Mío - TanjiKana (Obra Larga)

VI

—Wow...

Los tres Kamado menores veían el alto edificio al que se acercaban.

—¿Takeo dónde está?

Tanjuro frunce el ceño.

—Creo que entró en el puesto del copiloto.

Nezuko mira a su padre.

—¿En el copiloto? ¿Se puede?

Kanao sonríe y mira a Nezuko.

—Bueno, la app no lo prohibía pero no es normal sentarse ahí.

—¿No nos pueden oír?

Hanako toca la pared que dividía los asientos traseros y el de piloto y copiloto.

—No, no se puede. Pero no se preocupen, seguramente el conductor no hablará.

—¿Segura? No sé... me preocupa un poco.

Kanao ríe y mira a Kie.

—Kie-san, no se preocupe, no contraría nada que nos pusiera en peligro.

La mayor sonríe y asiente.

Luego de unos segundos más, el auto se detiene en la entrada de la torre.

—Síganme.

Kanao sale del auto luego de que el conductor les abriera la puerta y espera a que los demás salgan.

El último en salir es Takeo, que se despide del conductor y guarda su celular en el bolsillo.

—¿Habló con él?

Kanao mira sospechosa al conductor, que parecía algo contento.

—Kyogai-san se supone es serio ¿Qué le habrá dicho Takeo?

Sacude su cabeza y empieza a guiar a todos los Kamado hacia su hogar.

[ · · · ]

—¡Woah!

Los tres pequeños entran corriendo por la puerta recién abierta por parte de Kanao.

—No corran.

Kie los sigue mientras revisa los alrededores.

—T-, Tienes una linda casa, Kanao-chan.

Nezuko mira sorprendida la casa.

Kanao solo sonríe y voltea a ver hacia las dos personas que aún no entraban.

—Tanjuro-san, Tanjiro-san.

Los dos hombres miraban la puerta con sus bocas abiertas.

—A-, Ah, sí, claro.

Tanjuro entra y sigue a sus familiares dentro de la casa.

La de ojos violetas se queda viendo a Tanjiro.

Él también la mira, le sonríe y va detrás de su padre.

—Su sonrisaaaa...

Kanao suelta unas risitas y cierra la puerta.

Al darse la cuenta Tanjiro la estaba mirando.

—¿S-, S-, Sí?

El pelirrojo se da la vuelta y sigue caminando.

—¿Ta-, Tanjiro-san?

Lo persigue.

—¿S-, Sucede algo?

—No, no, no es nada.