bad boy ━━ [#1] jeon jungkook

『 O82 』

Cuando la motocicleta se puso en marcha temblé al sentir el viento ahora más frío en mis piernas. Por instinto, me abracé aún más a JungKook, creyendo que así conseguiría más calor.

Por supuesto que no hacía la diferencia, pero abrazar a JungKook nunca está de más.

Miraba entretenida y con emoción los lugares por los que pasábamos, imaginándome a dónde iríamos a parar esta vez. Reía ante las miles de ideas locas sobre lo que podría pasarnos en este tramo de la noche.

¿Se imaginan terminar en una mafia de pollos?

Basta, Cleo June. Por una vez la vida debe sonreírte. Nada malo va a pasar.

—¿Qué sucede? —lo miré preocupada cuando lo oí maldecir y lentamente detener la motocicleta a un lado de la acera.

Miré a nuestro alrededor, eran calles no transitadas y con poca iluminación.

Se quitó el casco y una vez más volvía a maldecir. Él suspiró mientras dejaba caer su cabeza sobre sus brazos cruzados en la parte delantera de la moto.

—Soy un idiota. —dijo él.

—¿Qué pasó?

Realmente se veía molesto.

—Olvidé cargar el tanque.

¿Me estaba jodiendo?

—¿Cómo? ¿O sea que no tenemos gasolina? —él negó con su cabeza aún baja— ¿O sea que... tenemos que ir a pie?

Tragué duro porque debía matarme si íbamos a ir a pie. Estos zapatos me matan. Ya estuve «bailando», entre comillas porque pasé más vergüenza que otra cosa,  con las chicas. Mi patitas ya no daban para mucho más.

Él se levantó y negó nuevamente con su cabeza.

¿No?

—Descuida, mi casa está... —dijo pareciendo calcular la distancia. Uy, chico matemático— Bueno, está más cerca que la tuya. —concluyó.

—Pero... —me interrumpió.

—No tengo suficiente dinero para cargar el combustible y no te haré caminar hasta allá, así que te llamaré a un taxi.

No, no, no. Eso significaba irme sin él.

—¿Qué? No. —lo detuve al verlo sacar su celular— ¿Y tú?

—Yo llevaré mi motocicleta hasta mi casa.

—Pero... no quiero que vayas solo. —lo abracé aún más como forma de protesta.

—Kim, tú no aguantarías ir en tacones hasta mi casa.

¿Quién dice que no?

—Puedo. —contradije.

—Kim...

—¡Puedo! —insistí bajando de la motocicleta y parandome firme frente a él.

Nada es imposible para Kim Cleo June, sobretodo cuando la subestiman.

Aún recuerdo cuando le hice cosquillas a ese ganso porque Max me retó a hacerlo. El resultado no fue lindo porque terminé con dos mordidas en mi brazo y en una persecución con tres de esos malditos pollos detrás de mí. Pero, ¿Morí? Claro que no.