Mi vecino misterioso

De idiota a tierno

Verlo entrar corriendo a mi casa hizo que casi hiperventilara. ¿Qué hacía Derek Johnson allí? Patricio seguía sujetándome con fuerza, pues no notó la presencia de mi vecino. Derek tiró de su brazo y al fin pude salir del brusco agarre de Patricio.

- ¡Suéltala, imbécil!- le gritó Derek, parecía otra persona. Él apretó su puño y sin yo esperarlo, le propinó un golpe al desagradable hombre que tenía enfrente. Mis ojos se abrieron como dos lunas llenas.

- ¿Qué demonios te pasa? ¡No te metas en esto, bastardo! - le gritó Patricio, mientras restregaba su mano en la mandíbula golpeada.

- ¡No la vuelvas a tocar, hijo de puta! - Derek estaba furioso, su rostro estaba encendido. Sus facciones estaban sombrías, oscuras. No había rastro del tranquilo y juguetón Derek. Aunque estaba totalmente aterrada, no pude pasar por desapercibido que se veía endemoniadamente sexy así de furioso.

- ¡No puedes venir a mi casa y golpearme! ¡Lo que haga con esta perrita no es problema tuyo! - estaba tan aterrada, que siquiera su comentario pudo hacerme mover. Todo pasó en segundos: Derek se abalanzó sobre Patricio y comenzó a golpearlo con fuerza. Mi mente gritaba que se detuviera, pero mi cuerpo no reaccionaba. Cuando vi que Derek no se detenía, estaba totalmente fuera de sí, pude articular las palabras que quería decir.

- ¡Derek, basta!- le grité, horrorizada. Patricio estaba en el suelo y Derek se detuvo. Mi padrastro se levantó e iba directo hacia él, pero en eso llegó mamá.

- ¿Qué sucede aquí?- Preguntó ella y su rostro reflejaba espanto. Yo no podía contestar, estaba demasiado horrorizada.

- Disculpe, señora. Sucede que su marido intentó agredir a su hija y yo intervine - dijo Derek, agitado. Patricio se había levantado del suelo y de su mejilla rodaba sangre. Mama ahogó un grito.

- ¡¿Qué?!- Exclamó ella, perpleja. Derek iba a responder, pero intervine.

- ¡Así es, mamá! Si no fuera por Derek quién sabe lo que este hombre me hubiera hecho.

- ¡Ese hombre es el padre de tu hermano!

- ¿Acaso no estás entendiendo? ¡Intentó golpearme, Mónica!

- Es lo que un padre hace con una hija -dijo, mirando al suelo. Mi mandíbula caería al suelo, pues no daba crédito a lo que oía.

- ¡Él no es mi padre! ¡Ese imbécil no es mi padre! ¡No puedo creer que me digas esto, Mónica! ¡Se supone que soy tu hija! ¡No puedes dejar que tu novio maltrate a tu hija!- le grité.

- Yo solo la estaba reprimiendo por haberme faltado el respeto -se atrevió a decir Patricio. En eso vi cómo Derek iba a darle otro puñetazo, pero le hice señas para que no lo hiciera.

- ¡Tú me faltaste el respeto primero! ¡Y como quiera no tienes derecho a agredirme!

- ¡Basta, Susan! ¡Pídele disculpas a Patricio ahora mismo!- ordenó mamá. Derek observaba la escena con atención. No podía descifrar lo que había en su rostro, mi cabeza daba vueltas debido a todo lo que estaba sucediendo.

- ¡¿Qué?! ¡No puedo creer lo que me estás pidiendo! ¡Él fue el que iba a golpearme! ¡¿Qué demonios te pasa, Mónica?! ¡¿No ves que este hombre es un imbécil?!

- ¡Hazlo!- me gritó.

- ¡Qué se vaya al infierno!

- ¡Susan McMahon, no le hables así!