#
Pienso en esta relación tan extraña, que estamos llevando Ares y yo. Donde nos tentamos y nos deseamos, pero no nos tenemos. Porque la verdad es que no nos conocemos para nada, pero estamos unidos por el destino.
*Ustedes entienden que somos compatibles al 100%, y eso nos une de por vida.*
*Ustedes entienden que él podría obligarme a ser suya, cuando lo desee. Porque la Ley n°22 lo establece, en la parte donde dice "...Solo no seguirán esta ley quienes sean compatibles al 100%, sin duda ni equivocacio...", o sea él prácticamente es mi dueño.*
Todos estos pensamientos vienen a mí, estando acostada a su lado sintiendo su olor corporal. Él sabe que me tiene, sabe que lo deseo como él me desea a mí.
Acarició delicadamente su espalda, mientras reflexiono en que momento deje que él me conquistara. Aunque él no hizo nada para conquistarme o si, si lo hizo y lo hace. Él me respeta, es dulce y atento conmigo, aunque a veces sea frío y serio como la oscuridad.
Él cambia su comportamiento cuando estamos con otros, pero al estar solos se muestra tal como es. Me muestra que confía en mí, no se oculta y eso es lo que me atrae, me gusta.
-Me gusta...- susurro sonriente e inconsciente de que Ares está a mi lado.
-¿Qué te gusta?- pregunta volteando la cabeza para mirarme. Por dentro estoy que exploto porque me escucho, pero por fuera no demuestro nada. -¿Te gusto o te gusta acariciarme? o ambas- sonríe arrogante. Pienso en dejar de acariciarlo pero eso le daría a entender que me puso nerviosa, asi que continuó con las caricias.
-Me gusta el nombre que le elegiste a Niebla- miento estúpidamente, porque es lo más tonto que se me ocurrió. Él me mira divertido, esperando a que invente algo mejor para que me crea. -Idiota...- lo rasguñó y me doy la vuelta para no tener que mirarlo a la cara.
-eres malísima para mentir- ríe burlándose de mí. No le contesto porque estoy super enojada, mentira, no contestó porque no se que decir. -No te enojes, nena- me susurra al oído. No se en que momento se acercó, pero ahora está pegado a mi, abrazándome.
-eres un idiota, Ares- digo seria y enojada conmigo misma, porque no puede ser que me desequilibre tan fácilmente.
-a mí también me gustas- me hace caricias en el brazo. -y mucho, nena...- besa suavemente mi cuello. Con la mente bloqueada, me dejó llevar por los besos que va dejando en mi cuello, en mi clavícula, en mi oreja, en mi mejilla y vuelve a repetir todo una y otra vez.
-Besoo...- suplicó con voz dulce agarrando su cabello para atraerlo hacia mí. Me doy la vuelta para ofrecerle una mejor vista.
-me vuelves loco, niña- sin dejar de besarme se coloca entre medio de mis piernas, me agarra con fuerza de los músculos, me arrastra, para acomodarme a su antojo. Me saca la remera, dejando mis pechos expuestos y comienza a lamerlos, mientras yo rasguño suavemente su espalda.
-baja más...- pido, sin tener el control de mis actos. Él obedece y comienza a bajar, dejando besos por donde pasa. Hasta que llega donde mis bragas, y se detiene. Lo miro confundida, él me devuelve la mirada y veo el momento exacto cuando sus ojos se ponen completamente oscuros. -Muy mojada, ¿no?- lo tiento con una sonrisa provocativa.
-toda para mí- me besa por encima de las bragas. Ese beso genera que los bellitos mi piel se ericen.
-me besas...- le pido con voz de inocencia. Él deja de besar mi músculo para mirarme, y sonreír.
-¿Bajo o subo?- sonríe disfrutando de la situación.
-primero sube- lo atraigo hacia mí. -y luego sigues con lo que te quedó pendiente- lo beso salvajemente, mordiendo sus labios hasta dejarlos rojos. -levantate un poco- digo mientras lo sigo besando, intento sacarle el jogging con los pies.
YOU ARE READING
🍒 ~ DISTRITO ROJO ~ 🍒
Fantasy🔞 Somos de un mundo donde al nacer ya estamos destinado para unirnos al otro. A medida que vamos creciendo nos realizan análisis de compatibilidad con otro, con el cual nos sentimos atraídos. Ojo no siempre deben ser compatibles al 100% para pode...