A D I C T O - ZARRY STYLIK

Capítulo Dos

Como se ve Harry ^

Capítulo Dos

- La cagué Lou, soy un desastre, no puedo controlarme.

Harry lloriqueaba, con su cabeza hundida, en el regazo de su mejor amigo mientras éste acariciaba y desenredaba sus largos rizos.

- No seas tan duro contigo mismo, Haz. No ibas a cambiar de la noche a la mañana, por eso fuiste en primer lugar, a buscar ayuda. Diste el primer paso y deberías sentirte orgulloso por eso...

- ¡Tuve sexo con un tipo que acabé de conocer en mi primera reunión de adictos al sexo! ¡En el estacionamiento del lugar! - Harry se lamentó entre sollozos.

El rizado se incorporó en el sillón y se sentó correctamente, limpiándose las lágrimas del rostro con las mangas de su suéter.

- Soy una vergüenza, una desgracia Lou, no tengo remedio...

- Haz, no vas a solucionar nada llorando y sintiendo pena por ti mismo.

Louis, el mejor amigo de Harry y también su compañero de piso, miraba con pena como éste lloraba y parecía no tener consuelo. Odiaba ver triste a Harry, él realmente le quería como a un hermano. De hecho, había sido él quien le había conseguido ese grupo de ayuda, y quien había persuadido a que Harry aceptase su problema.

Al principio, Harry no había querido tener nada que ver con el asunto, y se había negado a hablar por completo de aquello. Siempre justificaba sus actos diciendo que era joven, que solo estaba viviendo la vida normal de un chico de 21 años, que a esa edad lo normal era que su mente solo pensase en sexo.

Louis le había explicado con mucha calma y cariño, que definitivamente no era normal que casi cada noche trajera un nuevo chico al departamento, que no era normal que casi cada día tuviera sexo con desconocidos, en cualquier lugar, ya sea la universidad, el centro comercial, el consultorio de su médico, ciertas heladerías, el cine o callejones desolados. Y tampoco era normal, que si no conseguía un acompañante cuando tenía ganas, lo de masturbarse con su amplia colección de dildos y juguetes sexuales. Le explicó todos los peligros que su comportamiento podían traer, y le dijo que de verdad necesitaba ayuda.

Después de mucho discutir e insistir, Harry había aceptado ir a un grupo de ayuda, y Louis se sentía muy orgulloso por ello, sabía que su mejor amigo lo lograría y podría tener una vida normal de nuevo. Ya que su problema le estaba costando amistades y también serios problemas con sus notas académicas. Sin contar la reputación que se estaba creando en todo su círculo social. Parecía que lo único que Harry tenía en la mente era con quien y donde coger de nuevo, y repetir el ciclo sin cansancio.

Louis sabía que aquella noche era su primera reunión y por eso le estaba esperando ansioso y alegre en su departamento, incluso había preparado palomitas de maíz y margaritas para celebrar con Harry que había dado el primer paso.

Pero el verle llegar llorando y lleno de culpa, como si hubiera matado a alguien hizo que su corazón se estrujara con tristeza. Después de escuchar lo que había pasado, Louis realmente no sabía que decir, no quería regañar a Harry, porque sabía que aquello solo haría que el rizado se encerrara y no aceptara más ayuda. Pero tampoco quería ser muy suave con él, debía ser claro con sus palabras y debía seguir alentándole a pesar de todo.

Pero no podía evitar pensar, ¿Qué demonios? ¿No se supone que esos lugares deberían tener mejor vigilancia? Fue como poner a un montón de adictos a los dulces en una chocolatería, y darles crédito gratis. Pffff. Tal vez, en las siguientes reuniones, él debería acompañar a Harry personalmente, para que no vuelva a recaer.

- No pienso volver Lou, no tiene caso, no tengo cura...

- Claro que vas a volver Harry, ¿tienes idea de lo que me costó incluirte en ese grupo? - Louis le dijo severamente, con esa mirada que solo reservaba para situaciones importantes. - Y no solo lo digo por el dinero, aparentemente son super exclusivos y, supuestamente los mejores de la ciudad...

Los ojos de Harry se aguaron otra vez y su labio inferior comenzó a temblar amenazando que una nueva partida de lágrimas quería caer.

- No puedo volver Lou, lo tendré que ver otra vez, y si no muero de la vergüenza, probablemente caiga de rodillas frente a él otra vez, o deje que otra vez me...

- Vas a volver, Harry. Y es mi última palabra. - Louis le miró como una madre regañando a su niño pequeño ante un capricho. - La próxima vez iré contigo, ¿ok? Así que no te preocupes por eso - le dijo lo último con la voz más suave y una sonrisa tranquilizadora.

- Pero...

- Pero nada, Harry. Además, tú nunca tienes sexo con el mismo tipo, simplemente lo vas a ignorar y ya. ¿o es que te invito a salir y te pidió tu número, después de que lo hicieron?

- No, porque prácticamente salí corriendo de ahí. Pero el punto es que, si no repito con nadie es porque hago todo para ignorarles después de que pasa. Pero a él no voy a poder ignorarle Lou, voy a tener que verle dos veces por semana, será una tortura...

- ¿Por qué no vas a poder ignorarle Haz?

- Es que es mi tipo, Lou, completamente. Tiene todo lo que me gusta, piel bronceada, ojos color miel, tatuajes, la sonrisa más jodidamente sexy, su voz es... ni siquiera sé cómo describirla, solo sé que habla y me podría poner de cuatro... - las mejillas de Harry se sonrojaron ante la mirada que le lanzaba su mejor amigo - y ¡tiene barba, Lou! ¡Barba! Sabes que eso es mi debilidad.

- Ok, pero literalmente acabas de describir casi a todos los chicos que te has cogido.

- No Lou, no se parece a nadie, nunca vi a un chico como él, ni siquiera parece real.

Lou le lanzó una mirada que demostraba que no estaba para nada impresionado

- Basta Haz, te conozco y sé que en cuanto terminas, pierdes por completo el interés y comienzas a pensar en tu próximo ligue, así que esta vez no será diferente. Vas a poder y yo te voy a ayudar, ¿entendido?

- Entendido...

Harryse sentía todo menos seguro de poder, así que trataría de evitar volver a esasreuniones a como de lugar.

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