Capítulo 8| Insomnio

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—¿Cómo lo sabe? —interrogó al dios que sonríe bajando la cuchara que se estaba llevando a la boca.

—Perséfone es amiga de Nyx, la diosa vive en la mansión de la noche en el Tártaro, junto a su esposo Érebo. Muchas veces ambas diosas se ponen de acuerdo para verse y charlar, las profundidades del inframundo pueden ser aburridas y un poco solitarias cuando lo único que te rodean son almas torturadas —afirma el rey sonriendo con la mirada perdida en un punto lejano, sus ojos oscuros regresaron a mí —Nyx confía en nosotros, de otro modo no te habría dejado quedarte con nosotros. Las estrellas son sus pequeñas bebés jamás las dejaría a la deriva y estoy seguro de que está trabajando para que tus heridas se curen pronto —asegura levantándose de la silla para y tomando lo que quedaba del postre helado guardándolo de nuevo en la heladera.

—Gracias por la charla —susurro observando como se marcha apagando tras de sí las luces de la cocina. Me encontraba sola en la cocina con un vaso de leche a medio tomar y el más absoluto silencio, ni siquiera se escuchaban fuera a los insectos.

Abriendo una de las ventanas cerré los ojos cuando el aire frío de la noche golpeó mis mejillas, cerré los ojos sintiéndome como en casa, ese gélido frío que me recuerda que aún sigo viva. Mis párpados se abren mirando al cielo nocturno, mis hermanas están sobre aquella pasarela negra de la noche y un sentimiento de tristeza abruma mi pecho. Calientes comienzan a descender mis lágrimas, cubriendo mi boca con una mano siento el dolor en mi pecho expandirse haciendo que me cueste respirar.

Llore viendo a mis hermanas hasta que el sueño me gano y termine quedándome dormida en el suelo de la cocina. Unos pasos me despertaron a la mañana siguiente junto al murmullo de unas voces muy suaves que apenas si lograban despertarme.

—Azul —bramo en voz alta Melione, sentí como su mano sacudió mi hombro al momento en que abrí mis ojos con pereza. —Te dormiste en el suelo de la cocina, no sé en qué momento te fuiste de tu cuarto —exclamó la princesa tendiéndome su mano para que me levante del suelo, me dolía todo y fue aún peor para mi espalda.

—Vine por un vaso de leche y me quede dormida contemplando a mis hermanas —aclaró frotándome los ojos, las empleadas de la casa dejaron de murmurar cosas al ver que la princesa las observa. Cada una volvió a hacer sus quehaceres y se pusieron a preparar el desayuno, Melione me llevó hasta mi habitación donde me dejó prepararme para luego bajar a desayunar con ella y sus padres.

 Cada una volvió a hacer sus quehaceres y se pusieron a preparar el desayuno, Melione me llevó hasta mi habitación donde me dejó prepararme para luego bajar a desayunar con ella y sus padres

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A N K E R
💀🔮💀

Nunca me había considerado un chico del tipo romántico, pero cuando intente que Bunnie se fijara en mi saque a la luz un lado que desconocía que poseía. Ahora se me hace estúpido ver cómo las parejas se regalan flores o chocolates, esa sensación se volvió como una herida profunda cuando vi a Tadeus darle chocolates a una Bunnie muy feliz. Quizá la moraleja de esta desastrosa historia es que no debes dar más de lo que la otra persona te da a ti.

Sobreviviendo A La Tentación [2.3]Where stories live. Discover now