hambre, y en el momento de Louis dar el visto bueno, seguido por Liam, ambos escupieron todo de regreso a sus platos.

«¡MIERDA, HARRY! ¡ESTO ESTA DEL ASCO!» gritó Louis al mismo tiempo que sacaba su lengua y la limpiaba con un trapo de cocina. «Fue... un buen intento, Harry» trató de alagar Liam a Harry segundos después.

-¡¿Dónde está?!-preguntó con rabia. Su voz sonaba amortiguada gracias a que tenía metida la cabeza adentro de unos gabinetes-. ¡Estoy malditamente seguro que aquí estaba!-su voz se intensifiba a cada momento, hasta que de un momento a otro soltó un grito... un tanto afeminado-. ¡Mierda un ratón!... Ah, no, qué no cunda el pánico, era sólo mi mano duh-río con la cabeza aún adentro del gabinete-. ¡Aquí está!-y de pronto sacó la cabeza del oscuro lugar, con su cabello lleno de polvo y en su mano una caja de cereal-. ¿Ven? Les dije que tenía una guardada.

Y esa fue nuestra cena; cereal de dudosa procedencia con leche a punto de expirar. ¿Qué más podíamos pedir?

Sólo habían pasado unos minutos cuándo el cereal se había acabado. Y nos encontrábamos listos para ir a dormir, o al menos ir cada quién a su recámara.

-Okey, esto es lo que haremos; Summer irá a la recámara extra que esta al fondo, Liam a la mía y Harry y yo nos quedaremos aquí, en la sala.-explicó Louis-. Y, Summer, cierras tu puerta con seguro, no quiero que éste i...-calló al instante en que Harry le hacía mala cara y se corrigió con una sonrisa hipócrita-. No quiero que... Entren mosquitos a tu habitación, te puedes enfermar cariño.

Dimos media vuelta, despidiéndonos con la mano de cada uno y listos para ir a descansar

-Oh, una cosa más, chicos.-llamó Louis, con una sonrisa en su cara-. Descansen, nos espera una gran semana.

Nadie respondió, y sin más, cada quién se dirigió a donde fue asignado. Yo con Liam a mi lado y antes de que entrará al cuarto, le dediqué un suave "Buenas noches, Liam" siendo correspondido de la misma manera.

-Buenas noches, Summer. Que descanses.-el susurro de Liam fue lo último que escuché antes de cerrar la puerta con cuidado, y por si acaso... le había puesto seguro a la puerta.

La Verdad Tras El Suicidio De Niall Horan.Where stories live. Discover now