Dangerous - Alejandro Rosario (Terminada)

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- Nunca - soltó

Ya no hice más preguntas, el camino regreso a casa se fue en silencio, pero mi mente no lo estaba, demasiados pensamiento y comentarios en mi cabeza sobre la desaparición de la mamá de Ale rondaban mi cabeza, no entendía el irse y no llevarse a sus hijos o tan siquiera contactarlos

- Llegamos - soltó Adrián apagando el auto, lo mire con disgusto

- No quiero - hice un puchero

- Anda niña el jefe está preocupado - me digo

- Que te dije de decirme niña, pendejo - hablé

- Que violenta, niña - soltó enfatizando la palabra “niña”

- Puñetas - dije bajando de la camioneta

Caminé hasta la entrada de la casa y abrí la puerta, y entre lo primero que vi fue la cara de alivio de Emilio al verme entrar, al igual que la cara de Adriana, la cual fue la primera en correr a abrazarme 

- Me asustaste mucho, pensé que te habías ido - soltó lo último más lento y como si esas palabras le afectaran al musitar las

- Hija donde te metiste - soltó Emilio al momento que me separé de los brazos de Adriana

- Conociendo la cuidad - hablé

- Todos estábamos muy preocupados - hablo

- Si, no creo que todos - hablé

- Alejandro, ya se llevarán bien, tiene una actitud muy de la chingada...

- No me imagino de quien la herede - soltó este, los tres volteamos a verlo

Estaba recargado en el barandal del segundo piso, bajo por las escaleras del lado izquierdo

- Ella también tiene una actitud de la chingada

- Ten más respeto muchachito - intervino su abuelita - me alegro que estás bien cariño - digo sonriéndome le respondí con una igual

- Me van a decir por qué fue la pelea - pregunto yo mire a Alejandro, este me miró de regreso haciendo contacto visual

Sus ojos me suplicaban que no lo dijera, sabía que Emilio podía ser muy amoroso pero se notaba que era muy duro con sus hijos, tenía miedo y más por qué hablo mal de mi papá el cual el sabía muy bien que era muy especial para su papá

- Crees que fue capaz de decir que El Canelo no sabe pelear - mentí, mire alivio en la cara de Alejandro

- Dije que lo ponen con oponentes débiles - me siguió el juego

- No lo puedo creer - soltó Emilio, poso su mano en su cara desepcionado por la razón - y tú que nunca has visto lo chingón que es El Canelo - digo

- Por dios, los jóvenes de ahora - se quejó su abuelita y se fue al igual que Emilio

- Gracias - murmuró Alejandro

- No significa que te perdono por lo que dijiste - hablé - alejate de mi idiota..