Prohibido [Shōta Aizawa × Lectora]

12

Sábado 8 de noviembre, su cumpleaños, quería estar con él, pero seamos realistas, yo no era alguien importante en su vida como para pasar juntos ese día... para empezar no éramos nada. Durante la semana no pudimos vernos, se mantenía ocupado debido a que el festival deportivo se acercaba, así que ese día tampoco quedamos de vernos, aún así quería felicitarlo, pero no tenía el valor para hacerlo.

En fin, quedé con Bakugō y con Kirishima para empezar a entrenar para el festival.

Flashback

Estaba en el salón guardando mis cosas para irme a casa, cuando Bakugō se me acercó.

—¿Estás libre el fin de semana? —preguntó sin mirarme.

—Sí, ¿por qué?

—Salgamos.

—¿Katsuki Bakugō me está invitando a salir? —pregunté fingiendo asombro.

—NO TE CONFUNDAS, FEA. Vamos a entrenar.

—Está bien, te voy a ayudar a entrenar.

—¿Ayudarme tú? Es porque eres muy débil y me das lástima.

—Owww tan caritativo —dije riendo.

—Agh, como sea, ¿sí o no?

—Sí, entrenemos en el terrero baldío a las afueras de la ciudad. Los veré allá.

—¿Los veré? —preguntó mirándome.

—A Kirishima y a ti.

—Ah sí... Kirishima.

—Siempre salimos los 3. En realidad sólo quedamos Kirishima y yo, pero tú siempre te nos pegas.

—¡NO SOY UNA MALDITA GARRAPATA! Ese odiota siempre me insiste. Y no sé qué te molesta si cuando quedamos él y yo la garrapata eres tú.

—Él me invita, soy su amiga.

Fin del flashback

Ya estaba de camino cuando alguien me gritó.

—¡T/N, ESPERA! —Me giré y vi a Kirishima. —Vine por ti —dijo jadeando al llegar a donde estaba.

—Oh, no tenías que hacerlo. Al menos me hubieras avisado.

—Es que se me hizo tarde.

—Está bien, vamos —dije sonriendo y continuamos caminando.

—Hacía mucho tiempo que Bakugō no me pedía reunirnos.

—¿Sí? A mí nunca me lo había pedido.

Al llegar Bakugō ya estaba ahí, se molestó porque llegamos 5 minutos después de la hora acordada, pasamos toda la tarde entrenando, fue divertido, en ratos Kirishima y yo nos poníamos a jugar, así que Bakugō nos regañaba, pero llegó un punto en el que también se unió, estuvimos ahí hasta que comenzó a llover. Afortunadamente Bakugō llevaba su auto, pero eso no impidió que nos mojaramos de camino a donde lo estacionó. Llegamos a mi casa, me despedí de ellos, bajé del auto y se fueron. Al entrar a casa recordé que era el cumpleaños de Aizawa, el día estaba por terminar, eran casi las 10 de la noche, así que no lo pensé más; tomé mi celular y marqué su número, me sentía nerviosa.

—¿Hola? —dijo, había música de fondo.

—Hola. Soy yo, T/N.

—Espera —la música dejó de sonar. —¿Qué necesitas, T/N?