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—Señorita Seojeong, le presento al asistente del señor Choi San, él nos ayudará a terminar de arreglar todo —. Aclaró una vez que la chica estaba frente a ellos con una mirada amable.

—Mucho gusto, yo soy Lee Seojeong, el señor Lee es mi padre —. Se presentó la joven mirando con dulzura al menor de cabello rubio.

—El gusto es mio, yo soy Jung Wooyoung —. Dijo con tranquilidad.

Al menos ahora no se iba a sentir tan nervioso puesto que había una chica y ahora eran tres.

—Bien, Wooyoung, tú me ayudarás con las sillas y luego a preparar los bocadillos junto con Sunghyun, ¿entendido? —. Explicó la chica.

El menor, sin decir ni una sola palabra, se limitó a asentir con la cabeza para luego ponerse a hacer lo que la joven le había indicado. Se sentía raro estar recibiendo órdenes por parte de una chica pues ya se había acostumbrado a la manera en que su jefe le indicaba lo que debía realizar.

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—En realidad, sólo soy su hija, no trabajo en su empresa porque no es lo mío. Tengo un trabajo que me gusta así que... No veo el por qué dejarlo —. Sinceró la joven con una sonrisa.

Seojeong le había estado contando a Wooyoung un poco de su vida, pero sin muchos detalles. El menor solamente se limitaba a escuchar y contestar las preguntas que la joven le hacía, debía admitir que estaba un poco incómodo ya que ella lo tocaba mucho y no paraba de hablar.

Miró la pantalla de su celular y una sensación de "tristeza" llegó a su ser al notar que no tenía ni un mensaje de su jefe o de alguien más.

—Wooyoung —. Habló el pelicafé obteniendo cono respuesta la atenta mirada del mencionado. —El señor Lee quiere hablar contigo —. Aclaró.

—Esta bien —. Mencionó comenzando a seguir al pelicafé sin más.

—No es nada malo, así que no estés preocupado —. Aseguró Sunghyun mostrando una sonrisa una vez que ambos estaban frente a una puerta color café.

El menor asintió no muy convencido por ello y tocó la puerta dos veces para después escuchar un "adelante" y acatar la orden.

Frente a él pudo divisar la silueta del hombre, el cual estaba de espaldas mirando unos documentos.

—¿Qué eres de Choi? —. Preguntó el mayor de golpe tomando por sorpresa al menor de cabello rubio.

Esa pregunta le había dejado sin palabras, estaba en blanco.

—Soy... Soy su asistente personal, o al menos eso me dijeron cuando me dieron el trabajo —. Confesó mientras mantenía su vista en el escritorio.

El señor Lee se giró para verlo y asintió sin decir nada. Tomó asiento a la vez que le indicaba al contrario que se sentara.

—¿Sabías que eso es raro? —. Dijo el hombre. Wooyoung sólo frunció el ceño al no entender las palabras del superior. —Bien. Por lo visto no lo sabes, así que te lo diré porque no quiero que algo malo te pase —. El contrario asintió.

—¿A qué se refiere exactamente? —. Cuestionó el menor sin llegar a entender nada.

—Bueno, en primer lugar, es raro que Choi traiga a una persona, a parte de Park, a Londres sólo porque es su asistente. Todos han sido despedidos antes de que Choi hiciera sus viajes —. Confesó el mayor. —Pero ese no es el caso, Choi no tiene nada que ver en lo que te diré —. Aseguró.

Bien, ahora Wooyoung estaba más perdido que nunca.

—¿Entonces?

—Choi no a hecho nada malo y en contra de la ley, sino...

Lo intenté // SanwooWo Geschichten leben. Entdecke jetzt