Casi Imposible 2ª temporada Wigetta/Rubelangel

Capitulo 19 ((+18))

CAPITULOS FINALES II/V

Atencion: Este capitulo contiene contenido explisito, para mayores de 18 años, usted queda avisado. Usted tiene la opción de saltar el capitulo, ignorarlo o leerlo. (Usted queda avisado, no me hago cargo si este no es el contenido que usted esperaba, o es un contenido fuerte para usted. HA QUEDADO AVISADO)

Narra Samuel:

-¡Al fin en casa!- Dijo Willy abriendo la puerta de la casa, para luego tirarse en el sofá. Yo lo miraba sonriente desde el marco de la puerta. Parecía tan relajado, como si olivase ese único problema que sabía que lo volvía loco. Me senté en el pequeño hueco que quedaba en el sofá, ya que él estaba recostado en él. Me pase las manos por los ojos, tapándome los ojos con una mano, pensando, pensando… “Si amas a alguien déjalo ir” Wow… Que frase más falsa. Si amas alguien, lucha por el, así debería de ser.
-¿S-Samuel…?- Escuche como preguntaban, quite la mano de mis ojos.- ¿Pasa algo?-Me pregunto, ahora se había sentado, y acariciaba con una mano mi mejilla, preocupado.
-Si Willy, tranquilo solo estaba pensando.- Dije mientras le sonreía. El saco su mano de mi mejilla, y se recostó en mí poniendo su cabeza en mi regazo. Comencé a jugar con su cabello, mientras ninguno de los dos decía nada. Hasta que hablo.
-Sabes… estuve pensando… en lo que me dijiste en la casa de Rubius…- Me dijo. ¿Qué? ¿Qué le había dicho?
-¿Qué cosa?-le pregunte, pues no tenía idea de que hablaba.
-Ya sabes… sobre de…  ¡Vamos Samuel! No me hagas decirlo.- Dijo sonrojadisimo, mientras me daba un leve golpe en la pierna.
-Tío, pero que de verdad no recuerdo.- Le dije.
-Sobre que si me gustaría ir a un hotel… Y creo que no era para lo que la gente usualmente va a los hoteles…- Dijo haciéndome reír.
-Willy, mira si no estás listo, lo entiendo, quiero que…-
-Estoy listo.- Me dijo sin más.
Silencio, un silencio un poco incómodo. ¿Estaba Willy pidiendo…?
-N-No ahora si no quieres claro…- Dijo rápido.
-Guille, ¿Tú quieres?- Le pregunte haciendo que se sonrojase.
-Si quiero, quiero decir, quiero ¡Pero no ahora si no quieres! Pero necesito s- ¡NO ESPERA! No es que lo necesite, quiero decir,- Willy estaba demasiado nervioso, y sin poder evitarlo rompí en carcajadas.
-Tu, tío, Samuel, que así no.- Dijo parándose del sofá.
Tome de su mano, y lo arroje al sofá de nuevo sobre mí.
-Nunca dije que yo no quería.- Le dije en un murmullo al oído.
 
Guillermo se separó un poco, para luego besar mis labios, sus manos se posaron en mi nuca para acercarme más a él. Ambos teníamos los ojos cerrados, nos dejábamos guiar por las sensaciones. Puse mis manos en su cadera, mientras sentía de nuevo, esas sensaciones, la sensación de sus labios junto a los míos, el sabor, y lo que estos me hacían sentir. Tome su cadera haciéndolo sentarse sobre mi regazo, mientras acariciaba sus caderas. Si había algo que me gustaba tanto como sus labios junto a los míos, era la sensación de sus labios sobre mi cuello. Sus labios pasaron por todo mi cuello mientras yo lo acercaba aún más a mí para poder sentirlo mejor. Sus manos fueron a mi espalda, acariciándome de manera desesperada, mientras hacia un movimiento de caderas similar al de ser penetrado. Gemí desesperado al sentir como se movía sobre mi entrepierna simulando penetraciones. Oí como gemía en mi oído.
De un momento a otro, tenía las manos de Guillermo sobre todo mi cuerpo acariciándome desesperadamente, quitándome mi camisa, y mis pantalones, dejándome casi desnudo sobre el sofá. Guillermo continuo besándome el cuello mientras yo lo tomaba de las caderas. A los pocos minutos, sentí como se separaba de mí bruscamente, y se quitaba la ropa el solo. Verlo de esa forma me éxito más de lo que ya estaba. Sus  movimientos al quitarse eran demasiado sensuales como para que resistiese mucho más. Al quitarse toda la ropa, lo empuje una vez más contra el sofá haciéndolo caer de espalda.
Una vez sobre el, tome sus manos sobre su cabeza, y comencé a besarlo salvajemente, de manera desesperada. Baje hasta su cuello dando mordidas, y pequeños besos, mientras oía sus gemidos.
-S-Samuel… Por favor, hazlo.- Dijo Guillermo.
-¿Qué cosa, que quieres que haga? Dilo.- Le dije.
-Follame, por favor Samu, hazlo.- Dijo entre sollozos, y gemidos a la vez.
Con una sonrisa me aleje de su cuello, para luego quitarle la ropa interior. Puse dos dedos dentro de la boca de Guille, quien primero me miro dudoso, pero con un poco de confianza los metió en la boca. Aun con esa imagen tan erótica seguía siendo tierno. La lengua de Guillermo pasaba por entre mis dedos, y los chupaba con fuerza. Sentí como el pre-semen comenzaba a salir de mi, así que rápidamente tire de mis dedos, para alejarlos de su boca.
Lentamente comencé a introducir un dedo dentro de él. Sentía sus paredes apretándose a mi dedo, amoldándose para mi. Guillermo estaba rojo, y no paraba de gemir, y jadear. Sus ojos estaban cerrados con fuerza.
-¿quieres que pare?- Le pregunte.
-¡No! Sigue, por favor, no quiero parar, no ahora.- Metí el segundo dedo, haciéndolos girar mientras veía como las muecas de Guillermo se esfumaban. Ahora no paraba de gemir mi nombre, y jadear sonoramente. Comencé a hacer un movimiento de mete y saca, el cual el siguió animadamente con sus caderas. Sentí como el pre-semen de Guillermo comenzó a chorrear por toda la extensión de Guillermo hasta llegar a mi mano. Saque mis dedos rápidamente y me hacer que a él.
-¿Estás listo?-
-Eh tenido 2 dedos dentro mío, creo que puedo con esto.-
-A lo mejor mis dedos no se asemejan a mi…- No termine la oración al ver como Guillermo abría los ojos como platos.
Entre en el lentamente, mientras notaba como cerraba sus ojos con fuerza, y mordía tan fuertemente, que temí por un momento que se fuera a romper los dietes el mismo.
-¿Quieres que pare? Podemos hacerlo otro día Guillermo, dios, te estoy haciendo dañ…- No me dejo terminar, cuando puso sus brazos alrededor de mi cuello, y me dio un beso casto en los labios.
-Eh, pringa’o estoy bien.- Me dijo sonriendo.- Ahora termina con lo que empezaste.- Dijo dándome otro beso.
Le sonreí una vez más, ¿Cómo podía ser tan erótico y tierno a la vez?
Comencé a dar pequeñas penetraciones, sin salir mucho de él, mientras veía como cerraba sus ojos, y sentía sus uñas en toda mi espalda.
Cada vez salía del más, y me metía más dentro y más rápido dentro de él, sentía el sudor por toda mi frente, y las piernas de Guillermo rodear mi espalda, para poder penetrarlo mejor. Sus paredes se acomodaban perfectamente a mí, apretándome cuando más lo necesitaba. No tengo idea de donde aprendió eso, pero dios, que si funcionaba bien. Sentí que comenzaba a correrme, cuando Guillermo comenzó a gemir aún más alto avisándome que se correría el también. Mis penetraciones comenzaron a ser erráticas, y mas sonoras en el momento en el que sus glúteos y mi ingle chocaban contra él. Seguimos así por un rato, penetrándolo, y el siendo penetrado, hasta que no me contuve, Salí de él, y me corrí sobre nuestros torsos al igual que él.
Guillermo se levantó aun agotado, me hiso acostarme a mí, para luego recostarse el sobre mi mientras me cubría con sus brazos, y luego quedarse dormido.