El silencio se creó en la gran oficina, mientras que yo solamente veía hacia la cuidad pensando.

_¿Dónde estás mi amor? - susurre

Abby

Mi cabeza dolía, mis ojos pesaban y mis piernas no respondían. Un mes, un maldito mes de estar aquí encerrada, siendo golpeada y maltratada.

Ya había pasado un mes desde que Mónica y John me secuestraron. Un mes desde que no veía a Cameron, un mes desde que mis ojos no dejaban de derramar lágrimas y mis labios gemidos de dolor y desesperación.

Los recuerdos de ese día son muy borrosos, me acuerdo de haberme subido al avión, llegar a la puerta de mi casa y luego de eso, un fuerte golpe en mi cabeza junto con los sollozos de Oliver.

Recuerdo haberme despertado con un fuerte dolor de cabeza, con mi cuerpo temblando y mi vista nublada.

Cuando mi vista se fue haciendo más clara, me encontré en total oscuridad a excepción de una raya de luz, debajo de la puerta, al final de la habitación.

Me encontraba amarrada de manos y pies, sentada en el suelo y a mi lado se encontraba Oliver dormido de la misma forma.

Mi corazón comenzó a latir a mil por hora.

¿Quién nos había hecho esto ? - era la única pregunta que me rondaba mi cabeza. Pero esta fue contestada al escuchar la puerta abrirse y ver a dos siluetas entrar por ella.

_Al fin la princesa despertó - dijo Mónica con burla

_¿Qué quieren de mí? - dije con la boca seca.

_Solo venganza querida, solamente eso

_¿Por qué? - susurre con lágrimas en mis ojos

_ ¿Por qué ? ¿En verdad lo estás preguntando? Te voy a explicar el porque - dijo acercándose a mi amenazadoramente- Porque te odio. Por tu culpa Cameron ya no quiso regresar conmigo, porque tú tienes todo lo que yo quise, porque eres una zorra que enamoró a Cameron y por tu culpa el me rechazó - dijo con furia para luego chocar su mano contra mi mejilla

_Por favor déjenme - solloce

_No querida, no lo vamos a hacer. Vas a sufrir por zorra - dijo con furia

_Por favor deja a Oliver, es un niño, él no ha hecho nada - dije llorando y con mucho miedo. Estaba completamente loca.

_Cállate, no llores – Gritó

_Por favor no le hagan nada - llore más fuerte

Sentí otro golpe en mi mejilla, pero ahora mucho más fuerte haciendo que ir mi labio se partiera.

_Cállate perra - me dijo John enojado

_Dulces sueños- dijo Mónica con burla para luego irse junto a John dejándome de nuevo en la oscuridad.

Intenté acercarme más a Oliver y lo atraje a mis brazos como pude. Por suerte el no se había despertado y no había visto la escena anterior. Me acurruqué junto a el y me quede dormida con lágrimas en mis ojos.

Ahora me encontraba acostada en el piso retorciéndome de dolor.

Los días fueron pasando y la tortura comenzó, nos daban muy poca comida y poca agua, por lo que Oliver y yo nos encontrábamos cada vez más flacos, yo le daba la mitad de mi comida a el para que comiera más. Todos los días Mónica o John me golpeaban hasta dejarme en el piso sangrando, por suerte no le habían tocado un pelo a Oliver, siempre que lo intentaban hacer, yo me interponía y los golpes eran más fuertes pero valía la pena.

Siempre que me golpeaban, Oliver cerraba sus ojitos y se tapaba los oídos como yo le había dicho desde el primer día.

No es justo, era tan solo un niño, no debería de estar sufriendo esto.

Hace cinco minutos, Mónica se había ido después de golpearme por veinte minutos.

Escuche como Oliver se acercaba a mí y me abrazaba. Me levante con mucha dificultad y lo abrace arropándolo con mis brazos.

_No llores mi amor, todo va a estar bien - intente consolarlo

_Te amo mami - me dijo entre sollozos

_Yo también te amo - le dije mientras lo acurrucaba entre mis brazos y le comencé a cantar una canción de cuna.

Cante y le hice cosquillas haciendo que él se riera entre mis brazos.

Se acuesta y a dormir. - Acabe de cantar, dándole un beso en la frente y acomodándolo mejor en mis brazos.

Oliver cerró sus ojitos y se durmió.

Me le quedé viendo por unos minutos mirándolo con ternura, tenía que salir de aquí, tenía que hacerlo por Oliver y por Cameron.

Una lágrima se me derramó al recordar el día en el que Mónica me contó toda la verdad, sobre aquel día que los había visto en el Caribe.

Todo había sido una trampa, una maldita trampa, la cual Mónica y John habían planeado para separarme de Cameron.

Quite rápidamente la lagrima que se escurrió por mi mejilla.

_¿Dónde estás mi amor? - solté un sollozo - Por favor, ven a buscarnos - susurre antes de quedarme dormida.

Oliver © On viuen les histories. Descobreix ara