-¿Edward ella está dormida?.-cuestionó Bella.

-Ella...-el vampiro fue interrumpido por el pelinegro de la familia.

-Veamos si lo está.-Emmett quería morir, lanzó la pelota que sostenía con una descomunal fuerza.

La vampira que escuchaba lo que decía el pelinegro, se quedó quieta esperando que la bola estuviera más cerca suya. La humana no cabía en sí, estaba alarmada, la bola ya estaba muy cerca de la criolla. Cerró sus ojos esperando escuchar el impacto, y puede que un quejido de ella. Al no escuchar nada, abrió sus ojos, para encontrar que Alyssa sostenía el proyectil cerca de su cuerpo. Parecía emplear poca fuerza, era como si estuviera aburrida.

-Emmett tú verdaderamente quieres morir.

-¿Qué harás, cubanita?.-se burló el vampiro, solo dios sabía lo que pasaba por la cabeza de la chica Genovés.

-Oh no te preocupes ahora, ya te enterarás.-le dedicó una sonrisa llena de malicia y una mirada aterradora.

La pobre humana estaba perpleja, en ese momento le aterraba levantar la vista. Su corazón retumbaba con fuerza en su caja torácica, cada vampiro presente podía escuchar tal sonido. Jasper sentía el miedo que su esposa le proporcionaba.

La pequeña vampiresa con aspecto de duendecillo, intervino en el intercambio. Ya era hora.

-Ya es hora.

La chica Swan se colocó junto a Esme que era el árbitro del juego, decía que hacían trampa. Esme seguía hablando con ella, ella era tan dulce y buena. Nadie en este mundo merecía a alguien tan buena como Esme.

-¿De verdad hacen trampa?.

-Oh, ya lo creo que si deberías escuchar sus absurdas explicaciones. Bueno, espero que no sea así, de lo contrario pensarías que sean criado en una manada de lobos.

-Te pareces a mi madre.-río, sorprendida, Esme se unió a ella.

-Bueno me gusta pensar de ellos como si fueran mis hijos, en más de un sentido. Me cuesta mucho controlar mis instintos maternales ¿No te contó Edward que perdía un bebé?.-la dulce voz de Esme era algo relajante.

-No.

-Si mi primer y único hijo murió a los pocos días de haber nacido, mi pobre cosita.-suspiró.-Me rompió el corazón y por ello me arrojé por el acantilado como ya sabrás.-añadió.

-Edward solamente me dijo que te caíste.-tartamudeo Bella.

-Ah Edward siempre tan caballeroso. -esbozó una sonrisa.-Él fue el segundo de mis nuevos hijos. La primera Alyssa, siempre pienso en ellos de ese modo, incluso aunque, en cierto modo, sean mayores que yo.-una cálida sonrisa se extendió por su rostro de corazón.-Me alegro tanto de que os hayan encontrado, a ti y a Jasper. Pero Edward ha sido todo durante mucho tiempo un bicho raro: me dolía verlo tan solo.-terminó con aquellas palabras que dejaron pensativa a Bella.

Alyssa estaba cerca de ellas ya había bajado de los brazos de Jasper, y se acercaba a donde su madre y Bella.

-Entonces¿no te importa?.-dúdo.-¿Qué no sea...buena para él?.

-No.-contestó pensativa.-Tu eres lo que él quiere. No sé cómo pero va a salir bien.-aseguró.

-Pero Rosalie y Alyssa no creo caerle bien a ninguna y no quiero crear tensión de su familia.-volvió a hablar la chica con su característica timidez.

𝑵𝑬𝑾 𝑳𝑰𝑭𝑬⎯ 𝑱𝑨𝑺𝑷𝑬𝑹 𝑯𝑨𝑳𝑬.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora