Kim es más misteriosa de lo que creía.

No sé qué le gusta, qué odia, qué la hace feliz, qué la hace llorar. Y supongo que eso es lo divertido, descubrirlo por mi propia cuenta.

—Siempre fue así, nunca fui la hija que querían. —en esta última frase fue donde noté el pequeño y casi indetectable quiebre de su voz.

Mirándola con atención, veo sus ojos sutilmente humedecidos. Quiere llorar.

—Te aman, lo sabes, ¿verdad? —intenté consolar.

—Lo sé, pero... —dejó salir el aire de un solo soplido y llevaba su mano a su cabeza para acomodar su cabello. Trataba de actuar normal, como si lo que estuviera contando no le afectara en nada— Mírame, soy terrible en la escuela y mis notas son de las peores. No tengo trabajo o al menos un futuro planeado, ni siquiera ayudo en la casa. Sólo vivo de ellos y ya. Ni en un millón de años ellos van a poder mirarme y sentirse orgullosos de lo que su hija consiguió, porque nunca voy a conseguir nada.

Ya era completamente evidente su situación emocional. Sus mejillas comenzaban a enrojecerse al igual que su nariz y ojos, jugueteaba con sus dedos y suspiraba constantemente.

—Cleo... —ella volteó a verme sorprendida, y hasta yo mismo me asombré de haberla llamado por su nombre— ¿Quieres llorar?

...

Kim Cleo June

Cleo, era la primera vez que JungKook me llamaba por Cleo, algo que me dejó estupefacta. Se oía tan bien viniendo de él. Pero mi sorpresa no acabó ahí, seguido de su pregunta, sentí que el mundo se detenía.

¿Hace cuánto intento no llorar por esto?

Yo ni siquiera había notado que mis ojos se humedecían, pero resistían dejar caer las lágrimas. Fue esa pregunta la que me hizo detonar y obligar caer a mis lágrimas sin mi consentimiento. Y en cuanto intenté tapar mi cara para que Jeon no me viese, él rodeó mis hombros con su brazo y me acercó a él, haciendome posar mi cabeza en su pecho.

No podía controlar mi respiración, trataba de hacer el mayor esfuerzo posible en contenerme. Pero el simple hecho de saber que estoy llorando me hacía llorar aún más. Todo esfuerzo de mi parte fue en vano, mis sollozos eran cada vez más fuertes, al punto de terminar literalmente lloriqueando en la ropa de JungKook.

Sentía que mi cabeza iba a explotar en cualquier momento. Eran tantos sentimientos mezclados que me agobiaba. Mamá y papá, Dane, el señor Park y... Jeon JungKook.

—Qué irónico, ¿no? —su voz me hizo cesar la intensidad de mi llanto para prestarle atención a él y poder escucharlo— Mírame, soy bueno en cualquier asignatura y mis notas son de las mejores. Tengo el físico ideal para hacer cualquier tipo de deportes. Tal vez no sea un trabajo, pero sí consigo dinero para mi casa y básicamente es mi madre quien vive de mí. Pero aún así, ni en un millón de años ella va a amarme, mucho menos cómo tus padres te aman a ti.

Me partía el corazón escuchar algo como eso. Había olvidado la situación familiar de Jeon por un momento.

Y es que tiene razón, él es bueno en absolutamente todo. Me sorprende más que él sea un chico abusivo que el típico galán y popular de la escuela. Él podría tener ma vida perfecta de no ser por el relevante factor que es su familia.

bad boy ━━ [#1] jeon jungkookWhere stories live. Discover now