Fingir

Capítulo tres

"¿Tom Riddle?" Lavender Brown's pregunta con incredulidad. "¡¿Tener una cita?!"

Padma Patil se seca los ojos y lloriquea. "Es tan injusto".

"¿Y sabes con quién está saliendo?" Neville les pregunta con la presunción que proviene de conocer los chismes primero. "Harry. Alfarero."

Lavender comienza a llorar y Padma comienza a gritar.

"Nooooooo", niega Lavender. "No Tom también."

"Harry puede tener a cualquiera que valga la pena".

"¡Y no es ni remotamente inteligente!"

"¡Siempre son las bonitas cabeza hueca las que obtienen el alfa!"

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A pesar de sus dudas iniciales, Harry descubrió que estar con el alfa era bastante fácil.

Pensó que Tom necesitaría entrenamiento, pero el hombre no hizo ningún esfuerzo.

Era como si los rumores fueran ciertos, Tom Riddle realmente era bueno en todo. Y era muy bueno haciendo que Draco pareciera incompetente comparado con él. Draco nunca había sido un romántico, nunca le había dado nada . Incluso Hermione no parecía recibir ningún regalo.

Pero Tom Riddle le había regalado un extravagante ramo de rosas plateadas. El jadeo de Harry fue real cuando los vio, admirando su belleza. Harry no sabía que el alfa tenía ganas de dar algo tan dulce. Harry los encontró mientras se sentaba en su lugar habitual en la mesa de Gryffindor. Eran hermosos, hechos mágicamente y requerían cierta habilidad y disciplina en Transformaciones y Encantamientos para lograr ese tono brillante de plata que casi los hacía parecer reales.

El Slytherin podría ser un bastardo arrogante pero... Harry tomó el ramo en sus manos, no pudo evitar oler su dulce fragancia. Nunca antes le habían dado algo como esto. Nadie lo ha cortejado fuera de Draco.

Harry se sonrojó graciosamente y miró tímidamente a la mesa de Slytherin donde estaba sentado Tom. El alfa le sonreía con suficiencia, Harry sin saberlo inclinó la cabeza hacia un lado en sumisión, encontrándose a sí mismo sonriendo de vuelta. Él tampoco lo habría notado si Ginny no le hubiera dado un codazo en la costilla.

Harry vuelve a sus sentidos.

Harry no se atrevió a echar un vistazo a donde estaban sentados Draco y Hermione.

Harry esperaba que Draco lo viera, pero ¿quién no lo haría?

El tamaño de la cosa fue suficiente para cegar el Gran Comedor.

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Pudo haber sido un accidente, pero ningún accidente duró tanto tiempo.

Tom le había dado al omega un conjunto específico de instrucciones sobre cómo debían actuar como pareja. Tom quería lograr mucho de esta relación, y quería que, como todas las cosas que hizo, fuera perfecta .

Tom había pensado que necesitaría recordárselo al omega una y otra vez hasta que se acostumbrara. Pero, sorprendentemente, Harry siempre estuvo ahí .

Cuando Tom viniera a recogerlo después de clases, lo estaría esperando con una sonrisa emocionada. Cuando Tom lo besó en la mejilla, el omega ya estaba inclinando la cabeza para que Tom pudiera besarlo fácilmente. Él también se sonrojaría, como una cereza encima.

Malfoy debe haber estado bajo un hechizo de amor para dejar a Harry por Granger. Si Draco realmente era un alfa adolescente, hormonal y de sangre caliente, era difícil creer que ese mocoso rubio elegiría a un nerd de pelo tupido cuando no era de extrañar por qué los alfas siempre miraban a Harry. Era el prototipo del omega ideal. Una fantasía. Del mismo tipo que encontrarías en las revistas alfa para adultos vestidos con lencería escasa.