Capítulo 51

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Daniela POV

-Gemelos?- Natalia no tenía expresión, hace un momento estaba muy molesta conmigo y ahora parecía haber entrado a una especie de trance.

-Sí, dos bebés- lo bueno fue que al menos no reaccionó más molesta aún, aunque creo que eso lo dejara para después, cuando deje de estar como en shock.

-Dos.

-Nath? Nath ya deberíamos entrar no crees?- me miró y asintió, baje primero y espere a que esté a mi lado para tomarle de la mano y entrar finalmente.

Como nunca ella se quedó callada, miró alrededor de toda la sala mientras esperábamos nuestro turno, la secretaria me avisó que yo seguía y otra vez la tenía de la mano.

Creo que no lo asumirá hasta verlo, lo cual parece ser bueno de momento, me apoye en su hombro y suspiré, ahora está tranquila, está en silencio y se deja traer y llevar, más tarde quizás esto sea un infierno.

-Señora Lumas, bienvenida- el médico me abrió la puerta y nos dejó entrar- muy buenas- saludo a Natalia- debe ser la otra mamá- su sonrisa de hombre bonachón no se hizo esperar, Nath correspondió pero sospecho que fue por reflejo.

-Sí- conteste- estuvimos esperando esto mucho tiempo- el asintió y fue a su escritorio.

Me hizo las preguntas de siempre, seguido de un control de peso, Natalia solo se limitaba a mirar y claro, a sentir al bebé y tenerme cerca, en eso nada cambiaba, ella podía ser celosa fuera de casa.

-Bien, empecemos- el doctor me guió al aparato más moderno de su consultorio, era el ultrasonido, me apresure un poquito olvidando que Natalia me tenía de la mano.

Él estaba calibrando todo mientras yo estaba con ella.

-Esta todo bien- sonreí tocando su mejilla- sé que es difícil de asimilar ahora y que no te di tiempo de hacerlo pero necesito que estés conmigo- besé sus labios y asintió.

Una vez en el lugar correcto con la máquina encendida, fuimos viendo poco a poco como eran nuestros niños; la nítida imagen me hizo soltar algunas lágrimas, al mirar a Nath y verla sonreír me llenaba el corazón de alegría, al fin puede tener ese contacto que quería.

Daba caricias delicadas en mi mano, la sostenía y miraba la pantalla.

Son niños, ambos.

Los dos se pusieron de acuerdo para dejarse ver, apenas nos lo confirmo el médico pensé en que tenía perdida la apuesta con Natalia, quizás pueda influir de alguna forma para sus nombres más adelante.

Primero nuestro pequeño que parecía sonreír mientras lo veíamos por la pantalla y luego su hermano que no se dejaba ver demasiado porque se tapaba la carita, ambos eran hermosos y sanos, bien formaditos y sin ningún tipo de problema, me enamore aún más de ellos.

Con la grabación en mano y Natalia más cerca mío aún salimos.

-Estan hermosos- sonreí recordando, vería este video mil veces en casa- vas a enviarle una copia a tus padres verdad?- ella se detuvo y me miró.

-Sí, más adelante- me abrió la puerta y dejo que subiera.

Prendió el auto y se aseguró de que mi cinturón estuviera bien puesto.

-Estas bien?- pregunté solo para constatar.

-Sí- asintió y empezó a manejar- no hay nada que te haga falta en casa?- dijo mientras pasábamos por el supermercado.

-No, hay todo en casa- empecé a hacer caricias en mi barriga.

Al llegar ella bajo antes y vino a ayudarme.

Destino o CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora