The Devil is Beautiful |H.S - A.U.| (+18) -Corrigiendo-

8. TRABAJO NUEVO -2° PARTE-

Capítulo 8.

((Capítulo editado))

Las piernas me temblaban, no estaba segura de lo que iba a hacer, debía pensar las cosas antes de actuar, para la próxima. Antes de llegar a donde está el hombre, pensé rápidamente en lo que debía y no debía decir, en lo que podría y no funcionar. Jamás había forzado tanto a mi mente hasta ese momento. Sabía que Harry estaba cerca, él me lo había dicho, pero ¿Qué pasaba si el tipo se daba cuenta? Podría llevar una navaja, o un arma y entonces Harry no podría ser tan rápido como para salvarme.

Afortunadamente para mí, la morena de antes se alejó después de que él le pasara dinero y ella besó su mejilla, despiendose.

Continué mi camino hasta el hombre y me quedé descuidadamente a su lado, sin mirarlo. Fue allí donde los nervios me invadieron y quería salir corriendo, ¿Podría hacerlo? Harry me estaba vigilando, y dos de sus amigos. ¿Sería estúpido de mi parte si hago el plan de modo incorrecto? Si llevo al tipo por otro lado y aprovecho para salir corriendo. ¿Cuánto tiempo tardarían en atrapare?

Noté la mirada del hombre sobre mí, permanecí quieta en mi lugar, tratando de no moverme, sin embargo sentía que temblaba cuan gelatina. Moví un poco la cabeza para mirarle, me sonrió ampliamente y traté de hacer lo mismo.

— ¿Estás sola, preciosa?— preguntó de pronto el hombre.

Se acercó unos pasos hacia mi y temí un poco. No me sentía segura. Tragué saliva y me obligué a mirarlo.

—Algo así.— respondí simplemente.

Intenté tragarme el miedo, intenté que no se notara mi nerviosismo. Sonreí apara aparentar, solo esperaba que el tipo no se diera cuenta de lo inexperta y torpe que estaba siendo.

— No creo que este sea el mejor lugar para que una niña linda ande sola ¿No crees, cariño?— susurró acercándose a mi oído.

No podía ignorar la alarma en mi cabeza. "Espacio personal" Necesitaba alejarme, respiré intranquila y torpemente retrocedí un paso, sintiéndome incómoda. Sonreí nerviosa y miré al rededor. No veía a Harry.

— ¿Quieres una bebida, preciosa? Yo invito. — acercó su mano para retirar el cabello que le impedía verme la cara por completo.

—Te lo agradezco, pero no bebo alcohol.— traté de sonar tan amable como pude.

Prefería evitar cualquier cosa que viniese de él. El hombre tocó mi hombro, bajando lentamente su mano por mi brazo, causándome un estremecimiento, quería llorar.

— Oh, vamos, insisto. No necesita tener alcohol.— sonrió triunfante.

Si me negaba, él podría alejarse y yo no habría cumplido con mi nuevo trabajo. Lo último que necesitaba era decepcionar a Harry, no sabía qué iba a hacerme si hacía esto mal.

El hombre llamó al bar man y le pidió un trago para mí y uno para él. El hombre nos trajo el pedido rápidamente, el hombre tomó el suyo y lo llevó a sus labios, bebiéndolo rápidamente. Una sonrisa tensa me abandonó cuando me di cuenta que yo también debía beber el mío. Pude notar que estaba ligeramente borracho cuando puse atención a sus ojos rojos. Indecisa, tomé mi trago, dejando que el líquido resbalara por mi garganta y le miré sonriente. El hombre se acercó más a mi y entonces noté el ligero olor a alcohol en su cuerpo y aliento. Fruncí la nariz, me desagradaba el aroma.

¿Cómo debía hacerlo? ¿Cómo hacerle salir? ¡Maldición! Debía llevarlo a la salida trasera ¿Cierto? Mierda, los malditos nervios.

— No me has dicho tu nombre, preciosa. — dijo seductor, intentando abrazarme por los hombros.