𝚄𝚗 𝚏𝚒𝚗𝚊𝚕 𝚏𝚎𝚕𝚒𝚣 - 𝙴𝚛𝚎𝙼𝚒𝚔𝚊

Capitulo 2: Un nuevo comienzo

Pov Eren

Cayo en mis brazos como una hoja del árbol en otoño. Debe sentirse cansada, angustiada y estresada por todo lo que le hice pasar.

Me siento la peor persona del mundo, pero valió la pena. Todo volverá a la normalidad a partir de hoy.

Todo paso muy rápido. Lo que tenía frente a mis ojos, fue tapado por niebla, y de la nada, aparecimos frente a toda la legión y habitantes de Marley.

-¡Eren, Mikasa!- Escuche gritar al capitán Levi.

-Capitán...- Dije bastante apenado, ya que era consciente de que todo lo que tuvieron que pasar, fue nada mas y nada menos que mi culpa. No tenía el valor de verlo a los ojos.

-¿Que le paso a Mikasa? ¿¡Que le haz hecho!?- Dijo bastante exaltado.

Mi cara de confusión y molestia ante sus palabras fue bastante evidente.

-Creo que no estoy en la posición de decir que sus palabras me ofenden, capitan, pero no le he hecho nada, solo se a desvanecido por el cansancio.

-Tu y yo tendremos una conversación larga cuando regresemos a Paradis. Se consciente de que todo esto traerá consecuencias.- Dijo sin mas. Se dio media vuelta y se fue.

-Lo sé capitán... Se que esto traerá consecuencias.- Dije muy bajo.

Yo también estaba bastante cansado, así que decidí sentarme en el suelo con Mikasa aun desvanecida en mis brazos. Lo mejor será dejarla descansar.

Al cabo de unos minutos mirando hacia la nada, escucho una voz muy especial para mi desde hace muchos años.

-¡Eren!

Levante mi mirada, asustado de ver la cara de alguien que lastime hace relativamente poco con mis acciones. Tenía miedo de que sienta odio hacia mi.

-Armin...

Lo vi. Vi como se despojo de su equipo tridimensional, acelero su paso y corrio hacia mi, con una sonrisa y lágrimas en los ojos.

-¡Me tenías tan asustado, idiota!- Cuando llego a mi, me abrazo sin cuidado, sin darse cuenta que Mikasa estaba en mi regazo. Yo también lo abrace.

-Estoy bien, todo esta bien ahora. Tranquilo.

De repente, dio un salto al darse cuenta de que había alguien sobre mi regazo.

-¡Oh, lo siento! No me había dado cuenta de que Mikasa estaba, fue tanto el alivio y emoción al verte que ignore mi alrededor.

-No te disculpes.- Mire hacia abajo y con mi mano, acaricie los cabellos negros de Mikasa.- Estaba tan cansada que simplemente se desvaneció sobre mi.- Reí un poco por los nervios que sentía en ese momento, ya que todos me miraban a lo lejos.

Todas esas personas que me rodeaban, se veían felices, sorprendidas, se estaban reuniendo con sus familias, abrazándose, saltando y gritando de alegría, ya que los titanes eran parte de nuestro pasado.

Gracias a Mikasa, nadie murió o paso a mayores. Solo veo gente feliz.

-Eren.-Levante mi mirada hacia Armin.- Lo lograste, ya no existen los titanes y podremos tener una vida fuera de los muros.- Sonrió. Nunca lo había visto tan feliz, ni siquiera cuando conocimos el mar.- Gracias.- Y volvió a abrazarme, solo que esta vez con mas cuidado.

-Ey, idiota.- Ya se me hacia que estaba muy tranquilo todo.

-¿Que quieres, cara de caballo?

-Tu no me importas, tranquilo. ¿Mikasa esta bien?

Ya quiero ver su cara cuando se entere de todo lo que paso entre ella y yo.

-Si, ella esta bien, solo esta descansando.

-Si le pasaba algo por tu culpa, te mataba.

-¡Bueno chicos, calmados por favor!- Era Hange. No pude evitar sonreir al escucharla con su alegría tan característica de ella.- Hola, Eren.

-Hola, Hange.- Le dio una sonrisa sincera.- Me alegro de que te encuentres bien.

-¡Claro que me encuentro bien!- Sonrió. Se le notaba mas feliz de lo normal.

Detrás de Armin y Hange, se encontraba Connie, Sasha, Annie, Reiner, Pieck, Levi y los niños que había visto hace tiempo también. Creo que se llamaban Gabi y Falco.

-Creo que tenemos que hablar.- Menciono la comandante.- De camino a casa, si no te molesta.

-Por supuesto, comandante.

Agarre a Mikasa en mis brazos y me levante del suelo. Ya que había provocado un caos, debería ayudar a los habitantes por si necesitaban alguna cosa.

-Por mientras descansa, Mikasa.- Baje un poco mi cabeza y le di un beso en la frente.

A partir de ahora, sera un nuevo comienzo.