𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 XII

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- ¿Por qué estás haciendo esto, Laura? ¿Por qué...? – Una bofetada, de parte de la que creía, era la mejor amiga de su esposa, la hizo callar.

Recordaba salir de la estación de policía, con la dirección de Laura, una vez allí, se había dado cuenta de que aby vivía unas puertas más atrás. Había pensado la enorme coincidencia que aquello era y había tocado el timbre de la casa, de la que su esposa consideraba su mejor amiga.

Laura había abierto casi inmediatamente cuando poche la comenzó a atacar con preguntas sobre Calle, pudo observar lo pálida que se ponía, y luego, en un instante algo lo había golpeado, bastante fuerte en la cabeza. 

Había ido a la casa de laura, para que esta le dijera donde estaba su esposa y sí que había resultado, claro que, ambos estaban atados ahora y no tenía ni idea de cómo hacer para ayudarla y ayudarse, a salir de ello.

Laura se le acerco de nuevo y le dio otra bofetada, estaba vez con el dorso de la mano. Escucho el jadeo de su esposa y la risita de su amiga. Sacudió un poco la cabeza y levanto la mirada.  Que Laura la golpeara todo lo que quisiera, ella tenía que encontrar la forma de sacar a Calle de allí.

Sí que ella la golpeara la distraía, bienvenidos fueran los golpes. Laura levanto la mano esta vez hecha un puño y justo cuando iba a impactar en su cara, su esposa grito. – ¡No la golpees! ¿Por qué estás haciendo esto, laura, porque? – Las lágrimas le recorrían las mejillas, poche quiso poder hacer algo para evitarle ese dolor, pero no sabía que. 

-¿Por qué estoy haciendo esto?... porque todo es su culpa – Su amiga señalo a su esposa, con el dedo. No entendía a que se refería. ¿De que culpaba laura a poche? – Si no fuera por ella,  tú serias feliz, yo sería feliz. – Se acercó de nuevo a poché y le dio un golpe, esta vez en el estómago. Calle jadeo, mientras poche gemía por un poco de aire. – Ella se interpuso en mi camino. – Levanto la mano y la abofeteo otra vez. 

-¿De que estas hablando? ¿Cuándo...? – Su rostro estaba rojo por las bofetadas y un hilillo de sangre le recorría la barbilla. - Yo no te he hecho nada. – poche miro de nuevo a su esposa. Si lograra quitarse las cuerdas, podría someter a Laura y entonces liberar a Calle.

- Sí. ¡Te metiste en nuestra relación! – Las dos esposas, sacudieron sus cabezas con confusión, al mismo tiempo. De que se supone que hablaba. Laura se giró hacia Calle. - Tu y yo éramos inseparables, ¿recuerdas? Desde el primer día de inducción, fuimos las dos, para todo. A todas partes en todo momento en todas las clases. Y luego llego esta... - Señalo a poche con su dedo índice, y con una mueca de odio en su cara. – Con sus sonrisitas estúpidas, y sus regalitos baratos. Ella me quito mi tiempo contigo. Dejamos de ser tu y yo, para que fueran, tú y ella. -

Calle miro a su amiga, confundida. Si, era cierto que cuando se había hecho novia de poche, habían comenzado a pasar mucho tiempo juntas, reduciendo así el tiempo que pasaba con Laura, pero ¿solo por eso lo odiaba tanto? ¿Por qué, ya no pasan todo el tiempo juntas? 

-¿Estás haciendo todo esto, porque te quite tiempo con tu mejor amiga? Estas demente. – Una bofetada, que le volteo la cara y casi le fractura el cuello, la hizo callar. Moviendo su mandíbula, de lado a lado para subsanar un poco el dolor, giro la cabeza para encontrarse con el rostro rojo y la expresión distorsionada de laura. 

-Tu... pequeña sabandija, miserable y poca cosa, no tienes ningún derecho a decirme que yo estoy loca. ¿Sabes, porque? Porque no soy yo, la que se casó completamente enamorada para serle infiel a su esposa, un tiempo después. – poche abrió los ojos desmesuradamente y giro la cabeza para mirar a su esposa. - ¿Qué tienes que decir a eso, eh? - 

- Yo... te lo iba a decir. Lo juro. Eso termino hace... - La calma en la voz de Camila, interrumpió su discurso.  - Lo sé. Laura no hizo esto sola. Aby la ayudo. – La cabeza de ella, comenzó a girar. ¿Aby? – Fue ella, la que me trajo aquí. Y también me contó todo lo que había pasado. Desde el principio, hasta el final. Y el que tú, me ibas a decir todo. – poche esperaba ver rabia, resentimiento, odio, en la expresión de su esposa, pero no había nada de ello. Se veía... en paz.
- Yo ya lo sabía, poche. Hace un par de meses me entere. – Ella abrió la boca, pero ningún sonido salió de esta. – Eso no importa, lo hablaremos luego. Y lo más importante. Yo ya te perdone. – poche no podía creer su suerte. Sabía que aún tenían que hablar y todo, pero lo que ella quería escuchar, antes que cualquier otra cosa, después del te amo, era que ella la perdonaba. Respiro con algo de alivio, pero un ruido parecido a un rugido, lo hizo desviar la atención. 

- No puedes perdonarla, no puedes. – Laura se lanzó sobre poche, haciendo que la silla cayera hacía atrás, mientras ella caída sentada sobre su abdomen. Con las manos cerradas en puños, comenzó a golpear su rostro. Una puerta se abrió, y aby entró corriendo cuando vio a laura atacar a poche, como pudo la quito de encima de esta, pero antes de que pudiera acercarse a ella, para examinar sus golpes, tuvo que sostener a Laura, para que ella no le cayera a golpes de nuevo. 

Laura comenzó a forcejear contra la castaña, gritando y gruñendo, como un animal rabioso. Calle observo la escena y luego dirigió la mirada a la silla en el piso, a la cual estaba amarrada su esposa, no podía verle la cara, pero imagino los morados y la sangre por los golpes que había recibido.

Temblando de rabia y de impotencia, le grito a laura lo único que su mente pudo articular. - ¡¿Por qué haces esto?! –

La respuesta fue un grito igual de agudo. 

-¡Porque te amo, idiota! -







36 estrellas para el próximo cap!

𝐈 𝐍 𝐅 𝐈 𝐄 𝐋 (𝓐𝓭𝓪𝓹𝓽𝓪𝓬𝓲ó𝓷 𝓬𝓪𝓬𝓱𝓮)Where stories live. Discover now