Fingir

Capítulo uno

"¿Qué?" Harry Potter pregunta sin estar seguro de haber escuchado a Draco Malfoy, su novio, cierto.

"Tenemos que romper, Harry", dice Draco lentamente, con una mirada de pena en su rostro como si hacerlo disminuiría el pánico y la ira que Harry estaba sintiendo en ese momento.

"Oh, debes estar bromeando, nena", ríe Harry con nerviosismo. "Quiero decir, nosotros — usted dijo — nosotros— ¡estamos enamorados !"

"Harry, te amo", asiente Harry con entusiasmo ante las palabras de Draco. Sí, exactamente ... "Pero como un hermano".

Un hermano ? La última vez que Harry comprobó, los hermanos no se tomaban de la mano en todos los lugares a los que iban y, sobre todo, no se ponían la lengua en la garganta cada vez que podían.

¿Por qué Draco haría esto de repente? Estaban bien ayer. Han estado bien desde que Harry tiene memoria. A no ser que…

Harry frunce el ceño y lo golpea de repente. “¿Hay otro omega? ¿Quién es él?"

Draco traga. Harry no se pierde la acción. "No, Harry." Draco sonríe débilmente. "No hay omega nuevo".

"¿Cual es su nombre?" Harry pregunta de nuevo, ojos duros.

Draco lo mira durante mucho tiempo. Harry lo mira con incredulidad e ira. ¿Draco pensó que podía mentirle a Harry? Harry Potter

"Es una ella, Harry." Draco finalmente admite, cerrando los ojos con resignación.

" ¿ Ella ?" Harry casi grita. "¿Desde cuándo ..."

"Basta, Harry", dice Draco. "Nunca nos amamos realmente, debes saberlo".

¿No amarnos el uno al otro? ¿Qué? Todo esto fue una locura. Estaban destinados a estar juntos. Ellos prometieron. Casi estaban prometidos. Incluso grabaron sus iniciales en uno de los árboles de los jardines de Malfoy Manor.

"¿Quien es ella?" Harry pregunta mordazmente. Debe ser esa rubia tonta de Astoria Greengrass. Esa perra ha estado coqueteando con Draco desde que se presentó, incluso cuando Harry estaba cerca. Harry iba a mostrarle lo que podía hacer un omega enojado ...

"Es Hermione, Harry."

Harry se congela y algo caliente y repugnante se esparce por su pecho. "¿Hermione ... Granger ?"

_____

Harry Potter fue perfecto.

Todos los omegas sabían esto.

Fue una opinión universalmente reconocida. Todos querían ser Harry Potter. Si no querías ser Harry Potter, era porque querías a Harry Potter. Eso fue todo.

Harry Potter era el omega por excelencia.

Era pequeño y bonito. Su risa sonaba como pequeñas campanillas sonando y su voz era ligera y aguda como la miel. Cuando caminaba, parecía que estaba flotando, como si caminar normalmente fuera demasiado… demasiado normal para él.

Y la sonrisa. Oh, la sonrisa. La forma en que te miraba bajo sus pestañas, sus ojos grandes y como los de un niño. Siempre se vestía de rojo para contrastar con sus ojos muy verdes, pero sobre todo, para representar su casa con orgullo. Era un Gryffindor de pies a cabeza, luchador y valiente.

Harry Potter era el omega perfecto.

Al menos, en apariencia.

Se ha dicho que era el único estudiante que podía llegar tarde a la clase de la profesora McGonagall sin pestañear. Se rumorea que el profesor de Transfiguraciones hace tiempo que dejó de tratar de disciplinar al omega ya que la detención no funcionó en absoluto, y reprobarle en clase solo significaba que James y Lily aparecerían y exigirían justicia para su hijo. Y bueno, el director Dippet siempre tuvo debilidad por sus dos viejos estudiantes favoritos y trataba de razonar con Minerva para pasar al chico.