CAPÍTULO 2

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PoV Harold:

En cuanto un señor vestido con un traje sin americana y con pajarita me abre la puerta, no puedo evitar quedarme embobado con lo que veo. Bajan mis cosas del coche. Y aparece otro hombre en un cochecito de golf, sube las cosas y me pide que me suba.

-El Duque Durand le está esperando con mucha ansia.- ¡¿CÓMO?! El duque Durand, me suena demasiado ese nombre.

Aunque a ver no estoy para perder el tiempo. Esta misma tarde tengo una reunión del curso qué voy a hacer.

-Bueno, emmm... muchas gracias por toda la atención, tanto cuidado, pero en serio, lo siento muchísimo por el error. Pensaba que me venía a recoger a mi.- El señor parece no entenderme, y me vuelve a decir que me suba.

Bueno, tengo una pequeña curiosidad de saber quien es el señor Durand, o más bien, el duque Durand. El carrito de golf recorre unos caminos por campos florales, esculturas, personas paseando en caballo.

¡ES CÓMO HABER VIAJADO A OTRA ÉPOCA!

Me están deleitando demasiado estas vistas, bajarme del carro y hacer fotos a todas las obras de arte naturales y algunas no naturales que se abren paso ante mis ojos.

El carrito sigue su camino hasta que de la nada crece una brutalidad de mansión. Parece un castillo de diseño de arquitectura modernizada.

El chofer del carrito si es que se le puede decir chofer, ya que tan solo conduce un carrito de golf, baja del vehículo y viene otro hombre vestido de pingüino a sacar mis literalmente dos cosas de equipaje. Este hombre es algo más mayor que los demás. Al acercarnos a la gran mansión, hay cuatro doncellas de hogar, o criadas, no me acostumbro a los términos de estos sitios.

De vez en cuando leo novelas o veo películas ambientadas en mundos así, pero pensaba que todo esto era simplemente aquello, pura fantasía.  

Entro por una puerta enorme detrás de dos de las criadas de la mansión, las otras dos doncellas van detrás de mí, me están llevando hacia algún lado lejano de la casa, oigo que hablan en francés, pues no tengo idea del idioma, hice francés alguna vez cuando estaba estudiando en el instituto, pero no recuerdo mucha información.

Aparece un hombre en otro tipo de carrito de golf, pero interior, y me hace una seña con las manos de subir. Este hombre sí que habla en castellano. Y me hace una pequeña guía privada de lo que va a apareciendo por la casa. LLegamos ante una puerta negra y de más de tres metros de altura.

Me hacen bajar del cochecito, y me dicen que el duque está detrás de esta puerta y que a partir de ahí ellos no pueden entrar.

Me lo pienso unos segundos antes de picar a la puerta y entrar. Hay una sala enorme muy vacía,muy minimalista. Y una pared de cristal transparente a la derecha de esta sala, y dentro se encuentra el gran duque, en un sofá, esperándome con una copa de vino en la mano.

Si, la De la Villa en ParísWhere stories live. Discover now