XX

3K 246 171
                                    

Hola a todos, buenas madrugadas. Antes que todo, ¡Feliz navidad atrasada! Realmente lamento no haber podido actualizar la semana pasada. Tuve que irme el 23 a pasar unos días donde mi abuela y el internet allá es una mierda. Finalmente estoy de regreso en mi casa y hoy apenas llegue empecé a pulir el capítulo. Les cuento que tuve que reescribir el capitulo en su mayoría, porque odie como me quedo en primer lugar. Este me gusto, así que espero a ustedes también.

Quiero agradecerles por sus hermosos mensajes, realmente me hicieron lloriquear un rato. Me siento bien por eso estoy retomando mis historias, por eso vuelvo a escribir. ¡Gracias por su preocupación! Espero ustedes se encuentren muy bien.

Sin más que decir, espero les guste ―y se sorprendan― con este capítulo.

.

.

.

―¿Se lo dirás?

Si había algo que Naruto podía decir que estaba empezando a odiar, era la tediosa voz de Kimimaru. La pregunta quedo en el aire por unos segundos y aunque estaba tentado a no responder, sabía con certeza, que el brujo insistiría hasta obtener las respuestas que ansiaba.

Tomando en brazos al pequeño cachorro que no paraba de morderle la mano juguetonamente, Naruto negó.

―No lo creo, al menos no por ahora.

Kimimaru refutó.

―¿No crees que se molestara?

Naruto no pudo evitar echarse a reír.

―¿Cuándo no se enoja Sasuke? ¡No, Tenshi! ―regañó suavemente―. No me muerdas con fuerza. Ah, ¿Qué te estaba diciendo? En fin, no creo que sea el momento adecuado, preferiría esperar al menos hasta llegar al país de los Demonios y estar más seguros. Aún nos están observando.

Kimimaru sonrió. Sabía que Naruto no era el Shihai-Tekina por nada.

―Así que te diste cuenta, ¿no? Probablemente nos seguirán hasta que lleguemos a donde la sacerdotisa. Dudo que puedan entrar desapercibidos al país de los Demonios.

―Estoy dispuesto a apostar que encontrarían la manera ―Naruto se levantó cuando Ino le hizo una seña para que se acercara hacía la carpa donde dormía la madre de Tenshi, tomo al cachorro y se le tendió a TenTen que pasaba cerca de ellos―. Dáselo a Sasuke cuando termine de vestirse, iré con Ino.

TenTen asintió y ambos hombres caminaron despacio hacia la carpa, Kimimaru no pudo evitar murmurar en voz muy baja: ―Está bien que quieras esperar para contarle, pero tus celos suelen ser impredecibles, ¿no? Eso, sumándole lo intensos que son ¿no te preocupa hacerle daño? Si no lo preparas adecuadamente podría ser un problema. A Sasuke no le gusta que le oculten cosas, tu mejor que nadie debería saberlo ya...

―No te preocupes por eso, mi abuelo Orochimaru me dio algo para lidiar con eso.

Kimimaru lo detuvo del brazo con fuerza, antes de que entraran a la carpa. El apretón se volvió muy fuerte en cuestión de segundos, era un apretón que estaba destinado a ser una advertencia.

―No abuses de sustancias, ¿o acaso quieres que Kurama se descontrole y salga a jugar? ―siseó con agitación―. Deberías tener más consideración con Sasuke...

Entrecerrando los ojos Naruto tomo la mano que la apretaba y le devolvió el apretón con creces. El gesto de dolor en el entrecejo del brujo no paso desapercibido por sus ojos.

Naruto se encontraba inquieto, sus animales estaban inquietos, Kurama estaba inquieto y si el maldito brujo seguía jodiendole la paciencia entonces iba a dejar de contenerse.

FrenesíWhere stories live. Discover now