🍒 ~ DISTRITO ROJO ~ 🍒

cap'6~ Guardia Nocturna🌀

Creo que nos abusamos del descanso, porque el calor del sol ya no se siente. Lo bueno es que como Ares me está abrazando, tampoco siento el frío que comienza a bajar.

Me paso la mano por la cara para despabilarme, abro los ojos, me remuevo delicadamente para liberarme del abrazo de este hombre. Cuando logro zafarme, me levanto y voy hacia el clóset.

-¿Qué haces?- escucho que me dice con su vos ronca porque recién se despierta (esa vos que a todas las chicas nos encanta).

-Tenemos guardia- digo sacando los uniformes, para apoyarlos en el sofá. -¿Qué uniforme nos pondremos?- pregunto mirando el uniforme negro que es de mi distrito (pertenezco al Distrito Negro) y el uniforme rojo que me dieron por ser la pareja de un Kalari.

-El negro- se levanta, viene hacia mí y me abraza por la espalda. -Quiero que todos vean que eres mía- dice en mi oído.

-pero todas las chicas te van a mirar, el negro te va a favorecer mucho- me doy vuelta para mirarlo. -no puedo espantar a tantas perras- paso mis brazos por su cuello.

-no te preocupes, porque mi mirada solo te sigue a ti- me da un suave beso en los labios. -vamos a cambiarnos- se aparta de mi, y se va a buscar su uniforme.

Me comienzo a preparar, no me complico mucho porque solo me tengo que poner el uniforme, compuesto por:
*una remera manga larga con cuello;
*un buzo con la siglas Damika;
*lo más importante una chaleco protector;
* un pantalón cargo de gabardina reforzado;
*unas botas, con doble media porque a la noche hace muchísimo frío;
*de peinado dos trenzas cosidas;
*sin maquillaje, solo un poquito de gloss transparente para mantener mis labios hidratados.
*para completar el uniforme me pongo la capa Damika que me llega hasta los tobillos.

Voy a buscar mi equipo de seguridad (armas), termino de alistarme y Ares todavía no llega. Dijo que se iba a buscar el uniforme negro, porque se olvidaron de entregárselo. Ya pasó más de media hora, me siento en el sofá a esperarlo.

Después de estar un rato largo esperándolo, escucho que la puerta se abre y veo entrar un Ares todo uniformado de negro, le queda más que perfecto, hace resaltar todo su cuerpo esculpido por dioses. Me siento orgullosa por el hombre que tengo como pareja, esta más bueno, soy la envidia de todas. Pero a la a vez me dan celos de que otras lo miren como yo lo miro, con deseo.

-esa mirada es ¿por qué te gusta o te gusto?- camina lentamente hacia mi, con una mirada de perversión que me hace desearlo aún más. Sin pensarlo dos veces, camino rápidamente y salto encima de él para darle un beso, un beso que le recuerde quien es su dueña. Él me agarra del trasero para sujetarme, mientras me besa con necesidad, esa necesidad que me encanta.

-tardaste mucho- hago puchero. Él me mira divertido y sonríe.

-¿me extrañaste?- me besa el cuello delicadamente, generando escalofríos en mi cuerpo.

-solo...- me pongo un poco nerviosa. Él me mira esperando una respuesta. -no me gusta estar sola- avergonzada miro para otro lado. Porque una guerrera no debe tener debilidad.

-Jamas te dejare, Lene- me abrasa, y yo lo abrazo más fuerte. Es tan rara nuestra relación, porque no llevamos mucho tiempo juntos pero nos entendemos tan bien.

Ya alistados, salimos de la habitación para ir a las filas. Pero al pasar por el salón comedor me dieron ganas de comer algo, así que le pedí a Ares que entremos un momento.

Solo entrando al salón se escucha muchísimo barullo, y luego un silencio de desierto. Todos al unísono se levantan de sus asientos para ofrecernos un saludo de respeto, porque al ser parte de dos fuerzas distintas (una Guerrera Damika y un Jefe Gerrero Kalari) los rangos de respeto son más elevados. Después de unos segundos, Ares le devuelve el saludo y todos se vuelven a sentar.