No pudo evitar morder sus labios con fuerza al cruzar miradas cargadas de lujuria con aquel hombre, quien, sin dejar de ejercer fuerza con su mano sobre su cadera, acercó sus labios al cuello del rizado, lamiendo un poco y mordisqueando la delicada...
Harry solo pudo fingir sorpresa ante el poco autocontrol que tenía sobre sí mismo. Apenas le había tomado media hora el responder al mensaje que Zayn le había enviado. ¡Media hora! Aparentemente solo ese periodo de tiempo duraban sus nuevas convicciones y promesas.
Un simple, “dónde y a qué hora?”, y una respuesta por parte del pelinegro, en un periodo de tiempo aún más corto, mandándole una dirección y una hora, hicieron que hundiera su rostro, con frustración, sobre la suave almohada de su cama.
¿Por qué no podía decir que no?
Pero honestamente, ¿quién en su sano juicio diría que no a una cita para tener sexo con alguien como Zayn?
Pfff, pues definitivamente él no.
Además, ¿qué tenía de malo? Zayn ya NO era un desconocido. Aunque, claro, apenas habían cruzado un par de palabras y ni siquiera sabía su apellido, pero aun así, ya tenían historia, es decir era la primera vez que un chico despertaba interés en él como para considerar follar por tercera vez, sin contar a su primer novio obviamente, pero esa era una historia a parte, demasiado dolorosa y demasiado antigua como para recordar ahora.
Sip, no tenía nada de malo, Zayn era un chico joven, se veía más o menos de su edad, era demasiado guapo y sexy, aparentemente soltero, y tenían en común los mismos intereses y hobbies, o sea, ya saben, lo de tener sexo incontables veces.
De hecho si lo veía con optimismo, el volver a verse con él, incluso parecía ser un paso en la dirección correcta. Por un lado, si todo marchaba bien, podría dejar de coger con desconocidos, podría incluso llegar a un tipo de acuerdo con Zayn, para tener sexo solo con él, porque siendo honestos, era demasiado bueno en el asunto y a Harry no le importaría ser exclusivos, si es que seguía sintiendo la misma sensación de completa satisfacción después de cada encuentro.
Tal vez si se lo explicaba de esa manera a Lou, podría entender que Harry estaba haciendo lo correcto al ir al departamento de Zayn al día siguiente.
Fuck, ¿a quién quería engañar? En realidad solo estaba pensando con su pene, y se moría por sentir a Zayn otra vez, no podía dejar de imaginar las cosas que podrían hacer sin tener las limitaciones de un ambiente público. Estarían solos, y ya saben lo que se dice por ahí, “somos lo que somos cuando nadie está mirando”.
Así que mejor no decirle nada a Lou, por el momento.
Harry se sintió un poco tonto cuando llegó a la dirección que Zayn le había mandado, casi diez minutos antes de la hora acordada. Antes de tocar el timbre, debatió consigo mismo por un segundo, si debía hacer hora para no parecer tan desesperado o si simplemente debía tocar, pero sus dedos le traicionaron cuando tomaron la decisión por él. Es que realmente no podía contenerse más, la promesa de encontrar lo que probablemente sería el mejor sexo de su vida detrás de esa puerta, podía más que su capacidad de controlarse.
Su boca soltó un suspiro de alivio, cuando fue estampado contra la pared más cercana inmediatamente después de que le abrieran la puerta. Confirmando que su amante estaba igual o más excitado de volver a verle.
Unos silenciosos “holas” a modo de saludo, fueron las únicas palabras que intercambiaron antes de unir sus bocas en un hambriento y apasionado beso.
Por primera vez desde que se conocían, Harry podía apreciar realmente el placer simple de besar a Zayn, sin la preocupación de apurarse para no ser descubiertos, y vaya que lo estaba disfrutando, podría jurar que nunca había besado a alguien que lo hiciera tan, tan bien.
Harry sentía que podría quedarse así por horas, ya que la anticipación de saber que lo que venía era aún más placentero, hacía que se sintiera más excitado que nunca.
Zayn mordía sus labios cada pocos segundos y los lamía después, su mano izquierda lo mantenía firmemente atrapado entre la pared y su cuerpo mientras que su mano derecha acariciaba por dentro de su camisa rosa de seda, de manera suave pero con firmeza demostrando quien mandaba ahí, pellizcaba de vez en cuando, causando un poco de dolor, cuando se encontraba con sus pezones. A Harry le encantaba que hiciera aquello y no hacia ningún esfuerzo por tratar de ahogar o silenciar sus gemidos. Es decir, estaban ellos solos ¿verdad? Así que, no había razón para inhibirse.
Varios minutos después, Zayn se alejó de él causando que Harry suelte un quejido por la repentina falta de caricias y besos.
Se adentró en el departamento con Harry siguiéndole los pasos muy cerca, llegaron a lo que sería la sala de estar que tenía un sillón gigante en el medio que se veía extremadamente cómodo y suave.
Zayn se sentó poniéndose cómodo, y le miro de pies a cabeza desde su sitio.
- Quítate la ropa para mí. – ordenó mientras su mirada cargada de deseo recorría todo su cuerpo, y el bulto enorme en sus joggers hacia evidente que estaba muy emocionado por el show que estaba a punto de presenciar.
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Los ojos de Harry brillaron y la curvatura de su sonrisa se arqueó en una mueca arrogante, si algo sabía muy bien era como provocar a un hombre con sus movimientos hasta la locura.
Se revolvió los cabellos antes de comenzar, y ahí en medio de la sala frente a la mirada atenta y lujuriosa de Zayn comenzó a quitarse la ropa.
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