Naruto: Mi nombre es Kasa | Iryo-nin Kasa |

Capítulo 4: Confianza y Realizaciónes

Hace dos días, perdí a mi madre y me separé de papá. Mientras estaba perdida, me hice amiga de Obito, el futuro villano malvado del mundo, bajo un montón de escombros. De alguna manera descubrí cómo activar los sellos, dejados por mi madre posiblemente muerta, en mis brazos y aprendí que tengo una habilidad de curación única, cuando se usa, deja cicatrices permanentes. Entonces descubrí que no soy ... realmente una buena sanadora. Obito todavía estaba medio muerto cuando escapamos de los escombros.

Una vez fuera, hicimos planes felices para regresar a Konoha de la mano solo para ser asaltados por un malvado Iwa-nin. El ninja malvado pateó nuestros traseros y trató de robar el ojo de Obito. Oh, también intentó matarnos. Afortunadamente, Tesuri nos encontró y mató al bastardo a sangre fría. Luego procedió a curar a Obito y todos vivimos felices para siempre en una tierra de sol, unicornios y hadas.

No, no me volví loca. Todavía estoy perfectamente cuerda. Soy la persona más cuerda de la sala. Incluso súper cuerda. ¿Aún no me crees? Bien, todavía voy a reprimir mentalmente el trauma de este evento en forma de un libro de colorear para niños, dibujado con crayones de neón y arcoíris… con pegatinas. Pegatinas bonitas y brillantes.

Bromas aparte, no llegamos a Konoha inmediatamente después de derrotar al Iwa-nin. ¿Cómo podríamos? Estábamos en la frontera de la Tierra del Fuego. Llevaría una semana llegar a pie con suficientes suministros como ninja. No solo no tenemos suministros, también tenemos un Uchiha herido con un valioso kekkai genkai y un niño civil completamente inútil.

Para colmo, ni siquiera fue la peor noticia. Lo peor fue descubrir que el Iwa-nin que Tesuri mato era un explorador de un equipo aún más grande. El dicho de una cucaracha a la vista equivale a más fuera de la vista coincidía con nuestra situación actual. Si no nos hubieran conocido, al menos podríamos habernos escondido y esperar. Desafortunadamente, este no fue el caso y nos persiguieron sin apenas tiempo para descansar o curarnos.

"Kasa, cállate y mantente fuera de vista", susurró Tesuri después de hacer lo que pudo por Obito. "Voy a desviar su atención."

Me moví para argumentar en contra de la mala parodia de los últimos momentos de mamá, pero él me tapó la boca con la mano para detener mis protestas.

"Nada de eso ahora. Volveré por ti, pero hasta entonces. Mantente con vida", dijo Tesuri. Rebuscó en sus bolsillos y sacó lo que parecía una extraña cadena de amuletos y lo ató alrededor de mi cuello. "No pierdas esto. Esto te mantendrá a salvo".

"Chico, ¿puedes oírme?" Dirigió la pregunta a Obito, quien asintió con cansancio sin abrir los ojos. "Vi lo que hiciste por Kasa. Te debo una gran deuda, gracias. Por favor, continúa manteniéndola a salvo".

"Je", se rió entre dientes Obito en voz baja. "No hay problema, pero no estoy en las mejores condiciones para hacer nada".

"Si lo peor llega a ser peor, Kasa sabrá qué hacer", respondió Tesuri.

¿Esperar? ¿Qué quieres decir con que sé qué hacer? ¿Hacer qué? Quise preguntar, pero su mano firme permaneció apretada sobre mi boca, impidiéndome hacerlo.

"Recuerda, quédate callada, quédate a salvo. Te encontraré de nuevo", prometió Tesuri mientras me daba un último beso en la frente. Dejó el árbol hueco y cubrió la abertura con varios arbustos del área circundante para ocultar nuestra ubicación.

Quería gritar detrás de él, pero las palabras murieron en mis labios cuando los suyos desaparecieron y el mundo se quedó en silencio.

"No te preocupes," susurró Obito para tranquilizarlo. "Tu papá estará bien."

Estará bien, pero ¿y nosotros? Arrastré los pies incómodamente y abracé mis rodillas para consolarme. Con la frecuencia con la que me abandonan, creo que voy a desarrollar ansiedad por la separación. Escuchamos la persecución en la seguridad de nuestro escondite. Ninguno de los dos dijo nada mientras tratábamos de contar cuántos.