Capítulo 36: Trials and Sentencing

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-¿Esperas una discusión Harry?- preguntó Severus reprimiendo su diversión.

-No lo sé-, dijo Harry con sinceridad, sinceramente ya no lo sabía.

-Ya veo- dijo Severus, esas dos palabras delataban mucho más de lo que a Harry le gustaba pensar. Ya no sabía cómo eran las cosas, a qué atenerse. Así que se había sentido herido por sus acciones de ayer tal y como sospechaba.

Harry limpió su plato, apartándolo ligeramente y llenando una taza de café. Había tomado un poco de zumo de naranja; era hora de tomar algo que lo mantuviera despierto. Mientras lo hacía se preguntaba qué haría hoy, o si Severus volvería a ir a algún sitio. Sabía que estaba siendo petulante, pero sólo quería que alguien le diera prioridad. Él contra el mundo, pero parecía que esa persona le era bastante esquiva.

-Dolores Umbridge y Cornelius Fudge han sido arrestados- dijo Severus con suavidad, el periódico aún no estaba pero apostaría sus Galeones' a que estaba en primera plana.

-¿Fudge?- preguntó Harry confundido al tener por fin toda su atención en Severus.

-Sí, aprobó el uso de Plumas de Sangre en Hogwarts-, dijo Severus sin problemas. -¿Te gustaría ir?-.

-¿Por qué?- preguntó Harry desconcertado, ¿por qué iba a querer asistir a su juicio? No significaban nada para él.

-Para que se haga justicia, voy a asistir, ya que fui yo quien hizo las acusaciones querrán interrogarme- dijo Severus, -Unos cuantos de mis Slytherin fueron heridos durante su intento de Poder-.

Severus pudo ver la culpa en los ojos de Harry, -No es tu culpa Harry, ciertamente no te culpo- dijo Severus.

-Debería haber pensado en los demás, en lugar de ser simplemente vengativo- dijo Harry tragando con dureza.

-Después de lo que te hizo pasar Potter, tienes derecho a ser vengativo ¿me entiendes?- dijo Severus su voz fría y dura.

Harry dejó escapar lentamente una pequeña sonrisa y asintió.

-Está bien-, dijo Harry, y extrañamente se sintió mejor.

-De todas formas no deberías sentirte culpable, me lo dijiste enseguida, no es que los alumnos hayan sufrido más por ello- dijo Severus.

-Sí, señor-, respondió Harry.

-Buenos días- dijo Eileen entrando se veía bien descansada al menos uno de ellos durmió decentemente. -Se ven agotados chicos; ¿no durmieron bien?-.

-La verdad es que no-, murmuraron ambos ligeramente contrariados por lo alegre que sonaba Eileen.

-Entonces, ¿qué están aprendiendo hoy?- preguntó ella sentándose y mientras lo hacía, apareció otro plato, junto con una tetera fresca de café para todos.

-Lectura esta mañana, poción por la tarde, eso si el Ministerio no se pone en contacto-, dijo Severus suavemente.

-¿Por qué iban a ponerse en contacto? ¿Y por qué tan pronto?- preguntó Eileen untando con mantequilla una rebanada de pan tostado mirando inquisitivamente a su hijo.

-Querrán saber cómo me he enterado, es el Ministro de Magia al que han detenido madre. Necesitarán que se demuestre su inocencia o su culpabilidad, y luego, si no es culpable, necesitarán que se traiga a un nuevo Ministro de Magia- dijo Severus. -Idiota como es, nunca debería haber aceptado. Tendría que ser alguien mágicamente poderoso, alguien que no fuera susceptible a la maldición imperius, de lo contrario, podrían entregar el Ministerio al Señor Tenebroso-.

-¿Por qué?-, preguntó Harry confundido.

-Con el Señor Tenebroso cerca, no habrá muchos voluntarios para ser Ministro. Los que lo hagan estarán en su bolsillo o serán suicidas. Todo el mundo sabe que el Ministerio será un objetivo; sólo es cuestión de cuándo. Necesitamos a alguien fuerte, ligero y capaz de luchar contra el control mental- dijo Severus.

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