INVISIBLE

Capítulo 17: Meetings Arrests and Dreams

-¿Por qué dejaste que saliera así?- preguntó Dumbledore, no había querido quejarse realmente, no lo había hecho pero maldita sea lo hizo. Acaso Severus no se daba cuenta de que Nick era importante en el futuro, no solo derrotaría a Voldemort sino que daría esperanza a millones de personas en esos tiempos oscuros. No solo eso, sino que con Nick a su lado, él guiando al chico más miembros de la Orden se unirían y realmente tendrían una oportunidad de derrotar a Voldemort. Tenía que conseguir que Severus viera eso, por desgracia el daño ya estaba hecho y no creía que pudiera hacer nada. Había visto el periódico esta mañana, todo, cada palabra que se había dicho fue reportada -incluso después de que él había enviado a los estudiantes. Le desconcertaba, sabía que su personal no lo habría contado, o al menos eso suponía.

-Harry lo necesitaba; se lo ha guardado durante tanto tiempo que iba a salir de forma explosiva de un modo u otro. Lo quería en un lugar donde pudiera vigilarlo y asegurarme de que nada fuera demasiado lejos- explicó Severus rellenando su taza y sentándose a ver a Dumbledore contemplar aquello.

-Tenía que evitar que Nick intentara presentar cargos- suspiró Dumbledore.

Severus resopló divertido -¿No se da cuenta el chico del poder que tiene Harry sobre ellos?- preguntó Severus incrédulo.

-Ahora lo sabe- dijo Dumbledore con cautela.

-¿Y su reacción?- preguntó Severus con genuina curiosidad salpicada en su rostro.

-¡Salió de la habitación gritando!-, dijo Phineas Nigellus Black, antiguo director de Hogwarts.

Severus ahogó rápidamente su diversión ante la mirada cruzada de Dumbledore.

-¡Estaba comprensiblemente enfadado!- siseó Dumbledore ante el retrato.

-En efecto, el saber que Harry puede dejarlos sin dinero y sin nombre debe haberle dejado un mal sabor de boca-, el agrio hombre sonreía detrás de su taza. Harry era el heredero de los Peverell; los Potter eran los Peverell con otro nombre. Eran sus descendientes directos, básicamente lo que él era: era el heredero de los Potter sus propios padres y hermanos. Potter debería haber vigilado más de cerca sus bóvedas y propiedades, también ayudó el hecho de asegurarse de que el duende asignado a sus cuentas le cayera bien. Si les hubiera gustado James habrían estado "obligados" a informarle. Tal y como estaba el duende no se lo había dicho, lo que le decía a Severus que no le importaban los duendes. Severus tenía una buena relación con su duende, y así seguiría siendo. No es que tuviera que preocuparse de que alguien le hiciera eso, era esencialmente el último de su línea. Su madre había sido apartada, no tenía bóveda, y no había recibido nada de sus padres. Los Prince no le habían perdonado que se fuera, pero estaban dispuestos a dárselo a su nieto mestizo, lo que Severus había creído que tenía más que ver con no querer que el Ministerio se lo quedara o algún pariente realmente lejano. Por supuesto, se aseguró de que su madre disfrutara del dinero, le había dicho que se comprara algo fuera una casa, una mansión lo que quisiera. Ella había elegido un piso de dos dormitorios con una tienda para arrancar, y se había empeñado en ganar su propio dinero.

-¿Puedes asegurarte de que eso no ocurra?-, preguntó Dumbledore en voz baja. No sólo eso, sino que quería preguntarle a Severus por qué no le había dicho que conocía a Harry. ¿Por qué se lo había ocultado todo este tiempo? ¿Era allí donde Harry había estado yendo? Para el de Severus sí tenía sentido realmente porque Harry era ciertamente bueno en Pociones a pesar de sus calificaciones.

-Harry Peverell es un joven emancipado de catorce años, que cumplirá quince en cuestión de meses. Es tan independiente como se puede ser; sin duda te diste cuenta del alcance anoche. Si le dijera que no lo hiciera, iría y lo haría sólo para fastidiarlos. No es que lo haga porque no me importan los Potter, Albus, y nunca lo haré- dijo Severus con sinceridad.