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Harry y Olimpia obtuvieron el alta al otro día y la familia no daba más de felicidad. En el auto Louis manejaba y Harry iba en el asiento trasero mirando a su bebe dormir en el huevito.
La cachorra era hermosa. Había nacido con el cabello bien oscuro y Louis culpaba a Harry, aunque desde un principio deseo que tuviese aquellos amados rizos. Su nariz era respingada y chiquita, una nueva obsesión de los padres. Sus labios eran rosas y regordetes y sus ojos, sus ojos estaban de un color gris, sabían que serían claritos, pero aún no se definían.

Cuando frenaron frente al edificio el alfa fue el primero en bajar, apurándose por abrir la puerta de Harry. Ayudo al omega a salir y luego tomo el portabebés, y lo tres, como una familia se dirigieron al departamento.
Al entrar ambos largaron un suspiro de alivio, aunque solo fueron dos días extrañaron su casa. El alfa tomo el bolso que Harry llevaba y lo dejo sobre la mesa, apoyando el portabebés aun lado. Sonrió enorme cuando vio a su cachorra despierta y la tomo en brazos, todo bajo la enternecida mirada del omega.

-Me voy a bañar.- Dijo Harry bajito.- ¿Estas bien con ella sola?- Pregunto y Louis volvió la mirada a su hija.

-Emm si obvio si.- Respondió nervioso y el omega sonrió.

-Me baño rápido.- Aseguro y después de darle un beso en los labios a su novio camino al baño.

El alfa miro a la cachorra en sus brazos, quien se había quedado mirando su rostro. Le sonrió y la levanto un poco para poder besarle la nariz y su sonrisa se ensancho cuando la pequeña manito toco su mejilla.

-Hola mariposita.- Dijo y volvió a besarla.- ¿Vamos a esperar a mamá al sillón? ¿Sí?- Pregunto con una voz de bebe que lo sorprendió cuando se dio cuenta.

Saco el pensamiento de su cabeza y camino hasta el sillón. Se sentó y acomodo a la bebe acostándola a lo largo en uno de sus brazos y con su mano libre delineo los pequeños detalles de su rostro, acariciando con la yema de sus dedos la piel blanca y suave.

Se asustó un poco cuando su hermoso y tranquilo rostro se convirtió en un puchero y mejillas rojas, y se puso más nervioso cuando empezó a llorar.

-No gordita no llores.- Susurro meciéndola sin saber realmente que hacer.

-Acá pásamela.- Hablo un Harry agitado con el cabello mojado, un jogging y una remera suelta.

-Pe-perdón.- Dijo el alfa bajito pasándole a la bebe.

-¿Perdón por qué? ¿Qué paso?- Pregunto confundido acomodando a Olimpia en su pecho.

-Po-porque llora y no sé qué hacer.- Contesto tímidamente y el omega lo miro con ternura.

-Está bien amor.- Se sentó en sus piernas.- Yo tampoco sé que hacer pero vamos a ir aprendiendo.- Louis asintió lento.

La bebe comenzó a quejarse y llorar aún más. Louis iba a hablar pero se quedó callado al ver como Harry tímidamente alzaba su remera y acercaba a la bebe a su pecho, siseando bajito cuando ella lo tomo.
Se acomodó mejor en el sillón y empujo a Harry por los hombros hasta que quedo acostado con la espalda contra su pecho. Lo rodeo con sus brazos en la cintura y apoyo el mentón en su hombro, mirando directamente a su hija.

-Que loco todo esto.- Dijo bajito y el omega asintió.

-Somos papás.- Susurro Harry y Louis sonrió.

-Sí, somos papás.- Repitió y llevo su nariz a la marca de su omega.

Estuvieron un rato más viendo a la bebe dormitar mientras era alimentada y sonrieron cuando se separó de su mamá y bostezo. Harry acomodo nuevamente su remera y la acostó sobre su hombro para sacarle todo el aire. Cuando termino la tomo suavemente por la axilas y levanto a la bebe haciendo que quede frente a sus rostros.

-Hola Oli.- Le dijo con una sonrisa y le beso la nariz.

-Es muy chiquita.- Hablo Louis tomando la manito de su cachorra.

-Es hermosa.- Agrego Harry y ambos asintieron.

Volvió a acomodar a la bebe en sus brazos y le puso el chupete, dejando que finalmente se duerma mientras tarareaba una canción bajita.
Esa noche durmieron los tres en el nido. Louis abrazando a Harry por los hombros y este abrazando a la bebe en su pecho.
Y quizás no eran conscientes de cuanto sus vidas habían cambiado, pero la felicidad y el amor que sentían en ese momento superaba cualquier cosa que pueda pasar.

Color de rosas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora