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Cuando Kei Tsukishima nació Akiteru le prometió a su madre que cuidaría de él, y cuando su padre los abandonó, no hizo más que prometerse así mismo estar siempre para Kei, le gustaba imaginar de que color era el cabello de su hermano y no se lo qu...

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Cuando Kei Tsukishima nació Akiteru le prometió a su madre que cuidaría de él, y cuando su padre los abandonó, no hizo más que prometerse así mismo estar siempre para Kei, le gustaba imaginar de que color era el cabello de su hermano y no se lo quería preguntar a su madre porque decía que perdería la emoción de descubrirlo por sí mismo algún día, también le gustaba adivinar junto al menor de que color sería el señor Rex, aquel peluche de dinosaurio que su hermano tanto adoraba, y no dejaba que nadie tocara

"Nu ne mporta su colol, rex e mi migo" trataba de hablar cuando tenía tres y Akiteru solo le sonreía y cambiaban de tema.

En la primaria recuerda haber sido la estrella y capitán en el equipo de voley masculino de su escuela y haber participado en varios campeonatos, su madre y hermano nunca faltaron a ellos, no fue hasta la preparatoria que él les comentó que no era necesaria su presencia, que se sentiría muy nervioso si asistían.

Y es que irremediablemente no pudo hacer nada cuando el entrenador era quien elegía a los jugadores, nunca dejó de esforzarse por Kei, él era quien lo motivaba a ser un ejemplo a seguir.

"¿Mamá, cuándo iremos a un partido de mi hermano?" era la pregunta que solía hacer Kei siempre que llegaba de entrenar.

Nunca fue capaz de decirle a su hermano que no jugaba aún ni un solo partido, no fue hasta su segundo año de preparatoria que cansado de la situación buscaba evadirla con otros temas.

– Entonces, ¿Cuándo podré ir a verte jugar? – insistía el menor.

–Ya te he dicho que me pondría muy nervioso si tú estás – respondió su hermano, y fue inevitable el puchero que mostró.

–Bueno, cambiando de tema, quiero contarte que hoy, conocí a mi alma gemela – dijo yendo a sentarse a su lado

–¡¿QUÉ?! – su hermano casi saltó en su lugar.

–Perdón, perdón –agitó sus manos para calmarlo – la conocí hoy, pero me evitó

–No te quiere (?) – sonó confundido

–Quizá sólo estaba apurada o avergonzada, no lo sé

Su hermano oía atentamente

– Entonces... Nii-San, ¿puedo buscar a mi alma gemela? – mencionó emocionado.

–Eh? No te parece que estas muy joven aún

–Pero, en mi aula hay varios que encontraron a su alma gemela – otro puchero

–OK, ok, tienes razón, quizá la mía demoró un poco, supongo que también puedes, no olvides ser amable con las niñas de tu escuela.

–Sí, lo soy, no necesito que seas como mamá.

–Eh? Pero, yo sólo te digo lo que a mí me funcionó

–No es cierto, dijiste que pasó de ti – acusó.

–No es así - refutó

–Si lo es, le diré a mamá que mientes nii-san - señaló a su hermano parándose de donde estaba sentado.

Corrió dentro de casa con Akiteru siguiéndole, pero se encerró en su habitación antes de que lo atraparan.

Akiteru se quedó fuera de su puerta con un único pensamiento.

"Al menos olvidará por algunos días el tema de irme a ver jugar"











Ok, estoy muy emocionade por este proyecto, acabo de tener un golpe artístico y decidí aprovecharlo, no quería subir este capítulo hasta tener avanzado al menos la mitad del siguiente, y, agrego esto para indicar que subiré capítulos 1 o 2 veces por semana, los martes y viernes, o solo los martes, la u aveces me quita tiempo, equis, espero que disfruten leyendo esto tanto como yo disfruté escribirlo, igual el concepto original es de @teddy_blues_1003 (usuario en tiktok por si quieren ir a seguirlo), otra vez, disfrútenlo y gracias 💖

~Al

Pecas - TsukiyamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora