Capítulo 23 | Lauren

ابدأ من البداية
                                    

Esa que me mira como si fuese alguien extraordinario a pesar de que soy una chica con mucha mierda encima.

Sus ojos están llenos de lágrimas y la tristeza está arraigada en sus facciones. Luce más grande de lo que es, y al mismo tiempo, luce más inocente.

—L-Lo siento —su voz es un susurro entrecortado y ronco—. Lo siento m-mucho. Por t-todo. No quise dudar. No quise…

Antes de que pueda decir algo más, envuelvo mis brazos en sus hombros. Atrayéndola con fuerza contra mí pecho. Ella tarda unos segundos en reaccionar, pero termina envolviendo sus brazos en mi cintura, pegando su cuerpo al mío, enterrando la cabeza en mi pecho. Yo hundo una de mis manos en su cabello.

—Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento —repito una y otra vez.

Siento cómo está temblando. Los espasmos suaves de su cuerpo a causa de sus sollozos silenciosos, hacen que mi pecho se contraiga del dolor. No quiero que llore. Odio verla llorar. Odio que llore por mi culpa. 

—Camila, te quiero tanto que me asusta. Me aterra la facilidad con la que pierdo el control a tu alrededor —aprieto mis puños, sintiendo el dolor punzante en mis dedos. No los quebré, pero estuve a punto. No podré entrenar en dos semanas debido a lo estúpida que fui—. No quiero perderte.

—L-Lo siento —tartamudea. El sonido de su voz es débil, debido a que no ha alzado la cara para mirarme—. Estaba tan asustada. E-Estaba tan…

—Lo sé —la interrumpo—. Lo sé. Yo habría reaccionado mucho peor. Lo sé…

Estoy consciente del número de personas que están mirándonos  y a una parte de mí no le importa, pero a otra, la parte de mí que es celosa y posesiva, quiere que nadie vea a Camila de éste modo.

Camila es mía en todas sus formas. Feliz, emocionada, eufórica, coqueta, sensual, enojada, triste, vulnerable…

La aparto un poco y la obligo a mirarme. Sus ojos están hinchados y sus mejillas mojadas por sus lágrimas.

—Ven —enredo mis dedos en los suyos, ignorando el dolor de mis nudillos—. Vamos a otro lugar. Necesitamos hablar esto.

Camila asiente, limpiando sus mejillas con el dorso de su mano, se separa de mi y la veo dirigirse hacia su amiga Dinah diciéndole algo  que no alcanzo a escuchar, luego de eso nos encaminamos por los pasillos atestados de gente y noto algunas miradas furtivas. Tiro de la mano de Camila y la pego a mi costado, pasando un brazo sobre sus hombros. Estoy siendo una idiota territorial, pero no me importa. Necesito que quede bien claro que Camila sigue siendo mía. Solo mía.

Al salir del edificio, me topo con miradas incrédulas y asombradas. Me limito a ver a todas aquellas personas con toda la frialdad que me es posible imprimir en éste momento.

No sé muy bien a dónde es que nos dirigimos, pero quiero estar a solas con ella lo antes posible.

Cuando llego al lugar donde mi auto está aparcado, sé que lo único que quiero hacer es llevarla a mi departamento y besarla el resto del día. Quizás algo más… Quizás sólo un poco más. No quiero presionarla, y tampoco quiero que ella se sienta presionada por mí. No quiero que haga algo de lo que pueda arrepentirse después. No quiero tomarla sin que ella esté segura de que es lo que quiere.
Abro la puerta del copiloto y ella se sienta sin preguntar  a donde nos dirigimos.

Rodeo el auto, ansiosa y nerviosa.

Pienso en que va a abrir la puerta y va a salir, arrepintiéndose en el último minuto, dejándome sola con mi miseria una vez más.

Conduzco las calles que separan el edificio donde vivo del campus y cuando bajo del auto, ella no se mueve del asiento. Aprieto la mandíbula, sintiendo el pánico apoderándose de mi cuerpo. Abro la puerta del copiloto y me acuclillo junto a ella.

Destruyemeحيث تعيش القصص. اكتشف الآن