Serpentine, ch. 29

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Él no dijo nada, se mantuvo con la mirada agachada hacia sus manos, sus ojos hinchados por las lágrimas. 

"La primera vez que llegué aquí tenía un miedo atroz al Señor Oscuro. Pero eso ha cambiado en casi todo. Él y yo hemos ido ganando algo de confianza con el otro, y mediante esa confianza, el Señor Oscuro me ha dejado ver un lado distinto de él. En primer lugar, he descubierto su gran pasión por el conocimiento, justo como la mía. Aún le temo, aunque; sería estúpida si no lo hiciera, pero con el tiempo he conseguido a respetarle, también."

Harmony no estaba segura de lo que le había llevado a decirle la verdad, pero tampoco podía pensar en razones para no hacerlo. Draco escuchó, y cuando ella terminó, se sacudió levemente, no sabiendo qué más decir. 

"Eres un poco rara, ¿no?" Dijo cuando pasó un rato. "No eres como ningún Slytherin de Sangre Pura que haya conocido antes, y definitivamente no eres nada parecida a un Mortífago. Eres demasiado comprensiva, y malditamente compasiva. Si yo fuera tú, me habría mandado a la mierda, pero no lo has hecho. Me recuerdas a —aunque suene mal— pero me recuerdas a mi madre."

Harmony le miró con una sonrisa. 

"Estúpido, ¿cierto?" Afirmó Draco. "¿Sabías que mi madre no es un mortífago? No tiene la Marca Tenebrosa."

"¿De verdad?" Exclamó Harmony sorprendida. 

"Se niega a dar su lealtad a cualquiera que no seamos yo y papá, dice."

"Eso... es dulce."

"Seguro," dijo Draco, y lo pensó durante un momento. "Mi padre está recordándome constantemente lo mucho que me parezco a ella."

"Que te pareces a tu madre" Harmony abrió la boca, levantó la ceja, y después rompió a reír. "¿Tú? ¿Comprensivo y compasivo?"

Draco la miró fijamente. "No. No así. S-Se supone que es un insulto, ¿vale? No es fuerte y despiadada como mi padre, no como un mortífago debería ser."

Harmony apartó el brazo de él. "Puedes ser compasivo y también ser fuerte, Draco."

Draco la observó, cerrando los ojos con incertidumbre. "Definitivamente eres otra cosa, Hangleton." 

Al día siguiente, Harmony volvió a las clases, y continuó inexitosa como la semana anterior. Aunque estaba cerca. Podía sentirlo. El pozo del poder estaba a punto de desbordarse. Pero justo cuando pensaba que iba a llegar a su objetivo y provocar un Máxima, la barrera mágica la obligaba a retroceder. 

El Maestro también sabía que estaba cerca, y se haba asegurado de dejarle clase que era su miedo el que no la dejaba atravesado. Harmony admitió muy dentro que a lo mejor tenía razón. ¿Y si el poder era demasiado para ella? Muchos magos habían muerto del cansancio intentando aprender el conjuro, así que tenía derecho a estar inquieta. 

Harmony estaba sometida a una cantidad enorme de estrés y los insultos de su Maestro comenzaban a pesar en ella. Cuando uno de sus comentarios la golpeó de forma personal, sintió un impulso estúpido que ya no podía retener. 

"¡No soy inútil!" Gritó hacia él. Mentalmente se golpeó por el arrebato. Lo había llevado muy bien hasta ahora mordiéndose la lengua. 

Su Maestro se calló al momento, mirándola fríamente. 

Ella se mordió el labio pero su ridículo orgullo evitó que se disculpara. 

"¡De nuevo!" Ladró, girándose y alejándose de ella. 

Harmony soltó la respiración que había aguantado y se preparó para el siguiente ataque. 

Lucius Malfoy llegó a la mansión Riddle un día solo. Explicó que Draco tenía "práctica intensa de Aparición" en la escuela, pero tenía una expresión de desagrado extremo hacia él. Harmony se alegró por haber salido de su conversación. Había tenido suficiente amargura por hoy, y solo esperaba que empeorara cuando Lucius se fuera. 

ꜱᴇʀᴘᴇɴᴛɪɴᴇ ꜱᴇʀɪᴇꜱ | ᴛᴏᴍɪᴏɴᴇWhere stories live. Discover now