Capítulo 53: Recovering

Comenzar desde el principio
                                    

-Sí, señor-, dijo Tix aliviado, no podría haber salido de allí más rápido aunque lo intentara.

-Lo siento mucho, Roxy-, dijo James mirando fijamente a su hija de doce años, a la que había fallado tanto en los últimos quién sabe cuántos años.

Roxy se limitó a mirarlo con clara aprensión.

-¿Por qué no dejaste que el sombrero te clasificara en tu propia casa?- preguntó James, cuando era evidente que su hija no iba a hablar.

La aprensión de Roxy se convirtió en incredulidad, incapaz de creer lo que acababa de salir de la boca de su padre. -¿Después de la forma en que ambos reaccionaron a la clasificación de Harry?-.

Ella había estado allí, cuando recibieron la carta de Nick, se habían jactado con orgullo, radiantes de haber sabido que Nick terminaría en Gryffindor. Su pequeño héroe, como si hubiera estado destinado a otro lugar. Luego leyeron el resto de la carta y descubrieron que Harry no había sido puesto en Gryffindor también. Habían chillado al ver cómo Harry había mancillado el apellido Potter, tampoco había sido el último. Se habían horrorizado cuando Nick les dijo que Harry podía hablar con las serpientes. Su peor reacción, con diferencia, fue cuando descubrieron que a Harry le gustaban los chicos, y que salía con Krum. Era extraño, se habían enfurecido más por la persona con la que salía Harry que por el hecho de que fuera gay. Roxy se había quedado perpleja, porque sabía que sus tíos eran gays, así que ¿por qué esa reacción? Ahora se daba cuenta de que siempre habían sido muy irracionales cuando se trataba de Harry.

James asintió cansado, dándose cuenta de que ella tenía un buen punto. -¿Quieres estar en Ravenclaw, Roxy?-.

-Sí-, respondió ella con sus ojos marrones llenos de una silenciosa súplica.

-De acuerdo, hablaré con el director mañana por la mañana y haré que te reasignen-, dijo James en voz baja. -¿Hay algo más de lo que quieras hablar?-.

Tix reapareció colocando una bandeja de comida en la mesa entre padre e hija antes de marcharse.

James le pasó un plato de comida a su hija y uno para él sintiéndose cansado, no sólo física sino mentalmente.

-¿Por qué no nos dijiste que Harry había devuelto el dinero y las casas?- preguntó Roxy en voz baja. Era lo que más le molestaba, por eso había condenado tanto a su hermano últimamente. La hacía sentir culpable, y no era una emoción que le gustara mucho. Al crecer siempre había sido feliz, nada le molestaba en absoluto. Había conseguido todo lo que había pedido, pero últimamente había experimentado muchas emociones que desconocía.

James miró fijamente a su hija, preguntándose cómo decírselo, parecía muy perturbada porque no se lo había dicho. -No pensé en decir nada; sólo estaba aliviado de que tuviéramos un lugar donde quedarnos cuando Hogwarts terminara. Como Lily ya no trabaja aquí, no sería posible que nos quedáramos. Ya hemos gastado demasiado la generosidad de Dumbledore. La Mansión Potter nos mantendrá a salvo, nadie sabe dónde está-, ni siquiera Pettigrew lo había sabido, sólo Sirius porque había vivido con ellos durante años.

-¿Qué va a pasar con mamá?- preguntó Roxy.

-¿Qué quieres decir?- preguntó James mirando inquisitivamente a su hija.

-¿Seguirán juntos?- preguntó Roxy.

-No lo sé, cariño-, dijo James con una mirada torturada cruzando su rostro, ensombreciéndolo con incertidumbre.

Roxy jadeó y sus ojos se abrieron de par en par, obviamente no era la respuesta que esperaba.

-Seguirás viéndola, Roxy. No te preocupes por eso, seguirá quedándose con nosotros- dijo James, -al menos hasta que pueda conseguir un lugar propio y salga de la libertad condicional-.

INVISIBLE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora