𝙻𝚒́𝚖𝚒𝚝𝚎𝚜 [𝚂𝚎𝚟𝚖𝚒𝚘𝚗𝚎]

Confusión✳

Severus

En cuanto el hechizo de Hermione pasó, corrí a su lado. Estaba claramente dolorida, un dolor que yo conocía muy bien, gracias al señor oscuro y su pasión por causar dolor...

Lágrimas silenciosas corrían por su rostro y sus ojos estaban cerrados.

"Hermione. Hermione ¿me oyes?" Pregunté con ansiedad.

"Severus" graznó "lo siento mucho"

Le aparté un trozo de pelo que le había caído sobre los ojos."Shhh, está bien". La tranquilicé.

"Sé que tienes un dolor inmenso pero tendré que llevarte de vuelta a Hogwarts". La atraje con cautela entre mis brazos y ella dejó escapar un grito. "Shhh, sé que te duele, pronto se acabará" se hizo un ovillo y apretó mi túnica.

En cuanto entramos en Hogwarts la llevé rápidamente al ala de hospitalización y la coloqué en un catre.

"¡Poppy!" Grité. "¡Es una emergencia!"

"Merlín, Severus, no puedes gritarle así a la gente lo que..." dejó de regañarme en cuanto vio a la sangrante y apenas consciente Hermione. "¡Qué le ha pasado a la pobre chica!" Preguntó mientras ejecutaba hechizos de diagnóstico e invocaba frascos de los armarios.

"Mortífagos" gruñí pasándome una mano por el pelo. Hermione seguía girando de un lado a otro. De vez en cuando se le escapaban algunos gemidos y gritos de dolor.

Es extraño que la maldición dure tanto.

"Poppy ella fue golpeada con la maldición cruciatus pero algo es extraño en ella... parece durar más que el hechizo original".

Poppy asintió mientras vertía diferentes pociones en su garganta. Pronto Hermione dejó de retorcerse y se aquietó.

"¿Qué le has dado?" Pregunté, con preocupación en mi voz.

"Es una corriente de aire para dormir, Severus. Relájate, está bien, sólo está dormida". Intentó calmar mis nervios antes de empezar a curar sus huesos rotos y sus magulladuras.

"Tendrás que esperar fuera, Severus" dijo la bruja mayor "Tengo que desvestirla..." explicó.

"Entiendo. Pero no la dejaré. Estaré esperando detrás de la cortina". Y yo hice lo que había dicho. Después de unos minutos escuché un grito ahogado.

"¿Poppy? ¿Está todo bien?" Sin saber si salir o no.

"Severus, tienes que ver esto" la voz de Poppy  era un fantasma de susurro.

"¿Qué es? ¿Qué has descubierto? ¿Qué tan malo es?" Divagaba hasta que ella dio un paso atrás y reveló a Hermione.

Llevaba una camisa de hospital con los brazos al descubierto. Había palabras cortadas profundamente en su carne sensible: sangre sucia, inútil, mentirosa, asesina...

"¿Cómo?" Es todo lo que logré antes de hundirme en la silla junto a su cama.

"Debo haber levantado accidentalmente su amuleto..." Poppy se quedó sin palabras "Dios, esa chica debe haber sufrido... son todos bastante profundos y tenía un montón de huesos rotos que ya estaban curados... parece que el encuentro de hoy no fue la primera vez que alguien..." Poppy dejó morir la frase. "¿Qué pasó exactamente?" Preguntó tras una pausa.

"Estábamos en el bosque prohibido, recogiendo ingredientes, cuando ella desapareció de repente. Deben haberla atrapado cuando yo no estaba prestando atención... Yo..yo estaba buscandola y fue cuando los vi pero antes de que pudiera hacer algo Herm.. la señorita Granger me golpeó con un hechizo sin varita.. No podía moverme lo único que podía hacer era mirar. ¡Oh Merlín, esta chica estaba dispuesta a sacrificarse por mí! ¡Poppy todo es mi culpa! Debería haber sido más rápido". Susurré y una sola lágrima se abrió paso por mi rostro

"Vaya, vaya, Severus. No es tu culpa parece que lo tenían muy bien planeado y no pudiste hacer nada. La señorita Granger es una buena chica y no se merecía todo eso. Necesitamos que esté a salvo...

"Parece que ese grupo de mortífagos la aterroriza permanentemente. ¿Tienes una idea de por qué?" Preguntó.

"Dijeron que querían llegar a otra persona a través de ella, pero ella se negó a traicionar la confianza que ese alguien tenía en ella... Merlín, ojalá pudiera hacer desaparecer su dolor con tanta fuerza" suspiré.

"Lo sé, Severus, lo sé" me palmeó la espalda suavemente.

"Tendremos que informar a Minerva". Dijo después de un rato. "Yo iré si te quedas con ella". Sugirió.

"Sí, eso estaría bien. De todas formas no me voy a ir de su lado". Murmuré antes de que saliera por la puerta.

Dudando, tomé la mano de Hermione entre las mías, apretando suavemente, asegurándome de no lastimarla y comencé a susurrarle al oído.

Estaba tan tranquila.

"En qué te has metido, mi pequeña leona".