CAPÍTULO XX

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-¿Que harás hoy? - preguntó Camila a Tom mientras desayunaban

Pasó ya una semana desde que llegaron a Londres, Camila aprovecho para conocer aun más Londres, es lo único que le quedaba y a aprender a convivir con la familia de Tom.

-No sé, ¿por qué? ¿Saldrás?

-Sí, iré con Alice y me llevaré a Chris, pasaremos el día juntas - dijo y Tom asintió con la mirada perdida - ¿Qué te pasa?

-Nada, está bien, igual llévate el coche si quieres

-¿Cual?

-El de siempre, Camila, el otro no, ya lo sabes

-¿Por qué?

-Porque no y ya, que preguntas haces - dijo enfadado

-Que humor, dios - exclamó y tomó un poco de jugo - bueno, nos vemos, si me necesitas, pues me llamas

-Si, lo que sea - respondió y se recargó en la silla - lo que digas

Camila salió de la casa con Chris en brazos y cerró la puerta. Dejando a Tom junto con la soledad.

Tom suspiró aun más, se recargó en la silla y una lagrima se corrió por su mejilla.

Hoy es 17 de abril, un día como hoy pero de hace cuatro años, exactamente a esa hora, Daniela estaba dando su último respiro.

Miraba a una luz que se reflejaba en el piso de la cocina mientras se cuestionaba tanto...

¿Qué sentido tiene la vida?  Nacer para morir, vivir para morir, pasamos tanto tiempo preocupados por lo que va pasar que nos olvidamos de vivir, de disfrutar la vida, que nos es prestada.

Después de eso, viene la siguiente pregunta.

¿La vida es justa?

Si lo es ¿Entonces por qué las cosas pasan así? ¿Que culpa tenía ella para que la acabara pagando así?

Todos los días se siente vacío, pero hoy en especial se siente aún más, hoy más que otro día le hace falta la manera en la que ella lo hacía sentir, son duros los días.

Se levantó de la mesa y fue directo a la habitación en donde antes estaba Harrison, se sentó en el extremo de la cama justo al lado del buró que se trajo del sótano de su madre. El buró que estaba en la habitación que tenía Daniela, el buró que le pertenecía a ella cuando los dos dormían juntos. Su buró.

Abrió el cajón y sacó el diario, además de eso, pudo ver el libro que estaba leyendo en ese entonces y se sorprendió al ver que libro era. Bajo un cielo escarlata.

Tom sonrió mientras lo tomaba. Él acaba de firmar un contrato para protagonizar la película basada en este libro. Esto es una gran coincidencia, jamás pensó que ella estuviera leyendo ese libro, aunque jamás prestó atención a los libros que ella leía. Sino hubiera pasado lo que pasó, fácilmente pudieron haber protagonizado la película.

Lo abrió y hojeo el libró encontrando varías partes de este mismo subrayadas, después de poco más de la mitad del libro ya no había nada subrayado, no alcanzó a terminarlo.

Sonrió y lo dejó encima de su cama para después leerlo él. Le vendría bien.

Siguió buscando en el cajón y encontró una caja transparente con los esmaltes para uñas de ella, había dos tonos de rojos, uno negro y un brillo, aparte, ahí mismo había un bálsamo para labios.

ANTES DE TI ©Where stories live. Discover now