Otra realidad (En Edición)

Disconformidad.

"Chica Tonta" Le reprochó Damián sin mirarle a la cara, mientras caminaban en busca de un hotel donde quedarse que, para ser las Vegas, estaba muy desolado.

"¿Disculpa?" Raven habló con incredulidad, no le importaba saber porque la había llamado así, pero no permitiría que él le hablará de esa forma.

"¿Dejarás que cada imbécil que pase te trate de esa manera?"

Damian paro su paso, haciendo que ella también lo hiciera.

Pronto su mirada hostil de Raven cambio a una de confución cuando Damián la veía con molestia y desacuerdo.

"¿De que demonios hablas?"

Raven cruzó sus brazos, frunciendo el ceño. Trataba de recordar que era lo que había hecho para que Damian se pusiera de esa forma con ella, pero mejor esperaría que replicara él.

"¡Te miraba sin pudor alguno y tú no hasiste nada!"

Le gritó con furia y lo haría más fuerte si no fuera porque tenía 'modales'. Damián estaba claramente enojado por como actuó Raven con aquel bartender asqueroso, literalmente no hizo nada al respecto y eso no lo toleraría Damian, no con él presente.

Raven jadeó con indignación, parpadeando varias veces escéptica, buscaba la manera de confirmar que si estaba ayudando a un chico que no conocía, en medio de las Vegas buscando a una persona mágica imposible de localizar y, que por en cima de todo, la jusgaba por sus actos.

"No discutiré eso contigo, ni ahora ni nunca"

Siguió con su paso ignorando el reclamo de Damián. Busco con la mirada a su alrededor con desesperación, algún hotel que la liberará del imbécil de Damián.

Pero un fuerte agarré en su hombro, la obligó a voltearse con tosquedad.

"Eres una tonta, cualquiera te mirara y te dirá cosas repugnantes y tú..."

Sus palabras fueron cortadas bruscamente por un golpe en sus partes bajas sin piedad alguna.

Cayó de rodillas al suelo, tomándose dónde había sido su violentó golpe y su rostro no podía evitar demostrar dolor.

Raven sonrió satisfecha y continuó en su marcha, dejando a Damián atrás sin preocuparse por lo que le podría pasar. Él podía cuidarse solo ¿No?

'imbécil'

Damian, más enojado que antes, se paró del suelo aún con dolor, y corrió como pudo hacía Raven; esa bruja se las iba a pagar.

Estaba que echeba humo; iba a colapsar de furia pura. Nadie en su vida lo había humillado de tal forma, cayó muy bajo y, de eso, nadie salía ileso.

Con fuertes y grandes zancadas alcanzó a Raven y la tomó de su muñeca haciendo que ella lo  volteara a ver brusca y obligatoriamente.

Raven se sorprendió por el jalón que no pudo evitar dar un grito y abrir sus ojos como platos dando dos pasos para adelante, pegándose más a Damian.

"Las pagarás niña bruja" Exclamó Damian con rudeza y furia, su ceño fruncido era más profundo y se pegó más a Raven a su cuerpo, quién se resistía y trataba soltarse de él. Sin embargo su resistencia fue en vano, pues Damián era mucho más fuerte.

"Sueltame, te lo advierto" Amenazó Raven y entrecerró sus ojos sacando discretamente energía morada de sus dedos, dando a entender que su advertencia iba en serio.

Pero antes de que Damian pudiera decirle algo, sus sentidos lo pusieron alerta y, por inercia, empujó a Raven con rapidez y él dió dos pasos hacia atrás.