Capítulo 7

557 101 4
                                    

Las cosas iban muy bien con Zhan y Wangji, se estaban entendiendo mucho mejor que antes y siempre encontraban una forma de divertirse juntos. Esa convivencia y cercanía al mayor hacía más fuerte lo que Yibo sentía por él, solo le daba más razones para estar convencido de que no era solo amistad lo que sentía, era más que eso y ya no tenía miedo a aceptarlo, lo único que deseaba era decirlo. Pero había un pequeño gran problema.

—¿Cómo se supone que me declare?

—¿Ya has aceptado lo que sientes? —Yibo asintió—. ¿Lo amas?

—Eso es algo que debo decirle a él, no a ti.

Ziyi sonrió divertida.

—Entonces, ¿qué te impide decirle lo que sientes?

—¿Es en serio? —La miró molesto—. Se supone que nadie debe saber que Wangji es en realidad Yibo, se supone que debo decirle a Zhan lo que siento por él y debe darme una respuesta. ¿Qué crees que le dirá a un niño de siete años?

—Tienes razón. —Ziyi solo sonreía—. No puedes decirle lo que sientes siendo Wangji.

—¿Estás burlándote de mí? ¡¿Qué se supone que haré?!

—Debes encontrar la forma, yo no puedo decirte cómo.

—Pero...

—Te diré algo, Yibo —interrumpió la chica—. Los sueños sí pueden hacerse realidad.

El menor la miró confundido, sin entender el significado de aquellas palabras.


.........


Fue un día sábado cuando Wangji se enteró de algo que Yibo ignoraba sobre Zhan, aquello que hace un tiempo le había dicho al niño que era un secreto.

Como era costumbre, Lulu cuidaría de él ese día, pero a última hora la chica llamó a Zhan para avisarle que no podría ir a cuidar al menor. Zhan se contactó con sus amigos, pero todos estaban ocupados. No había otra opción, tendría que llevar con él al niño.

—Bien, tendré que llevarte conmigo, Wangji.

El menor estaba intrigado, al fin sabría lo que hacía Zhan los días sábados. Al cabo de unos minutos llegaron a un gran edificio, y al entrar se dio cuenta de que era un estudio de baile.

—¿Bailas?

—Sí —dijo emocionado el mayor—. Es algo que me gusta mucho, por eso decidí hace unos años entrar a esta academia.

—No... no lo sabía —dijo muy sorprendido.

—No tenías cómo saberlo —le dijo Zhan con una sonrisa.

«Debí saberlo... eres mi mejor amigo... ¿por qué no me contaste?», se lamentaba el menor.

Podría ser algo tonto, pero para él no lo era. Se sintió mal por no saber sobre algo de su amigo que era tan importante para él, y se daba cuenta de que lo era, podía verlo en su sonrisa y en la pasión que demostraba al bailar. Cuando niños se contaban todo, hasta la más mínima cosa, pero al parecer Zhan tenía razón cuando, aquella noche que lo buscó por culpa de las pesadillas, le dijo que con el tiempo se habían distanciado. En algún momento las cosas comenzaron a cambiar sutilmente entre ellos, dejaron de ser tan unidos como antes, ya no se contaban todo y definitivamente había cosas que no sabía de su mejor amigo.

Zhan siempre, claro que sin llegar a hostigarlo, trataba de estar al tanto de sus cosas, de saber si necesitaba algo. Había descuidado su relación con él, su amistad. Pero eso cambiaría, le daría a Zhan la atención que merecía, no solo como su mejor amigo, como algo más, porque Yibo ya no pretendía que lo de ellos solo fuese amistad.

Just a Little BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora