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Mi nombre es Jotaro Kujo, tengo treinta años y soy padre de un pequeño niño de cuatro. En profesión soy biólogo marino, y a pesar de mi edad he sabido abrirme espacio en el medio, siempre me ha gustado estar dentro de grandes investigaciones, mismas investigaciones que llevaron a donde estoy.
En una escuela preparatoria de un pueblo olvidado por Dios y a punto de dar clase de biología básica a mocosos que no tienen ni dieciséis años.

No estoy ni remotamente preparado para lidiar con niños, apenas tolero al mío y lo hago solamente porque es mi hijo y no puedo deslindarme de él.
No soy un ser sin sentimientos, en este momento me encuentro totalmente enojado y preocupado.

Apenas había llegado a la escuela y un señor gordito de bigote me recibió en la puerta, parecía ser el director pues traía con él a todo su séquito.
Me saludó con más alegría de lo normal, percibí miradas de enojo de todo el personal administrativo y docente, sin embargo, la mirada más fulminante fue la de un chiquillo de cabello rojo que se notaba que era el más joven de todos.

Platicaba con otro igual de extravagante que él, un tipo que tenía un cabello verde interesante y una bandana que lo sostenía. Los dos se secreteaban entre ellos y el pelirrojo reía sin vergüenza.
Fue el primero en notar mi mirada, el desvergonzado giró su rostro y se llevó del brazo al otro.

Mi primera clase era con los de segundo año, los salones se encontraban en el segundo piso del tercer edificio, me molestaba caminar hacia el último edificio, es más, me molestaba subir escaleras.

Prefería estar en una embarcación en busca de peces preciosos, pero ese mismo recuerdo hacía que mi corazón doliera. Había decidido alejarme de ese mundo y no pensaba dar vuelta atrás.

Dejé de lado esos pensamiento y volví a mi realidad, tenía que dar clase y tenía que ser el profesor más estricto de toda la escuela, quería que los mocosos me tuvieran miedo y pensaran dos veces antes de hacer las tareas de otras materias en mi hora clase.

Llevaba días imaginando mi entrada triunfal al salón, tal vez empujar la puerta con mucha fuerza demostrando mi autoridad o llegar y azotar el maletín contra el escritorio, incluso le había pedido su opinión al pequeño Jouta, él solo dijo que fuera bueno.
A ese niño le faltaba ver desde otra perspectiva la vida, no tomé en cuenta su comentario, cuando vi la puerta del salón que me tocaba decidí hacer ambas, empujé con fuerza, caminé lo más imponente que pude hasta el escritorio y azoté el maletín.
Todos estaban en silencio, había logrado mi objetivo, cuando levanté la vista el chico pelirrojo de la mañana estaba en el fondo del salón con los ojos llenos de sorpresa. No entendía porque él estaba en mi salón. Hasta que lo escuché hablar.

—Disculpe, usted es el nuevo profesor ¿cierto?.

—En efecto y me gustaría saber que hace usted en mi salón.

—Creo que está equivocado, este es mi salón.

—Este es MI salón.

Todos los mocosos tenían la vista fija en nosotros, el pelirrojo se acercó al escritorio y pude notar que era más bajito que yo, su cuerpo era delgado, pero tenía una musculatura perfecta y sus ojos de un extraño color amatista.
Después buscó entre su maletín la hoja con su horario de trabajo, pude leer su nombre en la hoja. "Profestor Noriaki Kakyoin" y parecía impartir la clase de Artes.

—Profesor, permítame su horario.

Como lo llevaba doblado en mi gabardina no dudé en entregárselo, después comenzó a leerlo y pude ver que una sonrisa enorme se abría paso en su rostro.

—Profesor Kujo, su primera clase es en el salón del grupo 1 y este salón pertenece al grupo 4. Los salones no están acomodados por número, el salón que le corresponde está al final de este mismo pasillo de lado izquierdo.

Después me enseñó su horario y noté que, en efecto, su primera clase era con el grupo 4. Con toda la vergüenza que tenía, tomé mi maletín y fui directamente a la puerta.

—Disculpe la molestia profesor Kakyoin.

Cerré con cuidado y fui directo al salón que me correspondía, los chicos generaban mucho ruido, tanto que me molestaban.
Como ahora sí era mi salón pude con toda libertad volver a azotar mi maletín. Sin embargo, los canallas no se callaron. No soy una persona que fácilmente grita, no me gusta alzar mi voz, siento que estoy generando contaminación justo como estos mocosos lo están haciendo. Solo por esta ocasión iba a romper mis principios

—¡Se callan y se sientan!, es mi clase y no voy a permitir que estén brincando por todos lados.

Todos giraron a verme, sus rostros blancos y escuchar los pasos que generaban al correr para volver a sus lugares no me molesto para nada.

—Como sabrán su primera clase corresponde a la materia de Biología, mi nombre es Jotaro Kujo, soy biólogo marino y estoy aquí para importarles la materia.
»Ahora hablaremos de las reglas de mi clase. En primer lugar, la hora de entrada es a las 7 de la mañana, si llegan 7:01 no los dejaré entrar. En segundo, si no cumplen con sus tareas los mandaré directo con su asesor y no podrán estar en mi clase. Y por último, persona que vea que está comiendo, platicando o durmiendo los repruebo en el parcial. ¿Alguna pregunta?.

Con sólo ver su rostro de miedo me daba por bien servido, poco a poco cumplía mi cometido, me sentía orgulloso de mi.

—¡Profesor!, solo una pregunta.

El único con valentía a preguntar fue un joven de cabello extraño, era un corte pasado de moda y el uniforme le venía pequeño.

—Dime tu nombre y tu pregunta.

—Josuke Higashikata, entonces si usted es biólogo marino ¿Veremos tortugas en clase?.

Toda la primera impresión se había caído en un segundo, ¿Qué si veríamos tortugas?. Como le puede importar eso después de todo el discurso que había dado.

—Toma asiento, y vamos a ver todas las especies de tortugas marinas y terrestres que hay en el ecosistema. Ahora, jóvenes absténgase de hacer preguntas así.

Josuke se sentó y su compañero de cabello platinado le dio una ligera palmada en la espalda.
Yo seguí con mis indicaciones.

—El parcial sera dividido en dos exámenes, uno que tendrá valor de cinco puntos de su calificación mensual y otro que les dará otros dos, en total ustedes deben obtener el setenta por ciento en exámenes, los tres puntos restantes será de tareas y trabajos.

Los rostros perdieron aún más color, estaba disfrutando mucho esto de ser maestro. Como ya no tenía nadamas que decirles y quedaban cerca de 10 minutos de clase les dije que en una hoja pusieran lo que esperaban del curso, en realidad era para perder el tiempo porque no las pensaba leer.
A las 8 en punto salí del salón con el montón de hojas bajo el brazo, mi siguiente clase era con los del salón 3, seis clases más y podía irme a casa.

Después de hacer el mismo procedimiento con todos los salones regresé al salón en donde había conocido al profesor Kakyoin, con ellos solo me limité a darles indicaciones y pedirles sus expectativas de la clase. No les dije más, esperaba ganarme su miedo con el tiempo.

En lo que ellos escribían busqué entre las hojas la de Josuke, fue una gran sorpresa ver que solo tenía una frase.

"No nos de clase sobre tortugas por favor".

Llegando a casa haría las clases sobre tortugas más extensa que me permitiera el programa de la materia.

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Hola, hola 💓

Una nueva historia llena de cliché y trama poco interesante.
Espero que les haya gustado el primer capítulo, este capitulo tenía como objetivo que conocieran un poco la personalidad de Jotaro.
Honestamente no estaba segura de publicar algo nuevo, si tengo faltas de ortografía te pido que me corrijas.

Banco de críticas aquí jadjjasjjajdjajaj

Tears (JotaKak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora