XXIII

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Hola linduras, aquí les traigo un nuevo capítulo. Iba a subírselos el jueves que actualicé pero me cortaron la luz [maravillosa cosa vivir en latinoamerica, ¿eh?] y perdí gran parte del capítulo. Pero aquí estoy y espero lo disfruten como yo escribiendo.

¡Muchas gracias por seguir aquí conmigo! Y también muchas gracias a @SalvadorHernandez653 por ayudarme a corregir unas cositas. ¡Infinitos besos para tí!

Sin más que decir, nos leemos en las notas finales.

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Envueltos en un silencio incómodo, Sasuke y Naruto caminaban a su habitación designada. Después de la abrupta despedida de Shion y las palabras que dejó al aire, cada uno de ellos se quedó pensativo y perdido en sus pensamientos. Sasuke no fue diferente y aunque Naruto intentó iniciar una breve conversación pero su compañero permaneció en silencio. ¡Ni siquiera le pregunto sobre lo último que dijo Shion! A decir verdad, Naruto estuvo pensando si decirle o no a Sasuke sobre eso, aún estaba dudoso, pero mentirle a su compañero no era una opción. O al menos eso pensaba.

Sus hombros se rozaban con cada paso que daban e incluso ese ligero toque estaba excitando a Naruto, lo cual lo hacía sentir incómodo. Parecía un animal en celo, aunque prácticamente lo era.

Cuando estaban llegando a su habitación, ambos aminoraron el paso. Dos mujeres con túnicas ligeramente transparentes de color rojo estaban paradas a cada lado de la puerta. Lucían nerviosas y expectantes. Cuando los vieron, ambas sonrieron con amabilidad. Eran un perfecto contraste entre sí. Una tenia la tez tan blanca como la leche que hacía juego con su cabello caramelo lacio. Por otro lado, la otra tenía la piel de color canela y un largo cabello negro como la noche. Ambas mujeres les hicieron una reverencia, saludando.

—Buenas noches, señor Uzumaki y señor Uchiha —la morena los saludo, se señaló así misma y luego a su compañera—. Mi nombre es Riuka y ella es Kerumi.

Sasuke les dio un asentamiento de cabeza pero fue Naruto quien le respondió:

—Un placer... uhm, ¿a qué se debe su visita? Es un poco tarde.

Kerumi sonrió tímidamente.

—Solo veníamos a presentarnos ante usted, ShihaiTekkina. Nos retiraremos para que puedan dormir adecuadamente.

Ambas mujeres terminaron por hacer otra reverencia y se marcharon silenciosamente.

Sasuke pasó por su lado y abrió la puerta de la habitación dejándola abierta para que él ingresara. Naruto cerró la puerta detrás de él y siguió a Sasuke hacia la cama que los esperaba. Todo el cuarto tenía el olor de ambos haciendo que sus nervios se fueran. Sasuke, sin mirarlo y sin decir nada, se metió en el baño para darse una corta ducha antes de dormir. Naruto observó la puerta de madera y espero unos segundos antes de caminar hacia su lado de la cama, se quedó pensativo mirando el suelo mientras escuchaba atentamente el agua de la ducha.

No sabía cómo sacar el tema o cómo decírselo a Sasuke. Era un tema un poco delicado y aunque él no iba a aceptar, su compañero podía enojarse. Tendría que hablar de nuevo con Shion para ver qué otra cosa podía hacer por ella para el favor que le pidió. Las manos le temblaron y la cabeza empezó a zumbarle cuando su lobo empezó a despertar. Siempre que estaba llegado su celo era el primero en manifestarse. Muchas personas pensarían que sus animales más dominantes podían ser entre el oso, la pantera o el león. Pero estaban equivocados. Su lobo era un líder por naturaleza y extremadamente dominante. Cuando su celo estaba en todo su apogeo siempre había una lucha entre su lobo y su oso. Mayormente eran los que peleaban por quien iba primero y, por lo general, el lobo siempre ganaba. Así que no le extrañaba para nada que ya empezara con sus demandas.

FrenesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora