❝𝘀𝗰𝗽'𝘀 𝘀𝗵𝗶𝗽𝘀❞ ©

106 & 096 ft. 173

resumen: billy lleva enamorado de su amigo desde ya hace mucho tiempo. lamentablemente, es lawrence quien tiene el protagonismo

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Lo primero que vió al ingresar por la puerta, fue a su compañero de cuarto sentado frente al escritorio y con varios artículos regados en él. Los dedos de Lanky trabajaban diligentemente contra una serie de papeles, pegatinas, marcadores e incluso, caramelos.

Estaba tan feliz. Una pequeña sonrisa se formó en la línea de sus labios a medida que fue introduciendo los dulces dentro de una pequeña bolsa de plástico que luego selló con un listón rojo. Tras finalizar su creación, la acunó entre sus manos como si se tratara de la cosa más bella en el mundo.

No era para menos: ese regalo estaba destinado a Lawrence. Hoy, luego de varios meses, se reunirían en el parque. Tal y como la primera vez.

Mientras tanto, su rooming no tardó mucho en descifrar qué era lo que estaba haciendo, y cuando lo hizo, sus ojos se pusieron blancos.

- No puede ser. - suspiró, negando repetidas veces con la cabeza - ¿Vas a reunirte con ese sujeto?

- Sip. Daremos un paseo y tal vez comamos algo en el restaurante más cercano. ¿Acaso no es romántico? - respondió, acompañado de una exhalación que en seguida delató su profundo enamoramiento por el cabo.

El ajeno torció la mandíbula. Para ese entonces, sus brazos se hallaron cruzados con determinación mientras avanzaba hacia el muchacho.

- No sé qué le ves a ese tipo. ¿Recuerdas cuando pasó una noche con nosotros? ¡No comió ni un sólo bocado de lo que cocinamos y deambuló por toda la casa a altas horas de la madrugada! - protesta. - ¡Es extraño! Tuve que revisar mis cosas y corrobar que el imbécil no me haya robado.

Lanky se volvió hacia su compañero, desanimado. Aquí iba de nuevo con sus acusaciones y sus ruines palabras ...

- Sé que Lawrence es ... complicado. Pero, ¿acaso ninguno de nosotros lo es? - se excusó, levantándose de la silla mientras dejaba el obsequio a un lado. - ¿Qué hay de Dyo? ¿Qué hay de Doc? Somos los bichos raros de toda la zona.

- Hablen por ustedes. Soy el más normal del equipo.

- No hay nada normal en quererle romper el cuello a la primera persona que se te cruza ...

- ¡Fue un accidente! - exclama, agitando las manos en el aire - Además, ¡el hijo de perra se lo merecía!

Lanky cerró los ojos por unos segundos y se talló la sien. Esta discusión no los llevaría a ninguna parte; siempre era lo mismo.

- ... Como sea, eso no impedirá que Lawrence y yo salgamos.

Antes de que pudiera darse cuenta, Billy ahora se encontraba a sólo centímetros suyos, con un brazo envuelto alrededor de su espalda y una expresión coqueta. Esto ciertamente incomodó a Lanky, quién tomó todo lo que pudo para no encogerse y gritar por la conmoción.

- Sabes que somos amigos, y que los amigos están siempre en las buenas y en las malas, ¿no? - comenta, burlón. - Y en dado caso de que Lawrence lo arruine, estoy disponible para ti ...

La repulsión llenó al muchacho más alto. Si, Billy había estado a su lado en los momentos más difíciles. Estuvo allí cuando lo internaron en el hospital dado a su último intento de suicidio, estuvo allí cuando amenazó con cortarse las muñecas durante una crisis nerviosa; entre otras cosas que sólo los buenos amigos eran capaces de sobrellevar. Sin embargo, su corazón le ha pertenecido a Lawrence desde el primer instante, y no hay nada en el mundo que lo hiciera cambiar de opinión.