capítulo ocho

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Mentira

— ¿Que? — Jungkook trataba de asimilar todo — ¿Como que bipolaridad?

El médico que sostenía la silla de ruedas de Taehyung miro mal al menor de todos y llevó al castaño a su habitación.

— El paciente Kim sufre del transtorno de bipolaridad, es muy peligroso si no toma sus medicamentos.

— Les pediré que se retiren por favor, están haciendo mucho escándalo. — Comento sería la recepcionista mientras el otro enfermero iba por el mismo camino por donde habían llevado al de piel acanelada.

El azabache quería negarse, quería ver al castaño y hacerle preguntas.

— Jungkook, será mejor irnos. — Dijo el pelinegro tirando de la mano del azabache quien se dejó llevar.












Ya en casa, y más tranquilos, Jungkook no paraba de caminar de un lado a otro, preocupando a Yoongi.

— ¡Joder Jungkook ya deja de caminar me pones nervioso! — hablo exaltado el mayor parándose.

— ¿¡Que quieres que haga!? Taehyung no puede padecer de bipolaridad, cuando nos conocimos no dio síntomas si quiera. — dijo mordiendo ligeramente sus uñas.

— Jungkook, la escuchaste, tomo pastillas, y deja de hacer eso te haras daño — bufo Yoongi —, ¿Y que piensas hacer?

— Eso es lo peor Hyung... — el menor se sento en uno de los sillones — No tengo ni la menor idea de que hare...

El mayor rodó los ojos.

— Claro, Haste pasar por enfermo mental y entra al hospital para buscarlo aja. — Hablo con notorio sarcasmo en su voz el pelinegro.

Nadie dijo nada después de eso por unos segundos, una sonrisa se posó en los labios de Jungkook y se paró contento.

— ¡Eres un genio Min! — comento contento el menor.

— ¿Que? No espera.. — El pelinegro no pudo terminar su oración porque el azabache había corrido a su cuarto, — Debo llamar a Jisoo.

El mayor saco su teléfono y rápidamente llamó a la pelirroja.

En cuatro tonos, la menor respondió.

— Eu, ¿Que paso Yoongi? — dijo despreocupada la pelirroja.

— Seré directo, Jungkook planea hacerse un enfermo para entrar al hospital donde esta Taehyung. — Dijo de manera rápida el mayor.

— ¿Hospital? — dijo confundida la menor —, ¿de que hablas?

— Ven a la casa de Jungkook y te explico. — Sin esperar respuesta el pelinegro corto la llamada.

Fue a la habitación del azabache viendo cómo buscaba algo entre sus cosas. De repente, el cuarto del menor estaba echo un desastre.

— Puedo saber, ¿Que mierda haces? — El pelinegro paso por todo el desorden con cuidado de no malograr nada, hasta llegar a Jungkook.

— Yo aquí tenía un número, de un amigo que me ayudara a entrar a ese hospital — Comento sin verlo, rebuscando más entre sus cosas, cerró el cajón que estaba revisando y abrió otro.

Yoongi sabía que Jungkook era muy ordenado con sus cosas, no toleraba el desorden, lo odiaba y lo detestaba. Por esa razón, su casa siempre estaba limpia.

Su cuarto era un claro ejemplo, su cama siempre estaba tendida, su ropero arreglado perfectamente, los libros en un repostero que el azabache había comprado, el escritorio y otros cajones de la misma forma, acomodados con tanto esmero que sorprendía en demasía a quien lo veía.

La simetría de su cuarto era tan admirable. Pero ahora ese cuarto que tan ordenado estaba, se encontraba patas arriba, y totalmente desordenada.

Si Jungkook no estuviera desesperado, estaba seguro de que estaría jalandose los cabellos y se habría puesto a ordenar todo, empezando por los papeles.

— ¡LO ENCONTRÉ! — Dijo emocionado el menor y saco un libro negro, parecía abandonado.

Yoongi con suerte alcanzo a leer: "Amigos que tal vez no necesite pero por si acaso números".

Frunció el ceño ante eso.

¿No eran sus únicos amigos?

Antes de que Jungkook abriera el libro la puerta fue tocada, ambos chicos se miraron y fueron a abrir a quien sea que haya interrumpido ese momento.

— ¿Quien e-? ¿Jisoo? — El azabache interrumpió su antigua pregunta al ver a la pelirroja frente a él con la respiración agitada y una chica rubia que sonreía tímida.

— ¿Como es eso que quieres hacerte pasar por enfermo? ¿Como que ese chico castaño que no me acuerdo el nombre está en ese hospital? ¿De que mierda me perdí? — Dijo la mayor de las chicas mientras intentaba regularizar su respiración.

— ¡Yoongi! -el menor de todos ahí volteó a ver al mayor con una mirada de reproche. Yoongi solo suspiro.

— Entren, yo les explico — ambas chicas pasaron al hogar y se sentaron en el sillón más grande —, tu debes ser Rose, ¿No?

La rubia asintió y se apego un poco más a la pelirroja. Pronto los cuatro estuvieron frente a frente en esa sala.

— Cuando te fuiste, fuimos a ver a ese Kim Taehyung, primero no sabíamos donde estaba hasta que vi la chaqueta y nos dimos cuenta de la etiqueta. — comenzó el pelinegro, haciendo una pequeña pausa para ver la reacción de las chicas.

— continua.

— Cuando fuimos a la dirección dada, nos dimos cuenta de que era un Hospital psiquiátrico, al principio creímos que Taehyung trabajaba ahí — continuo narrando Yoongi de manera detallada —, preguntamos a la recepcionista pero nos dijo que estaba internado ahí, Jungkook negó eso rotundamente hasta que llegaron dos doctores con Taehyung dormido en una silla de ruedas, con una etiqueta en su muñeca y una bata blanca de esos hospitales.

El mayor de todos, observo la reacción de las chicas con detenimiento.

Jisoo estaba sorprendida, con sus ojos abiertos a más no poder, mientras su boca también estaba ligeramente abierta; Rose, ella estaba con el ceño fruncido, claramente confundida por no saber quién era Taehyung y cual era su relación con los chicos.

— wow, wow, wow, es bastante para diregir, pero, Supongo que aquí no acaba, ¿No? — Dijo la pelinegra relamiendo sus labios.

— Mhm no, verás, Jungkook estaba desesperado por aquella noticia, y arto de escucharlo, bromee diciendo que se haga pasar por enfermo para entrar a ese hospital y... — Yoongi volteó a ver a su menor, quien sonreía con el libro entre sus manos.

— ¡Y de verdad planeo hacerlo! — siguió Jungkook por el mayor, mostrando el libro que traía —, un día conocí a un chico que trabajaba en un hospital psiquiátrico, y bueno, como ese hospital es uno de los principales aquí en Seúl, guarde su número, aunque nunca le hable hasta ahora.

— ¿Y que estamos esperando? — Jisoo y Yoongi voltearon a ver a la rubia confundidos —, oigan, ¿Van a negarle eso? No pueden hacerlo, así no más les digo, el quiere conocerlo, ¡Y se vive una vez! Hay que aprovechar la vida al máximo, además, Jungkook es joven, al igual que nosotros, aún nos falta vivir.

Sus palabras le recordaron mucho al castaño, hablaba con la misma liberación, pero había una diferencia. Taehyung era menos tímido que Rose, y en definitiva, [a su parecer] más atractivo.

Ambos mayores voltearon a verse y sonrieron.

— Llama a tu amigo Jungkook, te ayudaremos — dijieron ambos con una sonrisa.





























Asylum [kooktae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora