LA MITAD DE MI. "Sin lágrimas"

CAPITULO 1: Estoy acá - "El día en que llovió"

Mamá me llamó hoy para saber cómo estoy. No tenía muchas ganas de conversar, así que todo fue breve. Ni siquiera recuerdo si le dije cuánto la amo antes de colgar el teléfono, pero estoy bastante seguro de que no lo hice. No he hablado con mi papá por mucho tiempo, e incluso cuando lo hacemos, son solo charlas vacías que dependen del clima o cosas como esas.

Hay muchas cosas que quiero contarles, pero no me animo. Y por miedo a decir: me fui alejando.

Resumo un "Te amo" en un "Te quiero mucho"; ni tanto, en un "TQM" o hasta solo en un "Abrazo, nos vemos". Y no nos vemos, no solo por la distancia. Si no porque, cuando nos vemos: No nos vemos. Todo tiene que ver con lo mismo.

Es difícil de explicar, pero con esto entendí lo que es tener un nudo en la garganta.

Será parte de crecer... pero las cosas por acá cambiaron mucho. Yo ya no soy el mismo. Ya no me siento igual. Podría llegar a decir que, a veces, ya ni me siento.

Me preocupa que mis amigos se olviden de mi nombre; peor aún, me preocupa que a veces sea yo quien se olvida de sus caras o cómo se sentía pasar el tiempo juntos. Incluso aquellos momentos, en los que estábamos recostados por ahí, sin hacer nada. Ahora los extraño.

Sigo atado al pasado, pero trabajando duro por mi futuro. Aunque en noches como esta, donde todo está en silencio6, me pregunto: ¿Y qué hay de mi "ahora"?

Debería estar disfrutando,
estoy acá peleando por mi sueño.
Aunque a veces se siente como si peleara contra él.
Debería estar disfrutando,
pero no sé ni dónde estoy ahora.

Soy un extraño, incluso para mí.
De esos que tratan de encajar tanto
que se vuelven molestos y uno opta por ignorarlos.
Sin embargo sigue gritando, en mi cabeza, y sin parar.

Realmente no espero que alguien entienda cómo me siento.
Por eso no menciono nada de esto.

La mayoría de los que conozco,
está persiguiendo a, y hablando con, un fantasma de mí.
Con el que dejé cuando me fui.
Y yo todavía sigo luchando por ser ese.
Por miedo a que, si lo dejo,
vuelva a ser aquel niño indefenso de pocos amigos.
Ese lleno de sueños.
Que seguramente era más YO,
De lo que he sido nunca.
Ese hombrecito valiente, pura sonrisa,
que un día salió a correr la vida y se perdió.
Aunque seguí corriendo eh. No me rendí.
Porque soy fuerte... No me rendí.

Ahora doy vueltas en círculo y, de hecho,
creo que pasé por mi casa miles de veces.
Pero es que ya no recuerdo como era allá. Como se sentía.
Quizás, por eso ya no extraño. Por eso ya no siento.
Para poder seguir.
Pero No me rindo, pa. No me rindo, ma.
Aunque a veces siento que, "debería estar disfrutando".

Es solo que estoy un poco cansado,
cada vez cuesta más levantarme.

Y aunque ahora los entiendo más,
prefiero decir que entiendo menos.
Porque mientras más sé, más se me desarma la inocencia.
Más me pierdo.

Ahora quiero volver.
Es que juro que creí que podía con todo.
Pero me rompí, pa. Me rompí, ma.
Y hecho agua. Todo el tiempo.

Llevo nubes en los ojos,
y últimamente todo se siente
como si estuviera a punto de llover.
Nublado.

Y puede que hoy, después de tanto, deje que el silencio gane y el agua se rebalse. Vuelva a ahogarme en llanto para desahogar las penas. Que salgan a flote y pueda verlas.

Estoy acá. Al menos una parte de mi. Una que todavía no perdí, pero que está a punto de desprenderse7...

6 Todo menos yo

7 Así comenzó todo