ONE-SHOTS [ⁱⁿᵗᵉⁿᵃᵇᵒ]

𝖴 𝗇 𝗈

× No se narrar, arrhe.

× Capítulo corto.

×Drama.

×Muerte de algún personaje.

× Mucho de los capítulos no seguirán la línea del rol.

×Leve cambio de personalidades, en todos los capítulos irá cambiando, depende a la trama.

×Chingue a su madre el América.

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𝙰𝚕𝚖𝚊𝚜 𝚍𝚎𝚜𝚊𝚏𝚘𝚛𝚝𝚞𝚗𝚊𝚍𝚊𝚜.

“𝑀𝑎𝑟𝑐𝑎𝑟 𝑙𝑎 𝑑𝑖𝑠𝑡𝑎𝑛𝑐𝑖𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑛𝑜 𝑠𝑒𝑟 ℎ𝑒𝑟𝑖𝑑𝑜, 𝑒𝑞𝑢𝑖𝑣𝑎𝑙𝑒  𝑎 𝑚𝑎𝑟𝑐𝑎𝑟  𝑙𝑎 𝑑𝑖𝑠𝑡𝑎𝑛𝑐𝑖𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑛𝑜 𝑠𝑒𝑟 𝑎𝑚𝑎𝑑𝑜. 𝑌 𝑎𝑙 𝑓𝑖𝑛𝑎𝑙. ¿𝐷𝑒 𝑞𝑢𝑒́ 𝑠𝑖𝑟𝑣𝑒 𝑚𝑜𝑟𝑖𝑟 𝑖𝑙𝑒𝑠𝑜?.”

— 𝐌𝐚𝐥𝐜𝐨𝐥𝐦 𝐋𝐢𝐞𝐩𝐤𝐞.

Jack había pasado por muchas cosas, su vida jamás fue un cuento de hadas y en estos momentos de su vida, no esperaba que eso cambiará; recordaba muy bien su vida como marin, así como también recordaba a Julia y a sus hijos, reconocía que eran aspectos importantes en su vida, pero aún así se sentía increíblemente mal. Era consciente de su situación, no podría darse el lujo de amar a nadie, sea quien sea y no podría tener amigos por el mismo motivo, todo aquel que se acercaba a él terminaba mal. Eso podría justificar el porqué alejaba y maltrataba tanto a sus comisarios, incluso intentaba no tener ningún apego afectivo a nadie de la malla, si bien, eso no ayudaba en nada, no podía evitarlo, era mejor eso, a volver a sufrir el duelo de la perdida. Michelle incluso había intentado ayudarle más de alguna ocasión, apreciaba el que no le odiara, a pesar de eso, no contaba con ella y nadie podía contar con él. Era así, vivía para mantener en órden, no a salvo, en orden la ciudad.

Por su lado, Gustabo era diferente más no un caso aparte. Un chico solitario con un pasado oscuro, que veía solo por su bienestar y el de su hermano Horacio. Era consciente de muchas cosas, una de ellas, que tenía un don especial para conseguir todo lo que quiere, a la vez, está privado del amor, algo que le pasa por los huevos o eso cree hasta que Horacio empieza a salir con alguien en comisaría. Jamás había tenido celos por su hermano y la envidia le carcomía al verle tan feliz al lado del comisario de cabeza de hormiga, Gustabo por mucho que lo ocultara sabía que lo que anhelaba era un poco de amor, con Horacio haciendo su vida lejos de él, le era imposible no volver a sentirse mal. Sabía de que su hermano se merecía toda la felicidad del mundo y si la felicidad de Horacio era a cambio de la propia, haría ese último sacrificio por él, pero jamás le abandonaría, aún debía probar la honra de aquel comisario.

El que consiguieran pasar las oposiciones, le daba una oportunidad de tener vigilado al novio de su hermano.

Que lástima que su atención se desviará a alguien más.

Jack no tardó en darse cuenta en la extraña actitud de García y encontrarse al rubio espiando a Volkov no le dio buena espina, en ese momento ignoró la situación. Claro que al terminar su servicio vió otra vez al rubio seguir a Volkov, no le sorprendió pero seguía dándole mala espina, así que se acercó al rubio y colocó una de sus manos en la hombro del muchacho, el cual, no volteo a verlo pero si dio un brinco asustado pero regreso a su posición rápidamente.