Capítulo 2:

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¿Por qué esto se había vuelto en algo cotidiano? , ¿Por qué no había permanecido una sana distancia? , ¿Era acaso que no se había dado cuenta de las intenciones del azabache? O más bien, era totalmente distinto. El ruso no teniendo idea sobre las cuestionables intenciones del nipón, deducía haber sentido que efectivamente, todas aquellas cosas planeadas en su cabeza ya habían sido predichas por el mismo.

¿Cómo es que había permitido el que pasara esto? peor aún. Se estaba sintiendo impotente por no insistir y hacer mucho más ante su actual situación. Lo dejaría para cuando estuviese calmado, lo más prudente sería guardar distancia. Pero, ¿Cómo podría hacerlo? si ya había caído entre las finas redes de su adversario.

Fiódor. La grandiosa mente del crimen, sintiéndose amedrentado y pisoteado como una cucaracha, parecía estar entre la espada y la pared. Haciendo tantas cosas y pasando por mil y un escenarios posibles de los antiguos sucesos. Intentando así, tener pequeñas piezas del rompecabezas restante. Y quien lo diría, su presa parecía haber cambiado las reglas del juego. Los roles ahora invertidos y el papel del villano, el cazador hambriento, ser despojado. La sonrisa jactante, y las pupilas dilatadas eran una clara prueba de la dopamina fluir por su sangre, paseándose libremente por sus orbes matiz obscuro. Proclamando la llegada de sus bajas pasiones pero al mismo tiempo de la monomanía de su ser.

-Toda fruta es buena cuando coincide el apetito y la ocasión... entonces, mi querido. ¿Podría esta vez, ser yo quién dé lugar a aquella fruta? o tal vez, solo sea parte de tu hermosa mentira envuelta en tan firmes pero neófitas palabras de amor. ¿Ser la fruta que consuma entre mis manos, hasta hacerla dejar en la "nada"?-


And So It BeginsWhere stories live. Discover now