Hope: "Confianza de que aquello que se desea va a suceder"
Albus Potter había perdido la esperanza de que todos olvidaran el caos que su imprudencia había ocasionado.
La gente murmuraba a sus espaldas, el Quidditch parecía detestarlo, los recuerdos...
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Ahora comprendía todo.
Albus y Scorpius le habían explicado la situación, el porqué Xandra parecía una marginada al igual que ellos, a diferencia de que ella estaba sola y poseía una actitud intimidante como para que los demás se atrevieran a jugarle bromas crueles.
Era así que se encontraba avanzando por el pasillo del cuarto piso, haciendo caso omiso a la orden de Alaia para poder buscar a Cadye y juntas explorar el castillo.
—¿Vas a llorar?
La voz de Daria Tysh llegó claramente hasta sus oídos, logrando que su cuerpo reaccionara automáticamente para desviarse de su camino en dirección del sonido.
»Es una lástima, el uniforme se ensuciará con tus asquerosas lágrimas —dijo con burla y Kaia no tardó en cruzar el pasillo hasta inclinarse levemente hacia ellas, sus ojos abriéndose desmesuradamente al ver a Cadye arrodillada en el suelo con su uniforme arrugado mientras sollozaba en silencio.
—Slytherin no necesita a gente débil como tú, Bellamy —tiró de su cabello Cleo Basset, sonriendo con satisfacción al verla quejarse—. Solo sabes dar lástima.
—No puedo creer que seas la prefecta, aunque claro, tampoco es como si alguna de nosotras hubiese querido ese tedioso puesto —rió con malicia Effie Cranston, acercándose a Cleo para pisar la capa de Cadye—. Ups, calculé mal y pisé el uniforme en vez de tu mano, mi error.
Cadye temblaba, completamente asustada con su cabellos siendo maltratados al igual que su alma con aquellas palabras hirientes y llenas de veneno. Kaia se indignó e inconscientemente sacó su varita del bolsillo de su abrigo, dispuesta a ir y defender a su amiga.
—Agh, no puedo creer que siempre logre lo contrario a lo que quiero.
Daria y Kaia miraron hacia la izquierda, Cleo y Effie deteniéndose al ver la figura de Xandra Kallen apareciendo de entre la oscuridad del pasillo con un gesto inconforme en el rostro.
Cadye apartó las manos de su rostro y volvió la mirada en su dirección, haciendo contacto visual con su misteriosa compañera.
—Oh, vaya, ¿Qué hace Avadaaquí? —sonrió Daria con Cleo y Effie colocándose a cada lado suyo como sus escudos—. ¿El sonido de la miseria te ha llamado? Después de todo eres su más vivo ejemplar hecho persona.
—Por cosas como estas siempre trato de evitarte, pero como ves nuevamente he vuelto a tener la desgracia de toparme con tu maquillada y falsa cara —murmuró con indiferencia y Daria frunció el ceño ante los apelativos que estaba usando contra ella—. ¿No tienes nada mejor que hacer que molestar a Bellamy? ¿Es que las pocas neuronas que te quedan solo rinden para esto?
—¡Grosera! —exclamó indignada Cleo, sus ojos brillando cual fiera a punto de saltar sobre su objetivo—. Tus comentarios contra Dary ya me tienen harta, Kallen.
