Capítulo Tres

798 57 37
                                    


Capítulo Tres



Louis no podía creer como en tres minutos de descuido, Harry y su “nuevo amigo” habían desaparecido por completo de su vista.



Ahora, parado afuera de un cubículo en el baño de aquel lugar, maldecía furioso por ser tan distraído.



- ¡Harry, sal ahora mismo! – decía Louis mientras golpeaba la puerta con cerrojo frente a él, sin obtener respuesta alguna y del otro lado sólo se escuchaban gruñidos y gemidos ahogados.



- ¡Harry sé que me estás escuchando, sal ahora o voy a tirar la puerta! – Louis realmente no quería gritar, pero estaba a punto de levantar el tono de su voz a uno que no se consideraría normal.



- ¡Harry, responde!



- No puede, tiene la boca llena…



Los ojos de Louis casi se salen de sus cuencas al recibir aquello como respuesta, seguido de un gemido ronco y ahogado, se oía como si el hombre que acababa de decir aquello realmente se estaba esforzando en formular una frase coherente en ese momento.



- Tienes cinco minutos Harry, estoy hablando en serio.



Harry sintió un escalofrío al escuchar la voz de Louis que denotaba lo enojado que estaba. Sin embargo, estaba disfrutando demasiado tener la boca llena como para detenerse en ese momento. Amaba el dolor en sus rodillas, amaba el dolor al sentir sus cabellos siendo jalados por las manos expertos de Zayn, amaba la sensación de saber que alguien le estaba escuchando mientras estaba siendo follado por la boca. Sentía que estaba a punto de terminar en cualquier momento. Sabía que en cuanto sintiese el líquido caliente en su lengua, no podría aguantar más y el también llegaría al clímax.




Louis ya no soportaba seguir escuchando los sonidos que salían de aquel lugar, parecía que alguien estuviera viendo un video porno a un volumen nada moderado. Y era obvio, que su mejor amigo estaba demasiado ocupado y concentrado en otra cosa mucho más importante como para responderle.




Salió furioso y se paró en la puerta del pasillo, bloqueando la puerta principal y viendo a todos lados, rogando que nadie tuviera ganas de usar los baños en esos momentos y pidiendo que su amigo terminase de una vez con su bochornoso acto y saliera por fin de aquel lugar.




Por suerte ni un alma se asomó por los pasillos, y debieron pasar los quince minutos más largos de su vida, cuando Harry y su acompañante salieron del baño.




Ambos tenían la ropa totalmente desarreglada con signos vanos de querer parecer como si nada hubiera pasado. Las mejillas de Harry estaban rosadas, sus labios hinchados, su cabello alborotado, sus pupilas dilatadas y sus ojos cargados de vergüenza se posaban en todo lado excepto en los ojos cargados de ira de su mejor amigo.



- Uhm tengo que irme, ehh tengo una reunión… – el “amigo” de Harry, que no se encontraba en mejor estado que él, salió corriendo por el pasillo sin mirar atrás ni una sola vez.



- ¿Qué mierda te pasa Harry?



- Lo siento Lou.



Harry mantenía la cabeza gacha, sabía que Lou no se iba a cansar de regañarle desde ahora y todo el camino a casa.



- ¿Por qué haces esto Haz? ¿Realmente vale la pena?



Los ojos de Harry se iluminaron, “valió cada segundo”, fue su primer pensamiento pero se arrepintió inmediatamente de solo pensarlo al ver la mirada dura que le dirigía su amigo.



- No creo que pueda acompañarte otra vez si te vas a comportar así, Haz. ¡45 minutos! Eso dura tu reunión y ¡no pudiste aguantar ni diez!



- Lo siento Lou.



- Es que realmente no lo sientes Haz. No estás arrepentido – la mirada triste y decepcionada de Lou le dolió más a Harry que cualquier otra cosa. – Disfrutas vivir de ésta manera, y si no pones de tu parte para recibir ayuda, no creo que nadie pueda ayudarte.



Eso fue lo último que le dijo Louis antes de aplicarle la ley del hielo el resto de la noche. Harry tampoco intentó decir nada más, se sentía terriblemente avergonzado y decepcionado de sí mismo.




Al llegar a su departamento, el rizado se encerró en su habitación y se metió bajo las mantas de su cama. Sentía que era un asco de persona, sin nada de voluntad propia, sin nada de respeto ni amor por sí mismo. Sabía que tenía un grave problema, sabía que si no cambiaba ahora solo podía empeorar, y quien sabe las verdaderas consecuencias de sus actos si se seguían comportando de esa manera. Tal vez incluso llegaría a perder a Lou, su mejor amigo en todo el mundo, y probablemente la única persona que le quería.



Eso no podía permitirlo. Claro que no.



Harry decidió que ya era bastante, debía tomar las cosas en serio, su próxima reunión era en tres días, se prometió a si mismo que iría y pondría atención, prometió seguir todos los pasos necesarios para conseguir superar su adicción.



Prometió que hasta entonces ignoraría y evitaría cualquier tentación, se encerraría en su habitación si fuera necesario, debía lograrlo por su propio bien. Solo eran tres días, claro que podía y sería un gran primer logro para su persona. Ya se imaginaba lo bien que se sentiría después de lograrlo.



Con una gran sonrisa en su rostro ya se comenzaba a sentir mucho mejor, porque el solo hecho de decidir hacer las cosas bien era un enorme logro personal, pues era la primera vez que realmente se tomaba en serio lo de cambiar y mejorar.



Ya con mejor energía se puso ropa cómoda para dormir, pero antes decidió ir a la cocina por una botella de agua ya que su estómago rugía por estar vacío. Todo iba a estar bien, se repetía.



Fue el sonido de un mensaje en su teléfono que rompió su nueva burbuja de pseudo-complacencia y bienestar.



Número desconocido: Hola Harry, nos vemos mañana? Soy Zayn.


El labio inferior de Harry casi se pone a sangrar al ser apretado con fuerza entre sus dientes.




💛💚💛💚💛💚

🙈

A D I C T O - ZARRY STYLIKWhere stories live. Discover now