Capítulo 37: The Situation As It Is

Start from the beginning
                                    

-¿Cómo se declara a los cargos?- preguntó Madam Bones, que obviamente no estaba jugando. Normalmente ella haría algunas preguntas más, y si las niegan o no. Brian Sánchez permaneció muy callado, como si tratara de amoldarse a la silla. Evidentemente no iba a hacer nada para defender a Fudge, igual que había hecho con Umbridge. Bones se dio cuenta de que tendría que hablar con él sobre la profesionalidad. Culpables o no, tenían derecho a una defensa, que él no les estaba dando.

-Son circunstancias atenuantes-, dijo Fudge sin responder, -tuve que tomar una decisión que nos afecta a todos-.

-¿Qué sería eso?- preguntó secamente Madam Bones.

-Nick Potter necesitaba un entrenamiento-, dijo Fudge tranquilizador, como si le hablara a un niño pequeño. Su frente seguía sudando rigurosamente, y no podía hacer nada al respecto mientras le corría por la cara.

-¿Y pensaste que serías tú quien se asegurara de que eso ocurriera?-, preguntó Madam Bones.

-Protesto, está tergiversando las palabras de mi cliente-, dijo Brian poniéndose en pie, por primera vez.

-¿Le diste o no le diste permiso a Dolores Umbridge para usar una pluma de sangre?- preguntó Madam Bones asintiendo a Brian, antes de encarar a Fudge una vez más.

-Firmé algo-, dijo Fudge vacilante y titubeante. Obviamente, estaba tratando de ganar tiempo.

-¿No me digas que has firmado algo sin mirarlo?-, dijo Madam Bones secamente. -Prueba A, el contrato que Cornelius Fudge firmó, dando permiso a Dolores Umbridge para usar una pluma de sangre-.

Percy Weasley, se apresuró a entregárselo al primer miembro del Wizengamot, lo pasó para que todos lo vieran.

-¿Lo leíste o no lo leíste?-, preguntó exasperada Madam Bones.

Fudge se desplomó en su asiento, sabía que no se iba a librar de ello. -Sí-, admitió.

-¿Así que consintió la de una pluma de sangre?- preguntó Madam Bones.

-Objeto mi cliente ya le ha dado una respuesta-, dijo Brian poniéndose de pie una vez más.

-Si el señor Potter muere, tanto usted como Umbridge serán acusados de asesinato-, dijo Madam Bones. -Ahora, ya que tenemos una confesión, sugiero que acabemos con esta reunión-, a diferencia del mundo muggle, no tardaban días en deliberar. El Wizengamot tenía que tomar una decisión en una hora. Incluso menos si usaban el Veritaserum, que sólo se usaba en los peores casos. La tortura, la muerte y el asesinato eran los tres peores escenarios para los que se utilizaba la poción de la verdad.

Amelia Bones miró a su alrededor, mirando fijamente a los ojos de todos los miembros del Wizengamot. Casi podía ver la sentencia mirándola a la cara. Con su voz alta y exigente, pidió: -¡Levanten la mano todos los que estén a favor de exculpar al acusado!-, y no apartó los ojos de ellos. Esperando con la respiración contenida, para llegar a una sentencia.

Nadie levantó la mano; el silencio era, como mínimo, abrumador. La mayoría de los miembros del Wizengamot estaban entre la espada y la pared. Sabían que estaban dando a Quien Tú Sabes la oportunidad que probablemente estaba esperando. Un paso en falso por su parte podría hacer que se hiciera con el control del Ministerio, sin que ellos o el público se dieran cuenta. Hasta que, como siempre, fuera demasiado tarde para detenerlo. Por desgracia, si dejaban que Fudge se librara, sería un error. Con las manos crispadas, las mantuvieron bajadas y sus mentes se arremolinaron con las ramificaciones de sus acciones.

-Los que estén a favor de que el acusado sea condenado, que levanten la mano-, dijo Madam Bones, su voz, como siempre, cuando se dirigía al Wizengamot en voz alta. Así que se la podía oír incluso al fondo.

INVISIBLE Where stories live. Discover now