CAPÍTULO DOCE

7.1K 922 292
                                    

—Bien, te dejo aquí y en un rato vendré por ti, ¿de acuerdo?

Oops! Bu görüntü içerik kurallarımıza uymuyor. Yayımlamaya devam etmek için görüntüyü kaldırmayı ya da başka bir görüntü yüklemeyi deneyin.

—Bien, te dejo aquí y en un rato vendré por ti, ¿de acuerdo?

Jisung asintió con algo de nerviosismo, ambos hermanos estaban en la puerta de Minho.

—Jisung, cuida ese tupper porque no volveré a comprarte otro. —Le advirtió el rubio acomodando los pequeños mechones que sobresalían del gorrito amarillo que usaba su hermano menor, observó como el contrario apretaba el tupper de kuromi mientras asentía efusivamente. —También llámame si Lee se pone de mal humor o algo, no quiero que la tome contra ti, está pasando por un momento muy feo.

—Honnie nunca me ha hablado mal, hyung.

—Pero eso no quiere decir que algún día puede hacerlo.

Jisung dejó un besito en la mejilla de su hermano y señaló con sus deditos la cuadra contraria para que se fuera, rió adorablemente cuando Changbin se fue a regañadientes.

—Okay, yo..puedo.

Miró el tupper con comida que traía entre sus manos y suspiró antes de tocar el timbre de aquella casa, sólo espera que Seungmin lo deje pasar.

Pasan alrededor de dos minutos antes de que la puerta se abra dejando ver a Seungmin con su uniforme escolar aún, su rostro delata cansancio y tristeza.

— Jisung, ¿qué haces aquí? ¿Vienes a verlo, verdad? Mira..no quiero ser grosero pero-

—¡Por favorcito, Minnie! Honnie es mi novio y quiero estar para él, quiero darle mimitos para que se sienta un poquito mejor. ¡Y cociné Kimchi!

—Está bien. —Soltó finalmente el moreno haciéndose a un lado para dejarlo pasar, cerró la puerta en cuanto entro el contrario. —Antes déjame decirte que él no se encuentra en su mejor momento y probablemente vaya a decirte cosas hirientes, ¿estás seguro de querer entrar? Jisung, eres muy sensible y Minho, pues ya sabes como es él.

—Está bien, Seungmin. No te preocupes, yo me arriesgaré.

Jisung apretó sus labios mirándole una última vez y cuando el moreno le dió permiso, finalmente pudo subir por las escaleras para ir a la habitación de su novio.

Cuando abrió la puerta, su corazón se hizo pedacitos.

Ahí estaba su Honnie durmiendo, su cara estaba pálida y platos de comida intactos, como si no hubiera probado algún bocado.

—Oh, amorcito. —Murmuró con sus ojitos puestos únicamente en el mayor que dormía tranquilamente, pasó sus deditos por el rostro de Minho apartando los rizos oscuros de su frente. —¡E-Eres tonto! ¿Cómo se te ocurre no comer nada?

El humor de Jisung pasó en segundos de preocupación a enfado cuando visualizó todos los platos de comida, sus cejitas se fruncieron aún más al ver las latas de bebidas energéticas.

—Tsk, ¡hyung! ¡T-Tú!—Le susurró pellizcando ambas mejillas del pelinegro, con una mínima fuerza aplicada. Las manos de Jisung se sentían como de bebé.

—Mh.

Minho balbuceó aún metido en su ensoñación, Jisung se preguntaba si también no había dormido bien.

—¡Despierta, tonto!

El castañito le exigió removiendo la figura del mayor con sus dos manos, su noviecito pesaba mucho y no podía moverlo tanto.

—¡Aish!—Expresó derrotado al darse cuenta que no lo movió ni siquiera un poco, ahora entiendo porque estaba en el equipo de hockey y se compadecía de los que competían contra él, su Honnie era una roca. —¿Con qué te alimentan? ¿Espinacas?

Jisung alzó sus cejitas pensando en alguna otra idea, en otra ocasión lo hubiera dejado dormir pero no podía permitir que el pelinegro estuviera con su pancita vacía.

Con cautela, se acercó nuevamente a la cama en donde dormía el mayor, se inclinó lo suficiente para estar cerca del rostro de Minho y poder rozar sus labiecitos con los suyos.

—¿Qué estás haciendo?

La gruesa voz de Minho resonó colocándolo avergonzado, separó su rostro casi al instante y tragó saliva nervioso cuando los ojos del pelinegro estaban sobre él.

—H-Hola, Honnie.

Ah, ¡bobo Jisung! ¿Por qué se te ocurre tartamudear ahora? No lo olvides, ¡estás mini enfadado porque Minho no comió nada!

—¿Cuánto llevas aquí?—Le cuestionó el mayor mirándolo de reojo, se estiró un poco para alcanzar la lata de bebida energizante que estaba sobre la mesita.

Jisung infló sus mejillas enfadado y se acercó para quitarle la lata de las manos.
Seungmin quien escondido estaba observando detrás de la puerta, suspiró preparándose para las palabras hirientes que su hermano le soltaría al pequeño.

Pero eso nunca sucede.

En cambio, Minho se ríe de manera ronca y palmea sus piernas incitando al menor a que se sentara.

Obviamente, Jisung no se niega y lo hace cómodamente.

—Honnie, no estás comiendo lo que te prepara tu hermano pero si tomas esas feas bebidas. —Reprocha rodeando con sus dos manitas el cuello pálido de su novio, se asegura de acariciar los cabellitos rizados de su nuca. —¿Sabías que te hacen daño? ¡Mi papá me lo dijo!

—Lo siento, algodoncito. Las bebidas energéticas me mantienen despierto. —Se disculpó el pelinegro mirándolo a los ojos con cansancio, Jisung puede notar esas pequeñas ojeras debajo de sus ojitos brillosos. —No quería dormir, no quiero pesadillas.

En otro momento, tal vez Seungmin se burlaría de los apodos cursis que su hermano decía pero hoy no era el día. Sonrió observando a la pareja y decidió darles la privacidad para que pudieran hablar libremente, cerró la puerta con mucho cuidado no sin antes susurrar: Gracias, Jisung.

El corazón de Jisung parece partirse en más pedacitos, ¡está bien! No puede llorar ahora, debe mantenerse fuerte y darle esos ánimos que tanto necesita Minho.

—Entiendo, amorcito. —Expresó dejando besitos en cada parte de su rostro, Lee cerró sus ojos relajándose ante el tacto de los labiecitos cálidos de su novio. —¿Te parece si comes algo primero? Después podemos dormir un ratito juntos.

—Creo que está frío, Seungmin la preparó hace dos horas. —Le dijo refiriéndose al plato de comida en la mesita de noche, Jisung sonrió entusiasmado y le mostró el tupper púrpura.

—¡Cociné Kimchi sólo para ti!

Los ojos de Minho brillaron al ver la comida perfectamente acomodada en el tupper, fue inevitable para él no sonreír como bobo.

—¡Jisung-ah! Serás mi esposo y todos los días cocinaremos Kimchi juntos.

No fue sorpresa cuando Jisung ya se encontraba lloriqueando en los brazos de su chico rudo.

Oh, claro que él sería su esposo.

                         ❙❘❙❙❘❙❚❙❘❙❙❚❙❘❙❘❙❚❙❘❙❙❚❙❘

،̲،̲𝐑𝐔𝐃𝐄 ‣ Minsung.˖𝄒𝄒Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin