Capitulo 63: Not-So-Happy Birthday

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-De ninguna manera- dijo Sirius palideciendo drásticamente, ahora tan pálido como le gustaba intimidar a Severus por serlo. Un escalofrío recorrió el cuerpo de Sirius, el último accidente de pociones que había tenido que investigar fue el de Lovegood, años atrás justo después de volver de los Estados. La madre había muerto, la niña lo había visto pasar y estaba inconsolable. Todos lo habían estado y no ayudaba el hecho de que ella era más joven que sus propios hijos en ese momento. Sabía que Luna era amiga de Harry ahora y ya no era tan joven.

-Le puede pasar a cualquiera, Black- dijo Severus a la defensiva.

Sirius no contestó su mente superada en el horror recordando uno de los peores casos de su carrera como Auror. Rogó a Merlín que Harry estuviera bien, se apuntaló para lo que iba a ver. Tragando grueso, su corazón latía como un tambor errático mientras continuaba siguiendo a Severus por las escaleras y entrando en un dormitorio.

Sirius dejó escapar un gemido cuando vio a Harry, sonando más como Padfoot que como humano en ese momento. Se sintió mal del estómago, ¿qué había pasado para causar esto? Si alguien se lo merecía menos era Harry. Habría soportado el dolor y las heridas por él, si hubiera podido, desgraciadamente no podía. Tenía un goteo conectado a su brazo, que le suministraba fluidos, algo que no se veía a menudo en el mundo mágico. Sin embargo, Remus le había dicho que así es como se curan todos los pacientes en el mundo muggle. -¿Cómo está?- preguntó Sirius, dirigiéndose al sanador que estaba al lado de Harry. Sirius apartó los ojos, incapaz de seguir mirando el daño que le habían hecho a su ahijado. Nunca le había preocupado que Harry se hiciera daño con Pociones, siempre había parecido tan... brillante en ellas. Había creado pociones por el amor de Merlín.

Andy miró al recién llegado, reconociéndolo por haberlo tratado hace apenas unos meses. Era uno de los muchos heridos en lo que llamaban la batalla del Ministerio. Había sido uno de los pocos en mejor estado y que pudo salir bastante rápido. Miró a Severus inquisitivamente, ¿se le permitía ponerle al día sobre el estado de Harry? Él le devolvió la mirada con un gesto adusto, así que ella le contó lo que ocurría. Era un auror, así que le contó como le contaría a cualquier auror la enfermedad de un paciente. -Ahora mismo está mal; tiene sepsis y está sometido a un tratamiento de antibióticos-.

-¿Cómo está su brazo?- preguntó Severus, Andy le había quitado el hueso del brazo, ya que la rotura no había cuajado bien cuando ella usó el hechizo en las mazmorras. Lo cual no les preocupaba, lo principal era el hecho de que su columna vertebral se había reparado correctamente y estaba volviendo a la normalidad. Probablemente se encontraría acribillado por el dolor de vez en cuando, pero considerando la alternativa era preferible. La rotura había sido bastante alta, por lo que podría haberle paralizado por completo, no sólo de cintura para abajo.

-Está como nuevo-, dijo Andy, el Skele-Gro había hecho su trabajo como siempre. La mayor parte de las veces acababan teniendo que utilizarlo, cuando las roturas no se curaban tan bien como esperaban. Como anoche, cuando le quitó los huesos que no habían sanado bien y le dio la poción. Por suerte, Harry había estado prácticamente fuera de combate todo el tiempo y no la sintió. Aunque el otro dolor habría hecho que su brazo pareciera un juego de niños.

La sanadora le quitó el Clingfilm con delicado cuidado, no queriendo lastimar más a Harry. No ahora que por fin estaba descansando en paz, dormir era lo mejor para él en estos momentos. Una vez quitado, retiró la pasta, ignorando las arcadas que venían de su lado. No era un espectáculo bonito, pero uno pensaría que un Auror tendría más compostura. Sabía que era diferente cuando conocían a la persona, así que se abstuvo de decir nada. -Voy a poner un bálsamo que ayudará a combatir la infección; desgraciadamente significa que no podemos poner más pasta para quemaduras hasta dentro de media hora. Hasta que se haya filtrado en su piel, y haya comenzado su trabajo-. Dijo Andy en voz baja, mientras colocaba la pasta usada en la papelera; ya no le servía a nadie.

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